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La película El Código Enigma, que competirá el 22 de febrero por ocho Oscars, trata sobre la vida del matemático Alan Turing, quien contribuyó enormemente al desarrollo de la informática. A pesar de sus aportes, es uno de los científicos menos populares: “Fue un hombre al que no se le reconocieron todos sus logros”, según Leonardo Giovanini, Investigador del Conicet y docente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

“Posiblemente sea uno de los científicos menos conocidos y menos populares, a pesar de la película que se hizo sobre él, pero con una contribución muy importante para la sociedad, porque no se podría pensar en la computadora moderna ni en la ejecución de programas sin pensar en Turing. Además de matemático, era criptógrafo, es decir, se dedicaba a descifrar mensajes secretos de los alemanes. Es por eso que la película se llama El código Enigma. Turing debía hacer muchas tareas de manera tediosa. Es por eso que buscó la manera de hacerlo automáticamente. Así fue que se desarrollaron los conceptos básicos en los que se basan las computadoras modernas”, indicó Giovanini, de la Carrera de Informática de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la UNL.

Según agregó el investigador, Enigma era una máquina descifradora utilizada por los alemanes. “Tomaba el mensaje, desordenaba las letras y lo ocultaba para que quien lo interceptara no lo pudiera descifrar. Sin embargo, gracias al trabajo de Turing, de científicos ingleses, polacos y norteamericanos se pudieron descifrar los mensajes y, de esa manera, ganar la guerra y evitar que les hundieran los barcos a los ingleses cuando transitaban de Estados Unidos a Inglaterra llevando material de guerra”, recordó.

“Hay quienes dicen que la creatividad es hija de la escasez. Si uno compara los recursos de esa época en términos de capacidad de cálculo y de tecnología, eran muy pobres. Esa creatividad es la que lleva a Turing y a los demás científicos a desarrollar máquinas, utilizando sólo llaves, para resolver problemas que hoy sería muy fácilmente resueltos con un teléfono inteligente”, continuó Giovanini.

Al mismo tiempo, contó que luego de la Segunda Guerra Mundial Turing se desempeñó como profesor en la Universidad de Manchester, donde colaboró con el desarrollo de computadoras. “De hecho, uno de sus artículos más famosos era sobre cómo hacerlas, que es la arquitectura de las computadoras actuales, con una memoria, una unidad de proceso, una unidad de almacenamiento y una interfaz con el usuario”, indicó.

Los aportes de Turing

Giovanini expresó que la Segunda Guerra implicó grandes desarrollos tecnológicos. “Desde el punto de vista informático, vemos que en diferentes lugares del mundo aparecieron desarrollos en ese sentido: en Inglaterra, Estados Unidos y Alemania aparecen computadores con fines científicos, que son los antecesores de nuestras computadoras actuales”, consideró.

A la vez, destacó que el matemático británico fue, junto al norteamericano Norbert Wiener, uno de los padres de la inteligencia artificial. “Son los padres del concepto de ‘programa’, una forma de implementar un algoritmo, que, a la vez, es una receta para hacer algo. Ellos plantearon entonces una automatización para hacer las cosas. De este modo, vieron que si podían resolver problemas con recetas, podían implementar la inteligencia en una máquina. Es donde comienza la discusión sobre el concepto de inteligencia artificial”, aseveró.

Reconocimiento

“Turing fue un hombre al que no se le reconocieron todos sus logros. Hay mucha gente que ha hecho contribuciones, pero que han quedado ocultas. Sin embargo, cuando usamos un procesador de datos o de textos, por ejemplo, debemos pensar que fue gracias a personas como Turing y otros. Ese olvido se debe a que él trabajó con secretos de guerra, temas de los que no podía hablar. No era alguien tan popular como Einstein, que trabajó en temas muy abstractos, pero que era un personaje muy público por la forma en que probó su Teoría de la Relatividad”, afirmó Giovanini.

Sin embargo, destacó que la figura del científico, que fue condenado a la castración química debido a su homosexualidad a los 39 años y se suicidó dos años después, en 1954, fue retomada por otros aspectos no relacionados con sus aportes, sobre todo por el perdón de la reina Isabel II, en 2013, o las disculpas del primer ministro Gordon Brown, en 2009.

“La película ayuda a rescatar a una de las personas que más contribuyó con el desarrollo de la informática, a la par de Norbert Wiener y John Von Neumann. Son personas desconocidas, pero nosotros trabajamos a partir de sus contribuciones”, finalizó Giovanini en diálogo con Radio Portable (LT10).