De interés para los productores
Detectar la roya de la soja para evitar pérdidas
Lunes 27 de diciembre de 2004
La Facultad de Ciencias Agrarias viene trabajando en la detección de la enfermedad. La Red de Información de Interés Agronómico fue fundamental en el proceso. Detalles, información y consejos para evitar las importantes pérdidas que se pueden producir.
Desde hace tiempo, la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la Universidad Nacional del Litoral trabaja en la detección de roya de la soja. Al respecto, el Ing. Lello Herzog, de la Cátedra de Fitopatología, comentó aspectos de la enfermedad, hizo un raconto de actividades y subrayó la tarea que lleva adelante la Red de Información de Interés Agronómico (RiiA) en la detección de la enfermedad.
Para el Ing. Lello Herzog "la roya de la soja es una enfermedad que a juzgar por lo acontecido por países como Brasil, Paraguay y Bolivia en los últimos dos años, ha ocasionado pérdidas muy importantes, pese a los esfuerzos que han hecho los técnicos y agricultores de esos países para controlarla".
En la Argentina, "la enfermedad llegó en forma tangencial a principios del año 2003, pero sólo recayó en algunas provincias, como por ejemplo Misiones, y pasó en forma intrascendente. Con el comienzo de la campaña 2003Á‚"“2004, dentro del programa RiiA Á‚"“programa llevado adelante por la FCA y el INTA RafaelaÁ‚"“, recogimos información del cultivo de soja desde Margarita y Villa Trinidad al norte hasta la Ruta NÁ‚º 19, cubriendo el ancho de la provincia. Esto es, más de 1.000.000 de hectáreas de soja que se analizan y registran datos", detalló Herzog.
"En esa época Á‚"“continuó el especialistaÁ‚"“ el RiiA tomó la precaución de monitorear desde el principio el tema de la roya. Para ello utilizó los monitores que tiene distribuidos en toda la región, que son seis ingenieros agrónomos. Esos monitores comenzaron a enviar, en noviembre 7de 2003, muestras de hojas de soja a nuestra Facultad. En nuestro Laboratorio de Fitopatología analizábamos con lupa y microscopio para tratar de detectar la presencia de esta enfermedad".
De acuerdo a lo comentado por Herzog, "hasta marzo del 2004 se hicieron los análisis sin encontrar alguna evidencia de la enfermedad. Recién a mediados de abril, cuando la enfermedad se había hecho presente en las provincias del norte como Chaco, Corrientes, Salta, parte de Tucumán, se detectaron plantas enfermas en Reconquista. Luego, alrededor del 20 de abril, detectamos la enfermedad en lotes de Crespo, San Justo y Villa Trinidad. En forma casi sistemática, semana tras semana, fue descendiendo hacia el sur, hasta llegar a Esperanza. Es decir, a fines de abril o principios de mayo tuvimos roya en el departamento Las Colonias y también en el Castellanos. Pero, en ese momento, todos los cultivos de soja cumplían su ciclo y desaparecían", agregó el profesional.
En el trabajo realizado "quiero resaltar al Ing. Eugenio Astegiano (FCA-UNL) y al Ing. Jorge Villar (INTA Rafaela), que conducen el RiiA; también la tarea de los monitores y el de nuestro Laboratorio, conducido por quien habla y un grupo de pasantes. Fuimos quienes comunicamos oficialmente la presencia de la enfermedad en los departamentos Vera, San Cristóbal, Castellanos, Las Colonias y La Capital".
Ante este hecho y el peligro que encierra esta enfermedad, el Riia siguió trabajando para la campaña 2004Á‚"“2005. "En primer lugar, en junio de este año, comenzamos con la capacitación de los técnicos en el marco de nuestra Facultad. Se dictaron 15 talleres con la presencia de 25 personas en cada uno de ellos. Es decir, que cerca de 400 profesionales de distintas provincias se capacitaron en nuestra facultad y gracias a un servicio de la Universidad Nacional del Litoral y del INTA Rafaela, a través del RiiA", subrayó Herzog.
En cuanto al proceso, el Ing. Herzog fue preciso: "El hongo que produce la enfermedad tiene sus semillas (esporas) que son llevadas muy fácilmente por el viento. Este es el sistema que usa el hongo para dispersarse. Pero no alcanza con la presencia de las esporas; es necesario que las hojas de la soja, permanezcan mojadas (producto de lluvias y/o rocíos) durante muchas horas continuas. Esto es lo que le da oportunidad a la espora de germinar y penetrar en la hoja. Una vez que el hongo penetró en la planta, al cabo de unos 10 días, produce una nueva serie de esporas. Y así hace que nos encontremos con una masa de esporas, potencialmente capaces de producir nuevas infecciones que terminan cubriendo las hojas de manchas y pústulas que hacen que la hoja caiga y deje de cumplir con su cometido" ejemplificó.
Por ello "es importante detectar la enfermedad para aplicar los funguicidas, que por ahora constituyen el único mecanismo de control que la roya tiene para nosotros". A quienes deseen consultar o canalizar dudas, "recomendamos que recurran a la página web del Riia (www.riia.unl.edu.ar):" puntualizó el Ing. Herzog.
