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En el marco del VI Foro de Graduados de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), se realizó una conferencia sobre los 30 de años de autonomía universitaria constitucional, que se conmemora por la Reforma de 1994. La investigadora del Conicet, María Luz Martiarena, y el doctor por la UBA en gestión universitaria, Gonzalo Álvarez, dialogaron junto al rector Enrique Mammarella sobre la historia y la actualidad de la universidad pública argentina.

La actividad fue de modalidad híbrida y contó con la participación virtual de Martiarena, mientras que Álvarez estuvo presente en el Consejo Superior de la UNL junto al público.

Al comenzar la conferencia, Mammarella indicó que el objetivo del Foro es “encontrarse, dialogar y poner en sintonía a algo muy importante que tiene la UNL que son sus graduados, que están en el país o en el exterior desarrollando su actividad y transformando la realidad en su región”. El rector también sostuvo que los graduados son embajadores de la universidad pública pero también “son el producto orgulloso que da cuenta de la calidad y del trabajo que se realiza al interior de las instituciones”.

Conocimiento y desarrollo

La exposición de Martiarena se denominó “Conocimiento y Desarrollo: cómo avivar la llama” y planteó un recorrido por las necesidades en el vínculo entre los saberes que genera y produce la universidad y los aportes que hace a la sociedad. “El conocimiento y el crecimiento no implican indispensablemente bienestar social ni desarrollo”, explicó y señaló que “tenemos que pensar cómo conectar el conocimiento con el desarrollo de un país, y hacerlo de manera federal”.

La especialista remarcó que es relevante revisar qué cosas se desean discutir desde la universidad para formar ciudadanos. En esa línea, aclaró que cuando los conocimientos que se introducen en la sociedad responden a demandan locales, aportan mayor calidad. “El éxito del conocimiento se da en la medida en que impacta en el desarrollo regional”, indicó. Por esta razón, para Martiarena son sumamente importante las regiones como sitios de aplicaciones de esos conocimientos que se generan.

Autonomía constitucional

Gonzalo Álvarez brindó su charla “La constitucionalización del modelo reformista de universidad” y rememoró la historia y la conquista de la autonomía y la autarquía universitaria en Argentina. “Hace 30 años, un 11 de agosto en el Paraninfo que está en este mismo edificio, la Asamblea Constituyente votaba la incorporación de la autonomía y la autarquía de las universidades y con eso saldaba un siglo de debates en torno al tema”, explicó. “Detrás de esto había una idea, un modelo reformista que entendía la autonomía en un sentido amplio que tenía en cuenta la investigación, docencia y extensión, la libertad de cátedra, el acceso a cargos a través de concursos, la periodicidad en esos cargos, el pluralismo, la gratuidad, la democracia y el cogobierno”, agregó.

Luego del recorrido por el pasado para entender las características de la autonomía aprobada hace 30 años, Álvarez indicó que “es un buen ejercicio reflexionar sobre qué sería hoy de los debates sobre la universidad si no se hubiera aprobado la autonomía en aquel momento”, y agregó “¿Qué sería de la agenda actual a cargo de cualquier decreto o DNU de un presidente?”.

Para el doctor, es importante darle a la Reforma Constitucional de 1994 la “magnitud de la decisión política que fue”. “Es una protección entre la relación del gobierno con las universidades”, explicó y en esa línea detalló que al contrario de lo que podría creerse, la autonomía de las instituciones es una responsabilidad para quienes sean gestores. “Bajo ningún punto de vista la autonomía implica privilegios para los universitarios, es lo contrario, es una responsabilidad porque tienen el deber de construir una universidad con los valores del modelo reformista”.

Por último, Álvarez destacó que la universidad debe ser una herramienta para transformar la sociedad en la que está inserta y trabajar para el pueblo, y advirtió que “no debe ser un ámbito para que los universitarios nos miremos a nosotros mismos”. En ese sentido, sostuvo que las ideas de la reforma universitaria no hacen referencia a algo consolidado y estático, sino a un “conjunto de principios que nos indica una forma de construir la universidad en contacto permanente con la sociedad”.