Desde el primer estatuto de la UNL de 1922, la extensión quedó plasmada como una responsabilidad de los universitarios con su comunidad, asumiendo un compromiso ético y político con la democratización del conocimiento y la cultura. El trabajo sistemático e ininterrumpido con organizaciones civiles, sectores productivos y distintos niveles del Estado la ubican hoy como un referente ineludible a la hora de pensar en el desarrollo de la región.

A partir de programas, proyectos y prácticas de extensión se abordan las más diversas problemáticas sociales desde miradas interdisciplinares, el trabajo en equipo, el diálogo con la comunidad, la interpelación a las políticas públicas y el pensamiento crítico. La integración con la docencia y la investigación se promueve desde la gestión a través de dispositivos específicos que atraviesan el currículum y permean las agendas de las investigaciones.

Cursos de formación, capacitación en oficios y ciclos artísticos y culturales forman parte de la oferta permanente que dispone la Universidad.

Resultados de 25 años de trabajo con la comunidad (1995-2020):

807 proyectos de extensión ejecutados
333 Prácticas de Extensión de Educación Experiencial

+ 1.250 convenios con organizaciones públicas y sociales
+ 20.000 estudiantes
+ 500 docentes involucrados
+ 5.000 voluntarios

9 programas de extensión:

  • Alimentos de interés social.
  • Ambiente y sociedad.
  • Delito y sociedad.
  • Derechos humanos.
  • Economía social y solidaria.
  • Equidad en salud.
  • Educación y sociedad. Hacia una mayor inclusión educativa.
  • Género, sociedad y universidad.
  • Historia y memoria.

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