Rompiendo barreras
“Hay que integrar al sordo a la práctica deportiva”
Lunes 23 de noviembre de 2009
Así lo sostiene María Fernanda Díaz y agrega que “hoy el discapacitado tiene que adaptarse al contexto, cuando en realidad es el contexto el que tiene que adaptarse al discapacitado. Díaz, sorda de nacimiento, tiene tres títulos de profesorados y es licenciada
“Siempre se puede lograr lo que uno quiere. Las metas no son imposibles”, esa es la idea fundamental que vino a transmitir María Fernanda Díaz, en el marco del Ciclo Pensar el Bienestar, en el Predio UNL-ATE. Y ella lo asegura desde su experiencia.
María Fernanda es sorda de nacimiento, sin embargo esa barrera física y cultural con la que nació no le impidió progresar, estudiar, formarse y vivir como una persona como cualquiera. Ella rompió esa barrera. Estudió, tanto la escuela primaria como la secundaria, en una escuela para oyentes y también estudió a nivel superior. Si bien tuvo situaciones complicadas que atravesar, de discriminación y situaciones lógicas de adaptación, María Fernanda pudo, a través de la lucha y el empuje diario, graduarse de Profesora de Educación Física, Profesora Nacional de Expresión Corporal, Profesora de Educación Física para Discapacitados, Técnica Superior en Natación y de Licenciada en Educación Física.
“En todo lo que empiezo me quedo, por más que al principio a uno le cueste un poco más, pero la mayoría abandona”, explicó claramente. “Lo único que se requiere de las personas que oyen es un ‘vení’, ‘vamos’, ‘te acompaño’, hasta que el sordo se adapta al contexto, porque al final de un proceso somos todos iguales, al principio puede haber diferencias pero con el tiempo ya no se notan las diferencias y se genera un grupo de iguales” dijo.
Díaz visitó la Universidad Nacional de Litoral (UNL) para brindar la conferencia “Rompiendo las barreras del silencio: Una Experiencia Comunicacional”. La charla se basó específicamente en la adaptación, integración y participación de las personas sordas en las prácticas deportivas y cuáles son las herramientas que deben brindar espacios de recreación y deportes para hacer accesible el deporte a los sordos.
Diferentes pero iguales
Según Díaz la comunidad sorda es la mayoría de veces “bastante cerrada y arraigada a su cultura”, y esto es muchas veces por la falta de integración y de confianza tanto de parte de ellos mismos como del contexto. “El hecho de no contar con la confianza del otro, hace que nos encerremos en nuestra comunidad y que busquemos hacer deportes y demás recreaciones entre nosotros. Pero nos falta la organización, nos falta siempre un coordinador que nos lleve a formar un equipo o que nos lleve a conocer el reglamento deportivo y que nos entienda y hay muy pocos que puedan hacer eso, por eso los sordos participan muy poco de deportes”, explicó.
Hay muy pocos chicos sordos que van a participar en un equipo común, “el tema es que el técnico a veces crea inseguridad en el chico, porque siempre se está más abocado a la competencia, en ganar, en vez de participar en forma integrada”, aseguró la docente. “El preparador físico o el director técnico de un equipo tiene que conocer muy bien la cultura de la persona sorda y las características del cuerpo, de los movimientos para poder conectarlos y preparar actividades acordes a las discapacidades auditivas”, remarcó.
Si bien, Díaz, entiende que muchas veces para las personas que están a cargo de formar y entrenar equipos deportivos, no es fácil tener dentro de su grupo personas que tengan discapacidades físicas, ella entiende “ que hoy el discapacitado tiene que adaptarse al contexto, cuando en realidad es el contexto el que tiene que adaptarse al discapacitado”.