Desarrollo de la UNL

La tecnología HB4 de resistencia a la sequía, eje de una jornada

Martes 13 de noviembre de 2018 / Actualizado el miércoles 14 de noviembre de 2018

Investigadores de la UNL-CONICET desarrollaron una innovación que permite a la soja hacer frente a las condiciones de sequía. Esta tecnología, ahora aplicada a la semilla de trigo, será objeto de reflexión en una jornada el jueves, en Pergamino.

Especialistas del agro reflexionarán acerca de un desarrollo tecnológico que implica una verdadera revolución para el sector agropecuario y que ya trasciende las fronteras del país, para posicionarse en el mundo como la primera en su tipo. Se trata de la tecnología HB4, que permite obtener semillas transgénicas más tolerantes a la sequía y con mayor productividad, desarrollada por un grupo de biólogos moleculares e investigadores, liderados por la investigadora Dra. Raquel Chan, del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) perteneciente a la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en alianza con la empresa argentina de biotecnología agrícola Bioceres, que es la organizadora de la jornada que se hará el jueves 15 de noviembre, en Pergamino.  

El primer gran logro fue para la soja. A partir de un desarrollo tecnológico denominado HB4, es posible obtener semillas más tolerantes al estrés hídrico y con mayor productividad. Este gen mejora la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés, sin afectar su productividad. Con ello, la soja resistente a sequía llegaba al mercado. Ahora, se espera que dicha tecnología sea aprobada para el cultivo de trigo. “Se trata de trigo transformado con una construcción genética, capaz de expresar un gen de girasol que le confiere tolerancia a estrés hídrico severo o moderado, pudiendo así, estabilizar los rendimientos en áreas que experimentan problemas recurrentes de sequías, al mejorar hasta en un 20% los resultados, con respecto a las variedades de cultivos tradicionales”, explicó Chan. El valor diferencial, de estas plantas, según indicó la investigadora, reside en la característica de producir más granos cuando la temporada es seca y no presentar penalidades comparadas con sus controles, en caso de no haber sequía.
Cabe destacar, que este desarrollo aplicado al cultivo, es pionero en su tipo, a nivel mundial y ofrece a los productores una solución a los problemas causados por la sequía en los sistemas productivos y la disminución de las consecuentes pérdidas agronómicas y económicas.  “En vistas de que es difícil predecir las condiciones climáticas, es una tecnología de mucha utilidad ya que disminuye significativamente las pérdidas por sequía, sin generar desventajas nutricionales o ambientales”, agregó.

Un camino largo

“El camino transitado fue largo y tortuoso”, así lo describió la investigadora que tuvo a su cargo el desarrollo. El comienzo se inscribe en los laboratorios del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (UNL-CONICET), que en sus inicios funcionó en distintas cátedras de la FBCB y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL, con docentes investigadores de CONICET. Allí, este equipo estudia, hace más de 15 años, las distintas formas de adaptación de las plantas al medio ambiente.
En particular esta tecnología surgió de un proyecto de investigación básica llevado adelante en la Cátedra de Biología Celular y Molecular, de la FBCB, a partir del cual, en el año 2004, se logró patentar una construcción genética que contenía el gen de girasol Hahb-4.  
“A través de un convenio que expresó una alianza público-privada entre la UNL,  CONICET y la empresa Bioceres, y fusionando los aportes de las partes, emprendimos un proyecto basado en transformar especies de interés agronómico, maíz, alfalfa, trigo y otros cultivos, con el gen Hahb-4, y ensayar su tolerancia a la sequía y el estrés hídrico”, explicó Chan.

Las etapas subsiguientes, según su recorrido, implicaron la selección de transformantes con buen rendimiento, estudio de su comportamiento en el invernadero, elección de la mejor línea transformada, ensayos realizados en 9 campañas y en más de 50 ambientes, en distintas localidades con regímenes pluviométricos variables, la introgresión en variedades de elite y, finalmente, todos los ensayos requeridos por las autoridades regulatorias correspondientes. En todas las etapas, que llevaron varios años, intervinieron especialistas en distintas disciplinas como la biología molecular, la genética, la agronomía y la bioinformática, entre otras. En 2012, se logró la optimización de la tecnología y se patentó el gen modificado HB4.

Transformar la historia del trigo

El trigo HB4 ya cuenta con los dictámenes favorables tanto de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), como del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), y se está en proceso de espera a  que  la Dirección Nacional de Mercados Agropecuarios emita la aprobación para dicha tecnología, aplicada al trigo, en función de analizar el impacto comercial de ser el primer país en el mundo en liberar una semilla de estas características. Cabe mencionar que, en el caso de la soja HB4 se aguarda la aprobación de China para su comercialización. “El desarrollo está finalizado y demostrada su inocuidad ambiental (aprobada por SENASA) así como su inocuidad toxicológica y equivalencia nutricional (aprobada por la Comisión Nacional de Biotecnología, CONABIA, dependiente de la secretaría de Agroindustria). Asimismo la tecnología se ha introgresado en variedades de elite y estaría lista para su comercialización.  No obstante, a pesar de las muchas demostraciones experimentales de que la tecnología no produce daño ambiental ni a la salud humana o animal, ésta no ha sido aprobada por la oficina de mercados. Esto ha generado pérdidas cuantiosas a los productores que no pudieron sembrar este trigo en las campañas con intensa sequía. Lo mismo sucedió con la soja H4 que tiene la misma tecnología. Según los comentarios de las autoridades, temen ser el primer país que salga al mercado con trigo transgénico y que los mercados de exportación cierren sus puertas. Sin embargo, no hay estudios serios que indiquen dichos peligros y la empresa ha ofrecido hacer los trámites regulatorios en los países que la autoridad indique. El futuro dependerá esencialmente de decisiones políticas de las autoridades nacionales. Todo lo que se pudo hacer desde la Ciencia y la Tecnología, ya fue hecho”, contextualizó Chan.

Jornada sobre la tecnología HB4

En este escenario, este jueves 15 de noviembre, en la localidad de Pergamino, se realizará una jornada sobre la tecnología HB4, cuya consigna es: “Llega el evento que cambia la historia del trigo, y vos podés estar en primera fila”. La jornada es organizada por la empresa Bioceres y la firma francesa Florimond Desprez, a través de un jointventure denominado Trigall Genetics, gestado para desarrollar y comercializar variedades de trigo con biotecnologías de segunda generación en Sudamérica. La instancia está destinada a reflexionar acerca de las perspectivas agronómicas que, esta nueva generación de trigo, proyecta a futuro. Se prevé también, compartir con los asistentes, algunos resultados de ensayos a campo,  tanto en tolerancia a sequía como en control de malezas.

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