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El rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Albor Cantard, y el decano de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ), Enrique Mammarella, recorrieron las obras de los contenedores que se llevan a cabo en el predio ubicado en el sector Este de la Ciudad Universitaria.

Estos espacios físicos fueron financiados con fondos provenientes de dos proyectos aprobados por el Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec) y para los cuales la UNL constituyeron consorcios públicos-privados. Se trata de una inversión de tres millones de pesos. Además, posibilitarán la realización de tareas de formación de recursos humanos, el desarrollo de investigación aplicada y la transferencia de tecnología.

En ese sentido, Cantard detalló que las obras se ubican en una parte del predio de Ciudad Universitaria, dentro de las 6 hectáreas recuperadas y refuladas dos años atrás. Son tres contenedores, uno que ya está terminado; otro que está en construcción de similares características; y un tercero proyectado que es fruto de un acuerdo entre el Parque Tecnológico del Litoral Centro, que ha cedido el terreno para el desarrollo de empresas TICs, y la Universidad. “Lo que está en marcha en estos dos contenedores es una planta de biogás y una planta de desarrollo y control de calidad de materia prima y productos elaborados”, explicó el Rector.                                                                                                                 

Durante la recorrida también estuvieron presentes el secretario de Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo, Eduardo Matozo; el director del CETRI-Litoral, Daniel Scacchi; el director de Obras y Servicios Centralizadas, Marcelo Saba; y los investigadores José Molli y Eduardo Groppelli, responsables técnicos de los proyectos. 

Al respecto Mammarella sostuvo que por mucho tiempo la Universidad ha acompañado el desarrollo de emprendimientos que parten de una transformación de procesos productivos de sus laboratorios. “Este es un paso más en la posibilidad de acercar la ciencia, la investigación y el desarrollo con el sector productivo. Y, además, en un lugar tan adecuado, como es la intersección entre la investigación científica, de la UNL y  el CCT-CONICET y el desarrollo empresarial del Parque Tecnológico”, afirmó el decano de la FIQ.”, afirmó el decano de la FIQ. 

Matozo manifestó que en ese espacio se van a centrar proyectos de transferencia de la tecnología. Son ensayo del "pasaje de lo que se desarrolla en laboratorios a la construcción plantas piloto específicamente, para probar en una escala más grande proyectos que sean transferidos al sector productivo”.

Energía biomásica

Uno de estos consorcios está constituido por la Casa de Altos Estudios y las empresas Solamb SRL y SF Automatizaciones. Está orientado a la cogeneración de energía a partir del aprovechamiento de biogás de residuos de efluentes industriales. Para ello se construirá en uno de los contenedores, una planta a escala banco de producción y purificación de biogás (energía biomásica). El objetivo es obtener parámetros de rendimiento y rediseño para una futura planta piloto, que permitirá obtener metano biológico renovable. Esta obtención es una condición necesaria para el planteamiento posterior de conversión de la energía biomásica en energía eléctrica con opción a la producción de GNC Biológico.

En este contexto, y a los efectos de escalar el proceso de purificación desde escala banco a piloto e implementar un proceso piloto de co-generación de energía térmica y eléctrica, resulta necesaria la provisión continua de biogás a los efectos de obtener parámetros de funcionamientos a escala productiva.
Al respecto, uno de los investigadores a cargo, Eduardo Groppelli, dijo que la Universidad, a través de estos contenedores tecnológicos se inserta en una etapa más de desarrollo. “En este contenedor pretendemos desarrollar una planta piloto para la obtención de metano biológico renovable, que nos permitiría entrar a futuro en cualquier uso que se le da actualmente. Por ejemplo, inyectarlo en una red de gas natural o también ingresar al GNC, en este caso sería un GNC biológico”. 

Estudios para valorizar la producción de zanahorias 

El otro contenedor corresponde al consorcio constituido por la UNL, la empresa Val Mar y la Asociación para el Desarrollo del Departamento Garay (Prov. de Santa Fe), que tiene como objetivo generar alcohol, caroteno (colorante natural de la zanahoria) y otros subproductos a partir de zanahoria de descarte. Se ubicará el laboratorio de desarrollo y control de calidad de materias primas y productos elaborados, con equipamiento altamente especializado, donde se realizarán estudios que permitirán definir las variedades a usar a nivel industrial. 

“Este proyecto nace en la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) e implica hacer, entre otras cosas, un laboratorio de análisis para controlar la nueva especie de zanahoria que nosotros planteamos que se pueden incorporar a la zona y darle mayor valor agregado al producto”, sostuvo el investigador a cargo Molli, quien agregó que la ubicación del contenedor, al estar cerca de institutos y facultades, provoca que sea un lugar estratégico para poder avanzar en el proyecto.

En este laboratorio se llevará adelante al diseño mecánico y de detalle del equipamiento involucrado para el desarrollo de una planta piloto. El personal técnico de la UNL se encargará además de la supervisión del montaje de los equipos y de las tareas de asesoramiento en la puesta en marcha y operación de la planta piloto a montarse en las instalaciones que la empresa Val Mar posee en Santa Rosa de Calchines, como así también de la formación de los operadores de la planta.

El desafío del proyecto es transformar la zanahoria de descarte y bajo valor, en productos de mayor valor a usar en la industria alimenticia y cosmética, entre otras.

Algunos de los resultados generados en el marco de este consorcio se encuentran sujetos a protección presentados en la reciente solicitud de patente ante el INPI, “Proceso para la obtención de bioetanol y carotenos a partir de zanahorias de descarte”, cuyos autores forman parte del grupo de trabajo de la UNL.

Ubicación y detalles de los edificios

Los dos contenedores para actividades tecnológicas se encuentran ubicados en el sector Este de la Ciudad Universitaria, en el denominado área de crecimiento comprendida en las seis hectáreas refuladas, que sirven de soporte al crecimiento de las áreas académicas, espacios tecnológicos y de investigación.

El proyecto de urbanización del sector, estratégicamente vinculado al complejo CCT Conicet Santa Fe, prevé tres contenedores: el primero de ellos corresponde al de planta banco de biogas, el cual se encuentra completamente terminado; el segundo en plena ejecución es para el laboratorio de desarrollo y control de calidad de materias primas y productos elaborados; y el tercero proyectado es el denominado Contenedor TICs, que días atrás se firmó el convenio para llevarlo a cabo con el Parque Tecnológico del Litoral Centro - SAPEM.

En los tres casos, la tipología utilizada es la de Nave-Contenedor, que permitirá albergar estos proyectos que incluyen pruebas de concepto imprescindibles para transferir resultados de investigación a la faz productiva los proyectos, con total flexibilidad funcional y constructiva.
Cuentan con una planta libre de una superficie cada uno de aproximadamente 255, y una doble altura que les otorga la facilidad de realizar espacios futuros en entrepisos y la utilización de tabiquería removible para sectorizar áreas.

Ing. Gregorio Kleer

El contenedor de energía biomásica llevará el nombre de Ing. Gregorio Kleer. “Este 31 de agosto se cumplen 89 años que se graduó el primer ingeniero químico del país, egresado de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL. Nos parece importante destacar este hecho histórico a través de la imposición de este nombre”, resaltó el decano de la FIQ, Enrique Mammarella. El lng. Gregorio Kleer se graduó en 1926, con la defensa del proyecto "Instalación de una fábrica de jabón de tocador para una producción de 500 k diarios". Asimismo, tuvo una gran actuación durante su carrera como profesional, fue unos de los primeros profesores titulares por concurso de la Facultad y, además, ocupó funciones institucionales, como la de Consejero Directivo.