Es una propuesta que se enmarca en el formato de un programa piloto, financiado por el Programa Polos Audiovisuales y realizada por el Nodo Litoral. Consiste en relatos unitarios, que transcurren en una mítica habitación de hotel bajo la mirada de un misterioso conserje. El equipo de realizadores y actores es íntegramente local, y se grabó en escenarios de la ciudad.

El proyecto de “Habitación 13” surgió en el marco de la convocatoria “La Fábrica de TV” que desde el Programa Polos Audiovisuales promueve la producción de nuevos formatos para la televisión digital, y fue llevado a cabo por productores y realizadores del Nodo Audiovisual Tecnológico (NAT) Litoral, coordinado por la Universidad Nacional del Litoral.

Este primer capítulo de “Habitación” muestra cómo será el programa, en el caso de que llegue a su realización: una serie de relatos independientes que se articulan en la lógica misteriosa del hotel donde transcurren, a través de la mirada del conserje, único personaje que aparece en todos los capítulos. El estilo del relato se inscribe en las claves de la comedia de enredos, el drama y la comedia negra, con guiños al espectador que revelan lo ficcional de las historias y en ocasiones, permiten anclar el relato en un contexto local.

Tal como ha sido concebido desde “La Fábrica de TV”, si el piloto pasa a la siguiente etapa, el NAT Litoral tendrá la oportunidad de realizar algunos capítulos para canales locales que estén interesados en su transmisión, los que serán en parte financiados por el Programa Polos. Los materiales –como parte de las políticas del Programa Polos- también alimentarán el Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentino (BACUA).

El Programa Polos Audiovisuales Tecnológicos es impulsado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios (MINPLAN). Dentro del mismo, el Nodo Litoral se conforma con una treintena de agrupaciones, organizaciones, ONGs, organismos públicos y educativos, bajo la coordinación de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), encargada de llevar adelante las políticas que se imparten desde el programa.

Los realizadores

Las instituciones que participaron de la producción de “Habitación 13” fueron el Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales (ISCAA); la Asociación de Realizadores Audiovisuales de Santa Fe (ARAS); la Fundación Cinemas; la Municipalidad de Santa Fe; el Instituto Superior Nº 12 “Gastón Gori”; la Asociación de Prensa de Santa Fe (APSF); la Dirección de Comunicación Institucional, y el Instituto Superior de
Música (ISM) de la Universidad Nacional del Litoral. El set del programa piloto se montó en el Salón de Usos Múltiples (SUM) del Molino Marconetti.

El guión, dirección y montaje del programa fueron realizados por Agustín Falco y Arturo Castro Godoy; la dirección de Producción estuvo a cargo de Marcela Zilli; mientras Atilio Perin y Vito Saez realizaron las direcciones de Fotografía y de Arte, respectivamente.

El actor Raúl Kreig encarna al conserje del hotel, al que se sumaron en el programa piloto, los actores Guillermo Frick, Marta Defeis, Rubén Von Der Thüsen, y Selma López.

Historias de hotel

En el primer capítulo de la serie se dan cita un grupo de personajes arquetípicos, que de manera casual cruzan sus historias bajo la mirada del conserje: un ladrón inexperto y desesperado, una pareja de amantes, y una esposa despechada.

“La idea es mostrar una televisión completamente local, que la gente pueda identificarse con los personajes o con algunas temáticas que la hagan verse reflejada.”, dijo Arturo Castro Godoy en referencia a los personajes del programa, y agregó: “Si bien en este capítulo nadie tiene una camiseta de Colón, ni se escucha una canción de Los Palmeras, la idea es que sin llegar a ese punto, la serie tenga ciertas marcas que son por nuestra parte una cuestión de honestidad. Como realizadores, escribimos y filmamos en base a lo que vivimos, entonces si somos conscientes de lo que estamos haciendo, los personajes van a ser santafesinos, y no correntinos o porteños”.

