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La Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) trabaja desde el año pasado con jóvenes rugbiers del seleccionado santafesino, para mejorar su nutrición y estado general de salud. La actividad se originó a partir de un convenio firmado en 2011 con la Unión Santafesina de Rugby (USR), a través del cual se comprometieron a trabajar en conjunto para mejorar el perfil alimentario de los rugbiers amateurs.
"A través de la tarea interdisciplinaria de las cátedras ‘Evaluación Nutricional’, ‘Nutrición Deportiva’ y ‘Práctica Profesional’ comenzamos a trabajar en diferentes etapas”, explicaron las directoras del proyecto y profesoras de la Licenciatura en Nutrición, Sandra Ravelli y Silvia Fredes. “En primer lugar nos dedicamos a evaluar a los deportistas, realizando mediciones, encuestas y determinando su composición corporal. A través de esto pudimos realizar un diagnóstico del estado nutricional de los jugadores”.
En una segunda etapa se realizaron intervenciones nutricionales y charlas educativas. “A través de talleres participativos nuestros alumnos avanzados pudieron poner en práctica sus conocimientos y los deportistas conocer qué hábitos pueden mejorar. La idea no es cambiar radicalmente su modo de vida, sino que, a través de una educación nutricional adecuada, puedan ir adaptando algunas conductas importantes para el rendimiento deportivo (hidratación, alimentación antes y después de la competencia, suplementación, etc.), de acuerdo a sus necesidades específicas”, manifestaron Ravelli y Fredes. "En este año pasaremos a una tercera etapa que consiste en repetir estas mediciones para evaluar el impacto de la educación nutricional”.

Estado nutricional
Esta propuesta forma parte del Programa de Desarrollo Juvenil de Rugby, una iniciativa que apunta a que los jugadores juveniles, de entre 16 y 17 años mejoren su estado nutricional y desarrollen así su máximo rendimiento deportivo.
Al respecto, Javier Lottersberger, decano de la FBCB reveló que “hoy cualquier deportista de alto rendimiento debe encarar su entrenamiento no sólo desde la nutrición sino desde todas las ramas de la salud, fundamentalmente si quiere practicarlo durante mucho tiempo, previniendo déficits y lesiones”.
Con respecto a la cooperación mutua, Lotterberger afirmó que “nuestra meta es siempre transferir a la sociedad cada vez más lo que hacemos”. A su vez, rescató que este tipo de convenios permite también a los alumnos llevar al campo lo que aprenden en las aulas y laboratorios.

Nuevos caminos
”Desde lo institucional este tipo de trabajo conjunto es muy importante, ya que sienta un precedente para que el Licenciado en Nutrición puede insertarse en nuevos ámbitos”, expresan las docentes Sandra Ravelli y Silvia Fredes. Lo más usual para los nutricionistas es trabajar en consultorios, clínicas u hospitales, pero es importante recalcar que la nutrición deportiva es un campo de trabajo en crecimiento. “En nuestro país y en nuestra región contamos una tradición deportiva muy rica, por lo que es un campo fértil en el cual los nutricionistas podemos insertarnos”, explican las docentes. Es así que algunos de los alumnos que estuvieron trabajando en el proyecto ya fueron contratados clubes de rugby y de fútbol. ”Esta es una profesión joven y el nutricionista debe abrirse su propio camino porque muchas veces no se conoce el gran aporte que este profesional puede hacer en diversas disciplinas”, sostienen Ravelli y Fredes.