Este jueves

Arranca una nueva edición de los cafés científicos

Lunes 26 de abril de 2010

En 2010, los ya clásicos encuentros serán los últimos jueves de cada mes en la Chopería Santa Fe a las 19. En la primera cita se develarán los secretos sobre cómo las supercomputadoras pueden optimizar desde el diseño de un auto hasta la seguridad de un reacto

Sobre el fin de la tarde, en un ambiente distendido, vuelve otra forma de hablar de ciencia; los ya clásicos café científicos que convocan a investigadores y a todo público curioso interesado en ver con otros ojos la realidad cotidiana. Una vez más, la cita es en la Chopería Santa Fe (Bulevar Pellegrini esquina San Jerónimo) los últimos jueves de cada mes a las 19, con entrada libre y gratuita.
Se trata de una iniciativa para propiciar el encuentro entre la ciencia y la sociedad, organizada por la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación del gobierno de Santa Fe junto con la Universidad Nacional del Litoral (UNL), la Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional (FRSF-UTN), la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) y el Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Santa Fe.
En cada uno de los encuentros, que se sucederán hasta noviembre, los especialistas abordarán temas ligados a la vida cotidiana. También permitirán conocer cómo se hace ciencia en la ciudad. El primero de ellos se titula “Supercomputadoras en carreras” y estará a cargo del ingeniero Mario Storti, docente e investigador de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la UNL y del CONICET.

Supercomputadoras
Con la potencia de cálculo de cientos de miles de PC´s, las supercomputadoras son las herramientas para que los científicos trabajen en un campo llamado Mecánica Computacional. Así son capaces de realizar los cálculos necesarios para predecir la seguridad de un reactor nuclear, el tiempo de encendido del motor cohete de una nave espacial o la performance de un avión de combate o de un auto de carrera.
Con el tiempo, esta tecnología se ha hecho más y más común hasta usarse en aplicaciones diarias como el diseño de una botella de gaseosa o de un corpiño. Para lograr este grado de popularización, los científicos construyen hoy las supercomputadoras con componentes económicos como los de las PC´s de escritorio, y hasta provenientes de consolas de videojuegos.
“Lo que hacemos es lograr con las herramientas que tenemos y con las computadoras de las que disponemos, un resultado en el menor tiempo posible. Llegar a un resultado es fácil pero nuestro objetivo es obtener la representación del problema que de un resultado significativo en el menor tiempo posible”, adelantó Storti.
Las supercomputadoras, como explicó el ingeniero, hace enormes cálculos dividiéndolos en fragmentos más chicos. Cada procesador calcula un fragmento e interactúan entre sí.

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