Vinculación

“El desafío es aportar a profesionalizar las empresas y el Estado”

Miércoles 19 de noviembre de 2014 / Actualizado el jueves 20 de noviembre de 2014

Fue una de las conclusiones del Ing. Eduardo Matozo, secretario de Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo de una UNL, en relación a la vinculación de las universidades con el entorno.

“Investigación, transferencia de conocimientos e innovación”, fue el tema del panel integrado por Jaider Vega, docente - investigador en la Universidad del Norte, Barranquilla, Colombia; Guiherme Ary Plonsky, magíster y doctor en Ingeniería de Producción de la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo y el Ingeniero Eduardo Matozo, representando a la Universidad Nacional del Litoral. El moderador a cargo de la mesa fue Ignacio Fernández de Lucio, Profesor ad honorem del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, adscrito al Instituto de Gestión de la Innovación y del Conocimiento, de España.

Las tres ponencias se realizaron en el contexto del Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación, realizado desde el 12 al 14 de noviembre en la ciudad de Buenos Aires y organizado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

 

Transferencia de conocimientos adquiridos en la universidad

Este tema es una cuestión central que en las últimas décadas ha tratado de ser resuelto a través de iniciativas de vinculación universidad-empresa y de la creación de unidades de transferencia de resultados, entre otras estrategias. Un ejemplo concreto de este tipo es el Centro para la Transferencia de los Resultados de la Investigación de la UNL (CETRI-Litoral). Para compartir esta experiencia su iniciador y primer director, Eduardo Matozo, presentó a esta estructura en el marco de las líneas de acción de vinculación tecnológica de la mencionada casa de estudios. Uno de los objetivos del CETRI es identificar fortalezas y capacidades científico-tecnológicas en el ámbito de la Universidad para transferirlas, en base a las demandas, al sistema productivo y gubernamental, estimulando el desarrollo empresarial para potenciar el crecimiento y la competitividad de una zona tradicionalmente productora y transformadora de bienes y servicios.


“La recuperación de la democracia en 1983, la autonomía y cogobierno en las universidades, permitieron gestionar desde adentro la ciencia y la tecnología, es decir, empezar a hacer ciencia adecuada a las necesidades regionales”, comentó Matozo sobre el contexto del surgimiento del CETRI. En los años 90, con la colaboración de la Universidad Politécnica de Valencia, que tiene una gran experiencia en este tema, se tomó la decisión de crear una estructura dentro de la Universidad, es decir, desarrollar un modelo propio. Para esto la UNL cuenta con la ventaja de tener gran potencialidad en investigación y poseer institutos de doble dependencia con el CONICET.


CETRI – Litoral

El CETRI, que este año cumplió 20 años de trabajo continuo, es una estructura de referencia en el diálogo entre la universidad, las empresas y el gobierno. Cuenta con recursos humanos capacitados para llevar adelante diversas actividades de gestión que facilitan la interacción de los actores participantes en los procesos de innovación.

Durante su presentación Matozo destacó las principales fortalezas de la UNL que hacen posible la vinculación con el sector socioproductivo, entre ellas el “contar con objetivos políticos coherentes en su aplicación y sostenidos en el tiempo; con una masa crítica de 2900 docentes-investigadores; una oferta tecnológica de gran desarrollo en diversas áreas; contar con 11 Institutos de doble dependencia con el CONICET;  tener desarrollo de  normativas flexibles, efectivas y transparentes; desarrollo de un sistema de gestión adecuado; mecanismos de contratación transparentes, ágiles, rápidos y flexibles que se adaptan a las necesidades de cada institución; desarrollo de una estructura de interfaz adecuada al contexto y por último una alta calidad en los recursos humanos especializados en la temática”.

 

Cumplir desafíos

Además, Matozo quien tiene amplia trayectoria en el trabajo en vinculación tecnológica y a partir de su trabajo en redes temáticas (RedVITEC, PILA), analizó también algunos desafíos que se presentan al conjunto de las universidades latinoamericanas.

“El desafío de las universidades argentinas es contribuir a la profesionalización de las empresas y el Estado; en ese sentido la formación de los graduados es fundamental porque ellos son el primer agente de cambio, son quienes que pueden aportar conocimientos generados en la Universidad”, remarcó Matozo reforzando la importancia de los programas institucionales de inserción de los graduados en el tejido socio productivo y el Estado. “Otro de los desafíos importantes en Latinoamérica es promover la generación de emprendedores y emprendimientos, por ejemplo las pocas empresas que investigan biotecnología en Argentina son Spin-off del sistema científico tecnológico, corresponden al 90%”, concluyó el Ingeniero sobre la relevancia de formar emprendedores que conozcan las nuevas tecnologías.

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