El arte como productividad social

El arte, casi como ninguna otra práctica humana, es social por definición. Pese a que existe el estereotipo del artista como un excéntrico solitario y aislado de su contexto, en cada producción artística hay huellas de otros sujetos (del pasado y del presente) y situaciones que la determinan (históricas, sociales, culturales, políticas, económicas, etc.).

En 1962, el semiólogo italiano Umberto Eco publicó Obra abierta. En ese texto se preguntó qué tenían de diferente las obras de arte, en comparación con las clásicas pinturas que se acostumbra a ver en los museos. Una de las respuestas que ofreció fue que, a diferencia del arte clásico, el arte contemporáneo necesita que el espectador complete la obra con su presencia, su mirada activa y su intervención. Dada esta participación, entonces, cada obra termina significando lo que cada espectador puede pensar y construir, y su significado queda abierto a quien se relacione con la obra…

Te mostramos algunas de las obras de “Ghosts, Underpants and Stars” cuya curaduría estuvo a cargo de Torafu Architects en el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio (2013)

Sobre este concepto de obra abierta reflexionaba Gyula Kosice en su artículo La obra abierta y los nuevos mitos del arte.

Cuando hablamos del Arte como productividad social no nos referimos solamente a un grupo de personas que se reúnen a hacer arte… también tenemos en cuenta aquellas producciones en la que se reúnen diversos conocimientos generados en el pasado y que se vuelven actuales en una obra. De esta manera, el conocimiento de otros se vuelve actual y ayuda a que una obra de arte genere nuevo conocimiento, aunque ya no estén presentes los autores originales. Así un saber genera otro, y ese otro uno nuevo, pese a que los autores hayan vivido hace sigloe invitamos a ver el cortometraje animado «Historia de las flores», dirigido por Azuma Makoto, que habla del ciclo de la vida. Notarás que las imágenes se parecen mucho a las ilustraciones de los manuales de botánica antiguos. De esta manera el saber ancestral se vuelve actual. Observá que entendemos de lo que habla: ¿por qué este texto fílmico no necesita recurrir a las palabras para contar una historia?

 

También te invitamos a conocer más sobre este artista. ¿Sabías que gracias a él hay flores en el espacio exterior? Su proyecto conjuga el arte con varios saberes científicos y tecnológicos, y se denomina EXOBIOTÁNICA.

 

ŸMarta Minujín es una de las representantes del Arte Pop en Argentina. Su producción internacionalmente conocida, además de ser planteada como una protesta a los cánones establecidos de la sociedad de consumo, implica siempre la participación del público. En este video ella habla de Julio Cortázar y de su novela Rayuela (1963), y cómo creó su exposición en la plaza del Palais Royal (Paris) para que el público juegue.

 

En 1985 realizó una serie de fotografías con Andy Warhol, representante del Arte Pop norteamericano. En esa performance realizaba el Pago de la deuda externa como protesta a la opresión económica que se estaba ejerciendo sobre Argentina luego del desfalco económico realizado por el gobierno militar saliente.

“Llevé todos los choclos, hice una montaña, pusimos dos sillas y nos sacamos diez fotos. Yo agarraba el choclo, él subía, yo se lo ofrecía y él lo aceptaba. Así la deuda externa quedaba paga. Pensando que yo era la reina del pop por estos lados y él, el rey del pop por allá, tenía sentido que saldáramos la deuda. Después regalamos los choclos firmados a la gente. Esa fue la última vez que lo vi. Murió dos años después.”

El Cine con Vecinos es una iniciativa artística que se inició a principios de los años 90 en la ciudad de Saladillo (Buenos Aires), a partir del trabajo de los cineastas Julio Midú y Fabio Junco. Se trata de una actividad en la que participan vecinos en la creación de filmes, ya sea actuando o bien participando en algunas de las etapas de producción, aprovechando las tecnologías disponibles. Los vecinos que participan ya protagonizaron más de veinte largometrajes de ficción y cortometrajes. Actualmente la Fundación Cine con Vecinos promueve la replicación de la experiencia, promoviendo la realización de films de ficción en distintos provincias. Este es un caso de producción colectiva de un producto artístico, donde todos los participantes aprenden aspectos técnicos, actorales y de gestión mientras realizan sus propias películas y cuentan sus propias historias.

El último mandado (2006) es un largometraje de ficción dirigido por Fabio Junco y Julio Midú. Realizado con la participación de vecinas y vecinos de la ciudad de Saladillo, y protagonizado por Ellen Wolf y Lucas Midú. El film se estrenó en el Festival Nacional de Cine con Vecinos de ese año y se exhibió en numerosos festivales internacionales como el Mar del Plata Film Fest y el Latinoamericano de Toulouse. Fue producido por la Fundación Cine con Vecinos para su difusión gratuita.

Existen también experiencias a nivel internacional, donde las tecnologías disponibles permiten la comunicación y trabajo colaborativo. Uno de esos casos es Playing for change, donde músicos y cantantes profesionales, amateurs y callejeros se unen para interpretar una misma canción. Lo hacen desde sus lugares de origen y conservando las propiedades interpretativas de sus culturas. Para ello se valen de diversos medios de registro sonoro y visual, y de la voluntad común de relativizar las fronteras geopolíticas y las diferencias culturales. Se encuentran así en una productividad social compartida, en representación de toda la humanidad, su diversidad y sus inagotables capacidades creativas.

Playing for change, “Chanda mama” (2010)