La tecnología y sus alcances solidarios

Dentro de los usos cotidianos del término tecnología se inscribe el preconcepto de que se trata de dispositivos que comunican, y muchas veces lo hacen para divertir o distraer a la población. Sin embargo vimos que la tecnología es mucho más que eso: cura , educa, alimenta… todo depende de cómo se la emplee. Las tecnologías producen problemas o los resuelven, según su uso y su proyección ética sobre la vivencia de las personas afectadas.

 

Para los que aterrizan en el mundo de los «social media», no es sencillo conocer para qué sirve cada una de las redes sociales. Es más, muchos no superan la cuenta de Facebook. Pero antes de lanzarse al mar de las redes sociales y la web 2.0, convendría un análisis de la importancia de cada uno y de los beneficios reales que pueden aportar como canales de comunicación y de trabajo colaborativo.

A continuación les presentamos una infografía que sintetiza la utilidad de las redes sociales como canales de comunicación.

 

Por otro lado, las redes ponen en escena problemas graves de adicción y dependencia, que no necesariamente son generadas por las redes mismas, sino evidenciadas por ellas. Te acercamos otra infografía donde se pueden observar algunas estadísticas sobre estos usos.

 

El debate que surge entonces es el siguiente: ¿Por qué las tecnologías tienen usos diferentes?, ¿estos usos dependen o no del usuario (de sus problemas o intereses)? Cuando juzgamos a las tecnologías, ¿juzgamos su existencia en nuestra vida contemporánea o a las acciones de los usuarios? ¿Seríamos igualmente productivos para una comunidad o igualmente nocivos para nuestra salud con o sin las tecnologías?

En 2016 la empresa Adidas, en colaboración con el grupo de conservación Parley, lanzó en un modelo de zapatillas elaboradas a partir de la basura recogida en los océanos. Se trata de una edición limitada llamada Adidas x Parley diseñada con motivo de celebrar el Día Mundial de los Océanos que tuvo lugar el 8 de junio de ese año.
Este par de zapatillas de running está hecho con los desechos de plástico recogido en las zonas costeras de las Maldivas, así como con redes ilegales recuperadas del fondo marino. La compañía desarrolló un sistema que tiene la capacidad de procesar estos materiales para convertirlos en fibras con las que fabricar el calzado.

El hilo de plástico reciclado resultante fue bautizado con el nombre de Parley Ocean Plastic, tiene un color verde y se fue utilizado para recubrir la parte superior de las zapatillas. La fabricación se llevó a cabo mediante un método conocido como «Tailored Fibre Technology», una técnica que permite diseñar el calzado de manera personalizada para adaptarlo a las necesidades individuales de cada atleta.
Adidas y Parley anunciaron el inicio de su colaboración ya en 2015. Su proyecto tiene la finalidad de concienciar acerca de la contaminación de los océanos, así como demostrar que la basura puede ser reciclada para transformarse en un objeto útil, funcional y estético.

 

Vemos entonces cómo es posible hacer un producto para el mercado teniendo en cuenta el medio ambiente. En este sentido podríamos pensar que este caso muestra que el capitalismo y la sustentabilidad no son mutuamente excluyentes: la ciencia, la tecnología y el arte se pueden articular para desarrollar objetos de consumo que a su vez no sean agresivos al medio ambiente. La pregunta que se deriva de esto es ¿por qué, existiendo estas iniciativas, todavía subsiste la idea de que la contaminación del medio ambiente es producto del abaratamiento de costos de producción? Vemos cómo este caso muestra lo contrario…

Los casos que siguen plantean cómo las tecnologías reconocen al otro y responden a sus problemas. Se trata de usos específicos de dispositivos tecnológicos de libre acceso que están disponibles en muchas partes del mundo. Con ellos se pudo construir una red de personas y responder a una necesidad gracias a esos vínculos.

LA NACIÓN. ¿Las redes sociales potencian la solidaridad?

CLARIN. Miles de voluntarios multiplican la solidaridad en las redes sociales

CNN. Edición español. Celulares que ayudan a salvar vidasŸ

BBC Mundo. Móviles: una revolución en la salud

 

Campo Justo es una experiencia de pobladores de una región rural de Colombia, que emplean las nuevas tecnologías para situar su propuesta a nivel mundial. Entre sus propuestas, se valen de dispositivos digitales para documentar sus tradiciones nativas y sus desarrollos en materia de producción de alimentos. Con esta experiencia no sólo difunden una filosofía de vida, sino que también crean redes para responder de manera solidaria a las necesidades de otras poblaciones.

Las protestas contra el gobierno de Egipto en 2011 fueron organizadas a través de las redes sociales, y permitieron demostrar el alcance que tienen las tecnologías emergentes en la participación de la ciudadanía. Gracias a esta accesibilidad, no sólo los jóvenes pudieron organizarse, sino también adquirir visibilidad nacional y mundial, haciendo conocer al mundo sus críticas condiciones de vida. Este proceso es lo que se conoció como la Revolución 2.0.