Artista

Pedro Blanqué

Blanqué, Pedro

Como en la mayoría de los pintores anteriormente citados, en Matías Molinas (1911) el espíritu del río y toda la síncopa geográfica del litoral, están presentes con luz propia. Profesor de dibujo y pintura, su labor docente se canalizó desde los años iniciales de la Escuela Mantovani, proyectándose igualmente a otros institutos de enseñanza artística, en los que se prodigó noblemente.
Pero es en su labor recoleta, intimista, en la que Molinas halla repercusión y vigencia. Es por antonomasia pintor del litoral, pero no sólo porque temáticamente aborde la característica geográfica de ríos y de islas, sino -de manera fundamental- porque ese paisaje lo lleva a usar una paleta identificable, rica en ocres y en verdes, generosa en tierras y en tenues amarillos, que va, calificando pigmentariamente a las formas y que, partiendo de una atmósfera, alcanza a totalizar un sentimiento telúrico. Su estilo, un tanto expresionista, está sustentada por grandes espacios! a los que quiebran los ,acentos" de formas familiares -la canoa, un cajón de pescados, el rancho, las redes, un islero- y a los que enmaracan la vigorosa síntesis matérica de tierra., cielo, agua y nubes.
Becario de la provincia en 1962, la distinción le sirvió para remontar el Paraná, desde nuestras tierras hasta el Paraguay y Brasil. Y desde allí, Matías Molinas afirma su imagen en la captación de bañados, lavanderas ribereñas, caseríos de humildes coloridos, gente de la costa y, por sobre todo, de un auténtico sentimiento del paisaje. Pero no un sentimiento folklórico, costumbrista o simplemente de registros naturalistas. El suyo (aunque a veces sus cromatismos alcancen una abierta vibración), es un sentimiento transustanciado de ese paisaje, una recreación sincera y a la vez profunda,_ un acuerdo plasticista de los recursos que ejerce con cuidado oficio.