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Este sábado 17 a las 21 continuará la nueva temporada  de la Comedia UNL producción 2017, “La Jauría de las damas”, de Adrián Airala, en la Sala Maggi del Foro Cultural UNL, 9 de julio 2150. La obra se podrá disfrutar también el viernes 23 y el sábado 31 de marzo. La propuesta fue seleccionada durante la última convocatoria “Espacio de Representación” organizada por la Secretaría de Cultura de la UNL en el marco de Trayectoría. Las entradas costarán $100 generales.

Marisa Alejandra Ramírez es actriz, promotora socio cultural en teatro y maquilladora profesional. Actualmente trabaja en 5RTV, el canal provincial como maquilladora. Participó en obras como “Rey Lear”, dirigida por José María Gatto; y “Bernarda, ni un gesto de indulgencia”, adaptación del clásico de Federico García Lorca "La Casa de Bernarda Alba", con dramaturgia y dirección de Exequiel Maya. Actuó en varios grupos santafesinos independientes y fue dirigida por grandes personalidades del teatro como Jorge Ricci, Rubén Von der Thusen, Walter Alemandi y Exequiel Maya, entre otros.

Con la convocatoria 2017 de “Espacio de Representación” se encontró por primera vez con Adrián Airala para interpretar la última edición de la Comedia UNL junto a Adriana Rodríguez, Susana Formichelli y Najla Raydan. Al respecto, habla sobre su personaje, la experiencia en la obra y sus particularidades.

-¿Cómo fue tu llegada al proyecto?

-Fui convocada por Adrián para ser parte de una nueva iniciativa de su grupo África. Fue un proyecto complejo  cuyo texto fui conociendo en principio por teléfono y mensajes de texto que se presentó como difícil pero que tomé como un gran desafío.  La obra es una comedia oscura con mucho humor ácido con toques de política y religión, entre otros temas. Los personajes se presentan como gárgolas, entidades, mujeres u hombres. No se sabe muy bien lo que son pero sí se proclaman como las hacedoras de los males del mundo en un espacio atemporal.

-¿Qué particularidad presenta tu personaje?

-Siniestra parece ser tonta e ingenua en comparación con los otros personajes pero debajo de su máscara conserva un gran secreto. La obra tiene el atractivo de que van sucediendo cosas muy extrañas todo el tiempo. No podría decir que me identifico con mi personaje pero a pesar de las maldades que ocasiona destaco su pasión por lo que ella quiere lograr, que es luchar por lo que cree justo.

-¿Cómo procesaste ese contenido en el trabajo previo?

-La instancia de los ensayos fue bastante especial ya que estábamos con el director que también fue el dramaturgo de la obra. Él tenía una explicación para cada cosa de su texto. Estudiarlo fue difícil. Tenemos monólogos larguísimos. La figura del matriarcado toma el  protagonismo y trabajamos eso mucho corporalmente y a través de debates sobre cosas con las que quizás no estábamos de acuerdo.  Fue un intenso trabajo de investigación y lectura ya que tuvimos que convivir con títulos y autores que quizás no habíamos leído nunca. Por eso estamos seguros de que si el público no capta la idea de los que se intenta transmitir al menos va a estar atrapado por lo que está viendo porque además de texto tiene mucha imagen.

-El proceso de la Comedia trajo consigo instancias previas de tutorías, ¿cómo se involucraron con esa metodología?

- Fueron instancias de muchos nervios ya que nos encontramos con un jurado y no podíamos desprendernos de esa constante observación. Fueron etapas duras pero con mucha expectativa y gracias a ellas la obra fue mutando.  Con las sucesivas tutorías entendimos que quienes estaban como referentes nuestros eran espectadores y que todo lo que nos decían podía ser tomado por Adrián como no. Fue siempre productivo.

-¿Cómo se preparan para afrontar esta nueva temporada?

-El tramo será largo pero es muy bueno tener la posibilidad de tener este proyecto que ya se estrenó y que tiene asegurada tantas funciones. Esto es algo que quizás en grupos independientes suele ser más a pulmón. No obstante, con este proyecto tuvimos un tiempo que nos corrió desde el principio hasta su estreno en el Argentino de Artes Escénicas. Pensábamos que nunca llegaríamos al final del texto porque uno siempre cree que la obra nunca está lista para estrenar. Por esta misma razón siempre vamos a poder agregar algo que consideremos importante. Siempre el proyecto va a seguir creciendo.