Erupciones volcánicas

Chaitén: ¿las cenizas pueden llegar a Santa Fe?

Viernes 9 de mayo de 2008

Expertos de la UNL explican que las partículas expulsadas por el volcán chileno pueden llegar al cielo santafesino. Este tipo de fenómeno no es extraño en la historia geológica de la región.

“No sería extraño que las partículas lleguen a Santa Fe si se dan determinadas situaciones sinópticas, es decir, de circulación atmosférica. Puede haber vientos del sudoeste a 5.000 o 6.000 metros de altura que pasen por la zona del volcán y luego pasen por Santa Fe”, comentó el Dr. Norberto García, experto climatólogo, docente e investigador de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Las erupciones volcánicas liberan a la atmósfera productos que –dependiendo su tamaño y peso- pueden mantenerse en suspensión durante mucho tiempo. El destino de estas cenizas está sujeto a la circulación general atmosférica, de acuerdo con la dirección de los vientos prevalentes. “En el caso del volcán Chaitén, los vientos prevalecientes en altura son del oeste o sea que lo que va a hacer es llevar los productos de la erupción -tan lejos como lo permita su peso- pero siempre hacia el este, hacia nuestro territorio”, explicó el climatólogo.
“No nos sorprende que la ceniza volcánica (partículas de tamaños micrométricos) alcance áreas distantes a más de mil kilómetros de la cordillera, dado que ha ocurrido en el pasado geológico”, indicó la Dra. Daniela Kröhling docente e investigadora en geología de la UNL.

¿Qué son las cenizas?
Las cenizas son el material más pequeño y fino que arroja la actividad volcánica. “Este material llamado piroplástico puede tener diferentes tamaños. Las partículas más pequeñas rondan los 20 a 40 micrones (milésimas partes de milímetro) y se perciben como polvo al tacto”, contó Kröhling.
Las cenizas están conformadas por un material típicamente volcánico que se llama “vidrio volcánico”. Observadas bajo el microscopio puede observarse la estructura de los fragmentos que es, en general, puntiaguda. “Por el tamaño y la forma de los granos tan finos afecta las vías respiratorias y se acumulan en ellas –comentó la geóloga-. Por otra parte hay que considerar la composición química que puede tener el material piroplástico que no solamente es vidrio volcánico. Sin embargo, vale aclarar que en esta zona estamos muy lejos del centro de salida de esos materiales, se dispersan muchísimo y no es para alarmarse”.
Por otra parte, las cenizas repercuten en el clima. La cantidad de partículas que son incorporadas a la atmósfera pueden producir un “efecto invierno”, es decir, alterar la temperatura normal. Las partículas impiden el paso de la luz y ésta se difunde; por lo tanto, las temperaturas no suben por efecto de la radiación solar tanto como normalmente ocurre en ciertas horas del día. A escala diaria, eso ya se está sintiendo en el país.

Cenizas en la llanura
“La cordillera andina es una de las zonas más activas del planeta, y que tiene numerosos centros volcánicos activos e inactivos. Este fenómeno a escala humana es llamativo, pero a escala geológica es normal”, señaló Kröhling.
La presencia de cenizas volcánicas en la región de la llanura pampeana no es un evento aislado. “Hemos encontrado con buena frecuencia estratos o capas de ceniza volcánica (en su mayor parte vidrio volcánico) aflorantes en barrancas naturales, algunas con espesores de varias decenas de centímetros”, comentó la geóloga.
En algunas épocas recientes de la historia geológica, la gran llanura argentina y áreas vecinas hacia el norte y el este han recibido también importantes volúmenes de material piroclástico fino procedente de la cordillera patagónica andina.

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