En ese sentido, Agustín Falco coincidió en que “la garantía de que los personajes sean locales, es que sean creíbles. Lo local y lo regional no tiene que ver estrictamente con lo típico, ni con lo pintoresquista. Hay cuestiones locales que a veces se cuelan, pero que no son necesariamente centrales. Y si uno lo fuerza, lo que resulta es poco creíble o natural. Por eso en “Habitación 13” cuando aparece una imagen del noticiero, la referencia es al programa de noticias local y no a Telenoche”, ejemplificó.

Mucho más que un conserje

Para describir los rasgos característicos de la serie, ambos realizadores se refirieron al personaje del conserje del hotel, por su carácter metalingüístico y el vínculo que establece con el espectador. En ese sentido, Arturo Castro Godoy destacó “las referencias al espectador, al hecho de que están viendo un programa de televisión, y que la gente que está actuando son actores que hablan un guión estudiado. Hay un trabajo con eso, como un cierto manierismo de revelar el artificio que hay detrás de todo lo que se está viendo. Creo que esa metatextualidad, que Raúl Kreig trabajó tan bien, hace que su personaje sea interesantísimo”.

Agustín Falco estuvo de acuerdo con esa caracterización y agregó que “hay una puesta en la que se denuncia que es televisión, pero al mismo tiempo tampoco se pretende lograr un distanciamiento muy grande del espectador. Ese es el mayor desafío porque muchas veces se ven productos que son de género, con pautas aprendidas, generalizadas pero que no enganchan al espectador, no emocionan. Si bien esto recién empieza, todo el trabajo que se hace dentro de la habitación cobra impulso y no se contamina del distanciamiento que plantea el personaje del conserje. Son dos espacios que son un contrapunto, pero donde uno no arruina al otro”.

En esa línea, Falco reflexionó que “una de las cosas que uno podría llegar a pensar es que esto de plantear un programa de televisión donde se está revelando el artificio, parecería una pretensión demasiado intelectual, pero ocurre que dentro de los lenguajes audiovisuales eso se da de manera común en el lenguaje televisivo, e incluso de manera más frecuente que en el cine. Se ven muchos programas, de diversos géneros, donde eso está puesto en valor”.

Experiencia piloto

De la etapa previa a la filmación, los realizadores destacaron la importancia de las clínicas, en especial la de guión, dictada por Omar Quiroga. Al respecto, Arturo Castro Godoy señaló que “trabajamos mucho alrededor de la figura del conserje. En base al nuevo papel que obtuvo, mucho más central, orientador y funcional en lo que es el armado de la serie entera, reescribimos casi todo el material que teníamos. La serie está concebida como relatos unitarios e independientes, que hacen a cada capítulo especial, y que están en una macro historia que tiene que ver precisamente con el conserje, que los engloba a todos, y los resignifica”.

Así, los cambios en el guión, llevaron a modificar otros aspectos del proyecto que se había planteado originalmente. En ese sentido, Castro Godoy explicó que “en un producto de este tipo, el guión lleva una carga muy fuerte sobre sus hombros, y condiciona mucho a las otras áreas. En cine, en algunos tipos de largometrajes, u otro tipo de televisión, el guión es como una guía y sobre eso se trabaja, pero en
este caso tenía que estar mucho más pulido y terminado”.

Por último, a manera de balance de la experiencia de filmación del programa piloto, los realizadores valoraron los ajustes en los tiempos de filmación, que permitirán optimizar los recursos disponibles en caso de que el producto pase a la siguiente etapa de “La Fábrica de TV”. En ese sentido, Agustín Falco consideró que “con los tiempos de filmación nos fue bien, considerando que estábamos más acostumbrados a un tipo de rodaje cinematográfico, lo que implica ciertas ventajas y desventajas: una de las ventajas es que le pudimos imprimir al episodio una estética bien cinematográfica que le da cierta sensación de que tiene factura técnica, una imagen profesional; pero por otro lado los tiempos son diferentes, por eso también fue una buena experiencia para que en las próximas oportunidades podamos afinar un poco más los tiempos, y trabajar con menos tomas”.