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En la coyuntura actual, marcada por la dilación del acuerdo paritario docente y retraso del salario del personal no-docente, como Decana y Vice Decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias hemos acompañado cada una de las acciones que desde las diferentes representaciones gremiales de los distintos estamentos universitarios tuvieron lugar en las últimas semanas. En particular, acompañamos el abrazo simbólico al Rectorado de la UNL promovido por APUL y la FUL, como así también estuvimos presentes en las clases públicas que tuvieron lugar en la explanada de rectorado convocadas por las agrupaciones estudiantiles, con el apoyo de ADUL y ATE Conicet. Al mismo tiempo, acompañamos la declaración que por unanimidad aprobara el pasado jueves 23 de agosto nuestro Consejo Superior en dónde toma posición respecto a la situación actual, en el que se señala que “…como universitarios del litoral, recientemente confirmamos nuestro compromiso con la Educación como bien público social en todos sus niveles, que, en cuanto tal debe ser asegurado por el Estado a través de un financiamiento genuino, sostenido en el tiempo y que dé cuenta de las necesidades del sistema universitario. Éste debe también garantizar el desarrollo de todas las funciones sustantivas de la universidad, así como su autonomía y, al mismo tiempo, asegurar el acceso y la permanencia de todo aquel que aspire a ser universitario”.

Nuestra gestión -que iniciamos en febrero de este año- ha planteado un espacio de puertas abiertas, donde cada uno de los integrantes de la comunidad de la Facultad ha encontrado el diálogo, la escucha y la canalización de iniciativas, como parte de nuestra tarea de gobierno. Durante las últimas semanas, y en particular en los últimos días, hemos mantenido reuniones con las diferentes agrupaciones que forman parte de la conducción del Centro de Estudiantes, y que tienen representación en el Consejo Directivo.

El 27 de agosto, en encuentro mantenido luego de la Asamblea Estudiantil, cuatro representantes del movimiento estudiantil transmitieron a la Decana y al Vicedecano que la modalidad de la toma garantizaría el ingreso del “personal no docente”, y que a los docentes que quisieran dar clases se los invitaría a que realicen una clase pública. En el mismo encuentro, se comprometieron a redactar las mociones votadas en la Asamblea a modo de petitorio que sería entregado formalmente en la mañana del día martes 28 de agosto.

En este marco, resulta sorpresivo un primer comunicado “Pliego de reivindicaciones” del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias, difundido a la comunidad universitaria y a los medios de comunicación pocos minutos después del encuentro con la Decana y el Vicedecano, y en el cual invocan personalmente a la Decana.

Llama la atención que ninguna de las reivindicaciones que allí se formulan refieran a la negociación paritaria de la gremial docente, como así tampoco a la situación salarial del gremio no docente, ni tampoco a una defensa del presupuesto universitario nacional, en línea con los reclamos de las últimas semanas. Muchos de los puntos enunciados refieren a atribuciones que le competen al Consejo Directivo, máximo órgano de gobierno de nuestra Facultad, cuyo funcionamiento garantiza la pluralidad, el debate y del que participan todos los claustros, incluido el estudiantil, ámbito que trabaja con regularidad. Otros de las peticiones han sido trabajadas y discutidas a nivel de los Departamentos, en donde se tomaron posturas en torno a los mismos, siendo este el primer ámbito de discusión y acuerdos. En definitiva, muchas de las reivindicaciones son competencia de otras instancias institucionales de nuestra Facultad, con las que como autoridades trabajamos diariamente, y en las cuáles están implicadas la representación de los distintos claustros -docente, graduados, personal no docente y estudiantil-.

Por la mañana del martes 28, un nuevo comunicado del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias señala que “en los inicios de la mañana, la misma [la decana] dio la orden a los trabajadores para que la Facultad tenga un normal funcionamiento…”, invocando en este hecho el “cierre de los canales de diálogo”. Ante este comunicado, nos vemos sorprendido con el cambio de postura unilateral respecto a la modalidad de la toma que nos habían transmitido en el encuentro de ayer lunes por la tarde.

Como Decana y Vicedecano no eludimos a la discusión ni tampoco a las responsabilidades de gestión que nos corresponde por haber sido electos democráticamente, a través de los mecanismos institucionales que el cogobierno reformista garantiza. No obstante ello, y ante el cambio de la modalidad de la toma, planteamos el cese de las tareas administrativas de la Facultad, dado que no se encuentran garantizadas las condiciones normales de trabajo del personal, con acceso vedado de hecho a las oficinas de atención al público y libre circulación en el interior del edificio. Creemos que los mecanismos institucionales vigentes en nuestra Facultad permiten canalizar y discutir cada una de los puntos señalados en los comunicados que circularon por redes sociales y diferentes medios, claro está, que eso es posible con la Facultad funcionando regularmente con todos sus estamentos y en todos sus ámbitos de gobierno y administrativos.

Finalmente, como siempre lo hemos expresado, creemos firmemente en el diálogo responsable y maduro entre todos los actores de nuestra comunidad. Por ello instamos a los dirigentes estudiantiles a rever la medida de toma de la Facultad para que podamos dialogar sobre todos los temas que forman parte de los puntos señalados en los distintos comunicados, y hacerlo en los espacios democráticos que la propia institución posee, y a los que nosotros como autoridades nunca hemos renunciado, y que por el contrario revindicamos para la constitución de una Facultad plural, con todos y para todos.