Centenario

La puesta en valor suma tecnología a la Manzana Histórica

Viernes 24 de mayo de 2019 / Actualizado el lunes 27 de mayo de 2019

La Manzana Histórica renueva las nervaduras que aportan las energías necesarias para su funcionamiento en la superficie, acorde a los avances tecnológicos del siglo XXI y en compromiso con lograr una mayor sustentabilidad.

“Las casas bonitas tienen una geografía fácil, en ellas te orientas de inmediato”, dice el italiano Antonio Tabucchi. El escritor está describiendo construcciones del Mediterráneo, pero su sentencia es fácilmente verificable al recorrer el edificio que habita la comunidad universitaria del Litoral, la Manzana Histórica de la UNL, declarado Monumento Histórico Nacional por Ley 27.416.

Y esta disposición espacial de acuerdo a ejes simétricos responde a los principios reformistas que dieron origen a la UNL, que camino a sus primeros 100 años ya comenzó con las tareas de puesta en valor de su Manzana Histórica.

Luego de las instancias de diagnóstico y estudio de los más de 500 planos para proyectar el proceso de restauración, está a punto de finalizar la siguiente etapa: las obras que acompañan a la puesta en valor de los 4.958 metros cuadrados a preservar.

Paradójicamente son las obras no visibles a simple vista, sino que van a despejar la morfología para que reluzca, aún más, su esplendor y su característica de edificio monumental. Se trata del recambio del sistema de refrigeración de toda la Manzana, de los desagües y de todo el cableado de la fibra óptica.

 

Obras que no se ven

A partir de ahora, la refrigeración de toda la Manzana Histórica se hace a través de un sistema denominado Volumen de Refrigerante Variable (del inglés Variable Refrigerant Flow), para lo cual se instalaron 87 unidades evaporadoras en oficinas y espacios de circulación y servicios interiores. Se instalaron 3.000 metros líneales de cañería de cobre y la misma cantidad de metros de caños de desagüe.

Se retiraron 38 aires tipo ventana que estaban colocados en las fachadas internas y externas del edificio y 38 aires Split y sus motores ubicados en las galerías, que fueron inventariados y se reubicarán en otras unidades académicas de la UNL u otras instituciones.

La obra demandó una inversión de $11.433.422, 5 meses de planificación y 11 meses de ejecución que están a punto de terminar.

“En la selección del sistema de climatización, para lo que contamos con asesoría de especialistas, se tuvo especial cuidado en reducir al mínimo el impacto visual de las instalaciones y la afectación funcional y formal de los espacios tanto interiores como exteriores. Asimismo, se consideró muy importante porque es un edificio público, facilitar las tareas de mantenimiento tanto preventivo, como programado del sistema”, aseguró María Laura Elías, arquitecta especialista en ciencia y tecnología del patrimonio, quién está a cargo del proyecto en conjunto con la Oficina de Planificación Edilicia, a cargo de Ramiro Piva, y la Dirección de Obras y Servicios de la UNL en su conjunto, de la que está al frente Marcelo Saba.

Los motores de este sistema de refrigeración tampoco están a la vista, sino que se ubicaron estratégicamente en las terrazas del 2° piso. La tarea, ya concretada, demandó el armado de andamios rectangulares que permitieron subir los equipos sin entrar en contacto con las paredes del edificio, para resguardarlas de todo daño posible.

Este sistema implica, además, una reducción significativa del consumo eléctrico. “A su vez se actualizó la tecnología en cuanto al uso de fluidos refrigerantes amigables con el medio ambiente”, afirmó Elías.

“Las principales cañerías de gases como las de desagüe de agua de condensación se han ubicado en las cámaras de aire bajo los pisos o sobre los cielorrasos en los espacios de buhardilla, realizando canalizaciones mínimas dentro de las oficinas. De esa forma se ha logrado esconder la mayor parte de las instalaciones del sistema”, indicó la Arquitecta.

Además, permite también su programación remota y la selección de unidades interiores (evaporadores) acorde a los requerimientos espaciales y carga térmica de cada local (tamaño y potencia de los equipos). Permite la selección libre de temperatura en cada espacio.

“El trabajo comenzó por los aires acondicionados que era lo más agresivo para el edificio, y a medida que vamos terminando etapas, se va planificando los futuros rubros a intervenir que se desprenden del proyecto general”, completó Ramiro Piva para luego agregar que entre las tareas a corto plazo programadas se encuentra la de instalar una rampa sobre calle 9 de Julio para garantizar la accesibilidad del edificio mientras transcurra esta etapa de puesta en valor de la Manzana Histórica.

También para 2019 se planifica el reacondicionamiento de todos los cuerpos de sanitarios de Rectorado.

 

Fibra óptica

Al mismo tiempo avanza la primera etapa del nuevo cableado de fibra óptica en la planta baja del edificio, un proyecto que encara el área de Telemática, que es de donde provienen los cableados que abastecen a toda la Universidad.

Este sistema pasará de ser aéreo a ser soterrado, pasará bajo la calle, lo que impactará en el aspecto exterior de la Manzana Histórica y a la vez asegurará menos riesgos al sistema de fibra óptica.  Actualmente está en etapa de licitación, el soterramiento de las cuatro instalaciones de fibra óptica que alimentarán a  la Manzana Histórica, la torre de medios pronta a inaugurarse sobre calle 9 de Julio, una para LT 10 la radio de la Universidad que estará en esta torre, y la del área de Informática.

“El objetivo es acompañar toda la puesta en valor del edificio con los trabajos de infraestructura para garantizar que los trabajos perduren en el tiempo”, aseguran Piva y Elías, quienes están colaborando con Telemática en esta etapa de trabajo.

 

Más tecnología, mejor acústica

Hacia el interior del edificio también se realizan obras. Se dotó de nuevo equipamiento de audio y proyección tanto al Paraninfo como al Consejo Superior de la UNL.

“Con la asesoría de un experto en sonido de Buenos Aires, quien realizó las recomendaciones necesarias, se instaló el nuevo equipamiento de audio en el Paraninfo que permitió mejorar su acústica notoriamente, y a la vez se cuidó toda la ornamentación de este espacio universitario”, explicó la arquitecta.

A este espacio que ha albergado dos convenciones constituyentes en esta casa de altos estudios, también se lo dotó de un sistema de proyección de última tecnología, que incluso permite proyectar en 3D.

En cuanto al Consejo Superior se renovó todo el equipo de audio, lo que incluye micrófonos y parlantes. “La tecnología hoy por hoy también permite instalar equipamiento de menor volumen que es también menos agresivo con los espacios, y la Universidad tomó la decisión de realizar esta inversión significativa en equipos de última generación en el mercado”, asegura Elías.

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