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El miércoles 13, en la sala del Consejo Superior, se realizó el acto de entrega del título Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional del Litoral (UNL) al profesor doctor Jesús Santamaría Ramiro. Presidió la ceremonia el rector de la UNL, Albor Cantard, y lo acompañaron el decano de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ), Enrique Mammarella, y el representante de la Universidad de Zaragoza, Ricardo Ibarra García.
Cantard señaló que Santamaría se ha destacado por una brillante actividad docente y de investigación, ha dado lugar en su laboratorio a docentes de la UNL, que han devenido en una innumerable cantidad de investigaciones conjuntas durante los últimos 20 años. “En su dilatada actividad científica ha producido más de 200 artículos en revistas internacionales, numerosas patentes, y ha dirigido y dirige más de 40 tesis doctorales. Ha sido decano de la Facultad de Ciencia de la Universidad de Zaragoza”, citó como ejemplo de la trayectoria del español.
Cantard destacó la “calidad humana” de Santamaría, una “virtud que trasciende al medio, a las acciones de servicio y que son, con justicia, reconocidas en la distinción Doctor Honoris Causa de nuestra Universidad”.
Por su parte, Ibarra García indicó que Santamaría “ha sido una pieza clave en el ámbito universitario” español. “Me gustaría destacar su entusiasmo. Es un entusiasta en los ámbitos de la vida y en el de la investigación”, sostuvo.
A su turno, Mammarella comentó que en el país no es común distinguir con el título de Doctor Honoris Causa un investigador proveniente de una disciplina como la ingeniería química. “Mucho tiempo me llevaría reseñar su actividad académica”, aseveró. “Hoy le pedimos que sea uno de los nuestros, que nos ayude y que esté a nuestro lado para mejorar la docencia, la investigación y la gestión”, concluyó.
Finalmente, Santamaría recibió de manos del rector el título de Doctor Honoris Causa de la UNL, considerando su amplia trayectoria como docente e investigador. El académico español cuenta con más de 60 proyectos en su haber, 193 artículos, 14 patentes, 22 tesis doctorales y más de 300 comunicaciones a congresos. El grupo que dirige en el Instituto de Nanotecnología de Aragón integra la exclusiva red Ciber – BBN (Biotecnología, Biomateriales y Nanomedicina). Además, lleva diez años desempeñándose como editor de una de las revistas más prestigiosas en la órbita de la ingeniería química (Chemical Engineering Journal). También se destaca en su carrera el ser asesor del instituto Max-Planck en Alemania

Conferencia
Una vez concluida la distinción, Santamaría brindó la conferencia “Nanociencia: la nueva frontera”. “La nanociencia es un campo absolutamente fascinante porque tiene la capacidad de cambiar nuestra vida. Hemos tenido varias revoluciones científicas y tecnológicas en nuestra historia, en el siglo XIX la máquina a vapor, la física cuántica, la teoría de la relatividad, la revolución de los computadores, la biotecnología, esta es la siguiente revolución”, recalcó Santamaría.
La nanotecnología se trata de manejar la materia a niveles de menos de 100 nanómetros (es decir, la millonésima parte de un milímetro). “A nivel nanométrico pasan cosas espectaculares”, afirmó.
Se trata de un mundo en el que es posible manipular y “palpar átomos, algo impensado hace 50 años”. Hoy son más de 2.000 los productos nanotecnológicos en el mercado que forman parte de la vida cotidiana. “La raqueta que usa Rafa Nadal está reforzada por nanotubos de carbón, lo que aumenta la resistencia disminuyendo el peso. Las cremas de protección solar tienen nanopartículas de dióxido de titanio”, ejemplificó.
La rápida expansión de este nuevo mundo significa nuevas promesas a la vez que desafíos. “La medicina pronto no será ni parecida a la que conocemos”, pronosticó. La precisión y selectividad se presentan como las claves en futuros tratamientos “fundamental en los más agresivos, como contra el cáncer”.