Para el Ing. Lello Herzog "la roya de la soja es una enfermedad que a juzgar por lo acontecido por países como Brasil, Paraguay y Bolivia en los últimos dos años, ha ocasionado pérdidas muy importantes, pese a los esfuerzos que han hecho los técnicos y agricultores de esos países para controlarla".
En la Argentina, "la enfermedad llegó en forma tangencial a principios del año 2003, pero sólo recayó en algunas provincias, como por ejemplo Misiones, y pasó en forma intrascendente. Con el comienzo de la campaña 2003Á‚"“2004, dentro del programa RiiA Á‚"“programa llevado adelante por la FCA y el INTA RafaelaÁ‚"“, recogimos información del cultivo de soja desde Margarita y Villa Trinidad al norte hasta la Ruta NÁ‚º 19, cubriendo el ancho de la provincia. Esto es, más de 1.000.000 de hectáreas de soja que se analizan y registran datos", detalló Herzog.
"En esa época Á‚"“continuó el especialistaÁ‚"“ el RiiA tomó la precaución de monitorear desde el principio el tema de la roya. Para ello utilizó los monitores que tiene distribuidos en toda la región, que son seis ingenieros agrónomos. Esos monitores comenzaron a enviar, en noviembre 7de 2003, muestras de hojas de soja a nuestra Facultad. En nuestro Laboratorio de Fitopatología analizábamos con lupa y microscopio para tratar de detectar la presencia de esta enfermedad".
De acuerdo a lo comentado por Herzog, "hasta marzo del 2004 se hicieron los análisis sin encontrar alguna evidencia de la enfermedad. Recién a mediados de abril, cuando la enfermedad se había hecho presente en las provincias del norte como Chaco, Corrientes, Salta, parte de Tucumán, se detectaron plantas enfermas en Reconquista. Luego, alrededor del 20 de abril, detectamos la enfermedad en lotes de Crespo, San Justo y Villa Trinidad. En forma casi sistemática, semana tras semana, fue descendiendo hacia el sur, hasta llegar a Esperanza. Es decir, a fines de abril o principios de mayo tuvimos roya en el departamento Las Colonias y también en el Castellanos. Pero, en ese momento, todos los cultivos de soja cumplían su ciclo y desaparecían", agregó el profesional.
En el trabajo realizado "quiero resaltar al Ing. Eugenio Astegiano (FCA-UNL) y al Ing. Jorge Villar (INTA Rafaela), que conducen el RiiA; también la tarea de los monitores y el de nuestro Laboratorio, conducido por quien habla y un grupo de pasantes. Fuimos quienes comunicamos oficialmente la presencia de la enfermedad en los departamentos Vera, San Cristóbal, Castellanos, Las Colonias y La Capital".
Ante este hecho y el peligro que encierra esta enfermedad, el Riia siguió trabajando para la campaña 2004Á‚"“2005. "En primer lugar, en junio de este año, comenzamos con la capacitación de los técnicos en el marco de nuestra Facultad. Se dictaron 15 talleres con la presencia de 25 personas en cada uno de ellos. Es decir, que cerca de 400 profesionales de distintas provincias se capacitaron en nuestra facultad y gracias a un servicio de la Universidad Nacional del Litoral y del INTA Rafaela, a través del RiiA", subrayó Herzog.
La actualidad
Desde hace siete semanas, a fines de octubre aproximadamente, "comenzamos el monitoreo nuevamente. Son muestras de 50 lotes provenientes del área geográfica del RiiA, para tratar de detectar o no la presencia de la enfermedad. Al equipo del laboratorio se incorporó la Ing. Roxana Maumary y algunos alumnos pasantes. En este momento estamos muy expectantes porque se ha detectado roya en una parcela trampa ubicada en Tacuarendí", comentó Herzog.En cuanto al proceso, el Ing. Herzog fue preciso: "El hongo que produce la enfermedad tiene sus semillas (esporas) que son llevadas muy fácilmente por el viento. Este es el sistema que usa el hongo para dispersarse. Pero no alcanza con la presencia de las esporas; es necesario que las hojas de la soja, permanezcan mojadas (producto de lluvias y/o rocíos) durante muchas horas continuas. Esto es lo que le da oportunidad a la espora de germinar y penetrar en la hoja. Una vez que el hongo penetró en la planta, al cabo de unos 10 días, produce una nueva serie de esporas. Y así hace que nos encontremos con una masa de esporas, potencialmente capaces de producir nuevas infecciones que terminan cubriendo las hojas de manchas y pústulas que hacen que la hoja caiga y deje de cumplir con su cometido" ejemplificó.
Por ello "es importante detectar la enfermedad para aplicar los funguicidas, que por ahora constituyen el único mecanismo de control que la roya tiene para nosotros". A quienes deseen consultar o canalizar dudas, "recomendamos que recurran a la página web del Riia (www.riia.unl.edu.ar):" puntualizó el Ing. Herzog.
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