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A medida que nos adentrábamos en el camino que lleva a Alto Verde, el paisaje urbano se desvanecía poco a poco. Se esfumaban los edificios y las calles pobladas de autos. A los costados del asfalto se presentaban los árboles y las casas. Los perros, huérfanos de hogar, deambulaban soberanos por entre las mismas.
En el Centro de Salud “Demetrio Gómez”, ubicado en la calle Demetrio Gómez manzana 5, nos esperaba Enrique. Con una mirada traviesa y una sonrisa amable; con la predisposición a flor de piel, este estudiante de la Escuela Superior de Sanidad (ESS) de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y pasante del Centro de Salud nos llevó hasta donde estaban Cecilia y Roque.
Cecilia y Roque son egresados de la Escuela Particular Incorporada “Omar Rupp”, ubicada en Alto Verde. Ellos son dos de tres chicos de esa institución que han decidido ingresar a la Universidad este año.

Becas de estudio
Las condiciones actuales en las se vive en nuestra ciudad nos interpelan diariamente al observar los conflictos no sólo económicos sino también sociales, políticos y culturales; y la situación que se vive en Alto Verde no escapa a este panorama. Familias numerosas, desempleo y ausencia de escolaridad son algunos de los factores que hoy en día dificultan la inserción en la educación superior para los estudiantes de escuelas medias que viven en el barrio. “Yo vivo con mi viejo solo, y tengo siete hermanos”, contó Roque y explicó que “los más chicos van a la escuela, uno dejó y los más grandes ya tienen su vida, son changarines”. Por otra parte, la familia de Cecilia también es numerosa, son ocho hermanos que ya están trabajando y ella vive sola con su mamá. En este marco, resulta complejo imaginar un futuro que permita el acceso sistemático a la formación universitaria.
La UNL, a través de la Dirección de Bienestar Universitario, incorporó en el 2003 a su Programa de Becas de Estudio, las becas para Polimodal generando la articulación entre la escuela media y la universidad; haciendo de puente para aquellos que no tienen los medios económicos necesarios para sostener sus estudios de grado.
En un informe realizado por la Dirección y con la colaboración de especialistas en Trabajo Social, surge la importancia de dar cuenta de las instituciones y destinatarios con los que se trabajan debido a la lejanía espacial y simbólica respecto de a la universidad que allí se generan. “Nos imaginamos entrar en la universidad, pero pensamos que rara vez se dan esas oportunidades”, respondieron Cecilia y Roque a la pregunta sobre qué piensan de esta nueva etapa donde se les presenta la posibilidad de comenzar una carrera de grado dentro de una universidad.
La casa de estudios es consciente de la problemática que los chicos sugieren en su discurso y es por ello que lleva cuatro años trabajando para que las condiciones de acceso a la universidad sean mayores y mejores. De esta manera, desde la Dirección se ha conformado un grupo de trabajo de la mano de profesionales que se encarga de llevar información a las escuelas, entrevistar a los estudiantes interesados, realizar monitoreos, facilitar los formularios para que los alumnos puedan inscribirse a las carreras en el período establecido por la universidad y realizar un seguimiento durante todo el primer año de la carrera.
En este sentido se trabaja con la idea de que, debido al tratamiento dentro de una población con alto riesgo socio-económico, se necesita no sólo la adjudicación de una beca de ayuda económica mensual sino también instancias de acercamiento a la Universidad, de contención personal. Teniendo en cuenta esto y considerando el concepto de educación en tanto derecho inalienable, el Programa de Becas se plantea como objetivos posibilitar el acceso y permanencia a los estudios superiores de manera igualitaria y aportar a la relación entre universidad y escuela en pos de una mayor interacción entre las instituciones.