Discusión abierta

Mujeres en ciencia, un debate que no es matemático

Jueves 24 de septiembre de 2015 / Actualizado el jueves 24 de septiembre de 2015

En la reunión anual de la Unión Matemática Argentina, realizada en Santa Fe, se organizó una discusión sobre “Mujeres en la Matemática Argentina”. La secretaria de Ciencia y Técnica de la UNL participó en el debate y habló sobre el estado de la cuestión.

Durante una reunión de la International Mathematical Union (IMU), un miembro del comité ejecutivo preguntó si era necesario seguir trabajando para fomentar que más mujeres estudien matemática. Ante ese cuestionamiento, Alicia Dickenstein, profesora plenaria de la Universidad de Buenos Aires, Investigadora Superior del CONICET en el IMAS (UBA-CONICET) y una de las vicepresidentas de la IMU, lo invitó a levantar la vista y recorrer la larga fila de retratos de antiguos presidentes y secretarios ejecutivos, en los que había una sola mujer. No hizo falta ninguna palabra más ante una evidencia empírica tan fuerte.

Así comenzó la sesión “Mujeres en la Matemática en Argentina, discusiones”, organizada por Dickenstein y Liliana Forzani, profesora de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ-UNL) e investigadora del CONICET en el Instituto de Matemática Aplicada del Litoral, UNL-CONICET. El evento se realizó en el marco de la reunión anual de la Unión Matemática Argentina (UMA), que este año se llevó adelante del 18 al 21 de septiembre en Santa Fe y contó con la presencia de Erica Hynes, secretaria de Ciencia y Técnica de la UNL, como invitada experta en el tema.

Consultada sobre su participación ante una audiencia compuesta por investigadores, docentes y estudiantes de matemática, y también por los presidentes (saliente y entrante), de la UMA, Hynes destacó que una ventaja de dirigirse a las comunidades científicas es que funcionan en base a la evidencia. “En ciencia se avanza criticando lo establecido mediante argumentaciones y pruebas; no existe el principio de autoridad. Cambiar de opinión si alguien demuestra un enfoque mejor, es un hecho valorado, no un problema. De manera que cuando uno puede poner en evidencia que hay desigualdad entre hombres y mujeres, la comunidad en general lo acepta y opera en consecuencia. En otros ámbitos como el político o el empresario, donde las decisiones no se toman de esta manera, es mucho más difícil dar estos debates. Desde la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNL estamos tratando de usar esa palanca para generar algún cambio”, indicó.

Lentes rosas por violetas

Con el aula colmada y ante una audiencia que, en su mayor parte, hacía las primeras aproximaciones al tema, Hynes planteó el primer desafío: “Lo primero que les voy a decir es que no es un problema matemático, no lo pueden resolver solos, necesitan personas expertas que los ayuden a elaborar acciones que tengan como objetivo operar sobre los mecanismos sociales que obstaculizan la equidad de hombres y mujeres en la matemática”, indicó

Después, fue anotando en el pizarrón algunos “hashtags” para organizar la discusión y plantear temas que se debaten a nivel internacional y que parten de reconocer que la problemática existe. “Basta cambiarse los lentes rosas del relato naif de la vida por los violetas de la perspectiva de género para ver que hay mucho por hacer para alcanzar una verdadera igualdad de oportunidades”.

Al cerrar su exposición fue el turno de las preguntas y el debate, momento que también sirvió para profundizar algunos de los puntos presentados por las expositoras.

Forzani destacó que pese a ser una convocatoria improvisada tuvo mucha más repercusión que la esperada dentro de la reunión de matemática. Sin embargo la investigadora se mostró cauta hacia el futuro. “No puedo negar que fue una jornada muy fructífera en intercambios y discusiones enriquecedoras y tentada de ponerme los “lentes rosas” me gustaría decir “y fueron felices y comieron perdices”, pero creo que estamos más cerca del “erase una vez…”, concluyó.

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