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Alicia de Alba carga con la responsabilidad de ser una intelectual comprometida con los problemas educativos. Defiende su condición de latinoamericana, lugar desde donde escribe y para quién escribe. Carga además con la responsabilidad de ayudar a pensar y construir instancias críticas de reflexión Á‚"“quizás por esa razón entre sus innumerables papeles se pueda advertir un pequeño almohadón que utiliza para descansar, al menos por un instante, su espalda cada vez que se sienta.

De Alba disertó Á‚"“junto a Adolfo StubrinÁ‚"“ en el Paraninfo de la UNL en el marco del Aniversario de la casa de altos estudios y estará presente en el II Congreso Internacional de Educación que comienza el miércoles 20 de octubre.

En un breve encuentro, en la comodidad de un café, la profesora mexicana profundizó sus perspectivas de pensamiento al tiempo que marcó el fundamental rol que tiene el intelectual para entender la crisis estructural por la que estamos atravesando.

- Á‚¿Las oportunidades son iguales para acceder a la educación superior?
- Evidentemente no hay igualdad de posibilidades. Por supuesto que hay que ampliar el acceso, pero además hay que hacer más significativo el trabajo de los universitarios. A nivel de sistema educativo deberíamos tener mayor participación a todos los niveles educativos. Los que nos dedicamos a la educación tendríamos que estar en más contacto para ir enriqueciéndonos e ir actualizando los contenidos, además de pensar en conjunto qué tipo de contenidos se deberían ir incorporando. Se habla de cambio y de transformación pero no se dice a dónde es ese cambio. No se habla de la crisis de desestructuración, del sistema de sistema y por lo tanto que no hay claridad en el rumbo. Los universitarios debemos colaborar en este sentido. El acceso es muy importante y también la función del sistema educativo y los universitarios.

- Á‚¿Necesitamos construir una pedagogía desde y para América Latina?
- Es muy importante esto porque tenemos la tendencia a copiar. En la última reforma educativa se copió, en este país, el modelo español. Es un problema que tenemos en América Latina. Sin embargo en este momento histórico tenemos una masa crítica para discutir al interior de cada país las alternativas educativas. Por ejemplo, la beta en investigación que está desarrollando Adriana Puiggrós con el "desarrollo socialmente productivo", es decir que la educación tiene que buscar formas pertinentes a las problemáticas que está viviendo.

- Á‚¿Cómo debería acompañar el curriculum esta intención?
- Un analista en curriculum tiene que ser un analista político. Lo peor que podemos hacer es copiar un proyecto curricular sin tener previamente un análisis político propio. Un ejemplo para graficar esto lo podemos encontrar en la reforma educativa de Estados Unidos. El sputnik soviético fue lanzado antes de que Estados Unidos pudiera hacerlo, entonces hubo que hacer toda una modificación al sistema educativo norteamericano para que Estados Unidos se pudiera poner a la cabeza de la conquista del espacio. Eso es tener claridad política. Se puede estar de acuerdo o no, pero tiene que mover todo el sistema educativo con un fin. En nuestro caso, el análisis debe ser analizado desde y para América Latina. A nivel curricular tenemos que superar esta concepción asistencialista de la pobreza, por ejemplo, e incorporar elementos que permitan la comprensión estructural de la pobreza

- Si bien es fundamental la construcción de un curriculum no se puede definir un país a partir de allí...
- No. La construcción de un proyecto político social es una tarea colectiva. El momento que estamos viviendo es un momento de crisis estructural generalizada que significa que la estructura se está desestructurando y que no se tiene claridad de cómo va a ser el nuevo sistema.

- Pero si bien no tenemos claridad sí podemos saber que va a ser diferente y que hay que incluir realidades que no se contemplaban...
- Exactamente. La tarea de esta construcción no será de un solo sector. Dice Laclau que es tarea de toda una generación, y yo le incorpore que una tarea de todas las generaciones vivas. Es importante tener herramientas intelectuales para leer lo que pasa en el momento que esto sucede y cómo podemos ir construyendo contornos de articulación para tener al menos tener proyectos para ir avanzando.

