Ciencia y Técnica UNL

Autotransplantan parte de estómago a la vejiga de caninos

Martes 9 de noviembre de 2004

Investigadores de la UNL probaron la novedosa técnica con resultados positivos. La experiencia se realizó con un canino macho luego de un accidente. La técnica puede ser "muy útil" para casos de traumatismos.

Hasta el momento, los casos de ruptura de vejiga en perros podían solucionarse mediante intervenciones que acarreaban una serie de complicaciones postoperatorias. Médicos veterinarios de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) probaron una técnica novedosa, con muy buenos resultados: autoinjertaron una porción de estómago en la vejiga del propio canino y comprobaron que la técnica puede ser "muy útil" para casos de traumatismo.

La experiencia se realizó con un canino macho, mestizo, de 13 años, derivado por una ruptura traumática de vejiga, producto de un accidente. Al "paciente" se le practicó un autoinjerto de una porción del estómago en la propia vejiga, una técnica que "resulta muy útil para traumatismos de vejiga tal como en este caso", indican los investigadores en el trabajo "Cirugía ruptura vesical: autotransplante de un trozo de estómago", publicado en una revista de la especialidad (disponible en www.portalveterinaria.com.ar)

"El PH ácido del trozo de estómago controlaría las futuras infecciones urinarias", que sí surgen tras otras técnicas empleadas, dice el trabajo realizado por los médicos veterinarios Nelsa Widenhorn; Sandra Pepino, Mariana De Gennaro, Fabiana Tomatis, María Belén Costa, Horacio Gamero, con la colaboración del Dr. Carlos Peralta y del Bioq. Miguel Bortoloto.

El trabajo publicado se enmarca en una investigación que subsidia la UNL, en la que los veterinarios indagan en este nuevo procedimiento quirúrgico, que promete "evitar complicaciones postoperatorias que sí se presentan con las técnicas habitualmente empleadas", tal como lo indican los investigadores.

Una técnica novedosa

La ruptura de vejiga por accidentes es un hecho muy frecuente en los perros y en algunos casos es casi imposible restaurarla sin afectar la calidad de vida posterior. Habitualmente, se emplea el tejido del intestino para estas cirugías, lo que suele ofrecer dificultades postoperatorias que empeoran la calidad de vida del animal.

"El estómago es un órgano grande, con mucho tejido que puede quitarse para transplante", indicó Widenhorn. Además, "la utilización de estómago tiene la ventaja de evitar los problemas de contaminación que sí ocasiona la utilización del intestino", agregó, debido a que el PH del ácido del trozo de estómago es capaz de controlar las futuras infecciones urinarias.

Esta novedosa técnica, habitualmente empleada en la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV) de la UNL, "se puede practicar en otro animal, sobre todo en gatos", dijo Widenhorn. "En los felinos es común el Síndrome Urológico, y para curarlo debe tratarse la vejiga, que es realmente donde está el problema, y no en la uretra. En general se trata de hacer uretrostomía, pero esa técnica no resuelve el síndrome".

"Puede usarse además en los casos de pólipos y en aquellos casos en que la vejiga pierde su volumen (tamaño) y obliga al animal a orinar repetidas veces, ya que su capacidad es muy pequeña. O sea que se la puede utilizar como una nueva pared", agregó.

Algunos casos

Además de Nick, el "paciente" de 13 años cuya operación sirvió como documentación para el trabajo publicado, los veterinarios practicaron la técnica en una perrita que se rompió la vejiga y se fracturó la columna en un accidente, hace dos años.

"Cuando la operamos quedaba muy poco tejido viable de vejiga, por lo que decidimos autotransplantarla. La cirugía fue un éxito y la perrita todavía anda en la guardia dando vueltas con su carrito: nunca volverá a caminar pero mantiene la vida y nuestros alumnos de guardia se encargan de su cuidado", finalizó Widenhorn.

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