- Sin embargo, esto tiene su contracara y puede convertirse en un modo de negar la crisis
- Sí, se corre el riesgo de no salir al cruce de los problemas y de mantenernos protegidos en el porcentaje de la población al que pertenecemos en el que no estamos en un punto límite. Estamos más bien, los sectores académicos, en el porcentaje de la humanidad que tiene acceso a bienes simbólicos y materiales.

- Este privilegio de la intelectualidad a veces es utilizado para mantener esa brecha
- Las significaciones se construyen, la inclusión y la exclusión son construcciones. Lo importante es que tenemos que articular y relacionar este tipo de construcciones que nos permiten analizar la realidad y cruzarlos con datos gruesos como los que aporta el programa de Naciones Unidas para el desarrollo en sus informes anuales, que por ejemplo en el año 1992 aportó la imagen de la figura de champaña. Allí indica que el 20% de la humanidad consume el 80% de las riquezas y el 80% restante sólo el 20% y así va disminuyendo con esta figura de la copa de champaña.

- Tendencia que va a aumentar...
- La tendencia apunta a seguir distanciándose más. Hay una construcción de la realidad que tenemos, a través de los medios de comunicación, que recorta y hace invisible a este 80% de la humanidad.

- Á‚¿Cuáles son los caminos que debe abrir la educación en este contexto?
- La educación y los educadores son capaces de construir estructuralidad, elementos para identificarnos nosotros mismos. Sin embargo existe una tendencia a cerrarnos porque sencillamente se ve afectada nuestra identidad, nuestro bienestar, que es tan fuerte que se corre el riesgo de ni siquiera ser pensarlo. Se dice, entonces, que el problema de la exclusión no existe, porque es un problema que lo construimos como significante y que los que se llaman excluidos no se sienten como tales. Hay elementos que políticamente hay que poner para guiar ciertos elementos. Este deber no es exclusivo de los educadores sino de todos los actores políticos y también de las ONGÁ‚'s como por ejemplo saber si la población tiene educación, tiene salud, alimentación. Tenemos que salir al paso de estos problemas

- Necesitamos, entonces, más articulación entre organismos y entre los niveles de educación
- Más vinculados y más abiertos, sin caer en la noción de flexibilidad que alude a que diseñando de acuerdo a las necesidades de trabajo. Esto es una aberración. Sí tenemos que mantener puntos básicos de articulación que pueden estar en movimiento. Necesitamos una flexibilidad que incorpore nuevos elementos y teniendo claro que no existe ese gran proyecto con el cual nos podemos identificar. Pero sí hay proyectos comunitarios que funcionan en el contexto de crisis.

- Á‚¿El riesgo de este vacío es llenarlo de fundamentalismo?
- El fundamentalismo puede llevar a situaciones terribles. Se realiza esta situación imaginaria de cerrar el vacío, de llenarlo pero con posturas que no van a llevar a la superación de la crisis, sino por el contrario complejizarla más aún.

- Á‚¿Nos da vergÁƒ¼enza reconocer nuestra condición de latinoamericanos al momento de mostrarnos como intelectuales?
- No creo que sea una cuestión de vergÁƒ¼enza. Sin embargo hay muchos intelectuales que tienen dificultades para ser escuchados desde América Latina y por esta razón tiene que irse a otro lugar. Es difícil pero no es imposible revertir esto. El hecho de ser latinoamericano nos da ventajas en cuanto a la comprensión del mundo. Nuestra posicionalidad nos permite ver cuestiones que no se ven desde el centro. Estar tan centrado es una limitación. Si entendemos lo que implica hablar desde aquí es una ventaja. Afortunadamente existen áreas que sí tienen reconocimiento, por ejemplo la literatura. A nivel científico es donde más difícil, sobre todo en el campo de las ciencias exactas y naturales. No porque no existan grandes científicos, sino porque ahí sí las condiciones de nuestros países no le permiten desarrollar la labor que sí les permite los países europeos o Estados Unidos