Delta del Paraná

Ectoparásitos: Los hocicudos rojizos son los roedores más afectados

Miércoles 12 de noviembre de 2014

A través de un trabajo que estudia la ecología de las rickettsiosis, realizado por un grupo interdisciplinario de la UNL, se evaluaron las asociaciones entre ácaros, garrapatas, piojos y pulgas con roedores silvestres.

Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL- Conicet) estudiaron las asociaciones entre roedores silvestres con ácaros, garrapatas, piojos y pulgas en una localidad del Delta del Paraná. De este modo, hallaron que algunas especies, como el hocicudo rojizo, son afectadas más que otras por distintos ectoparásitos, como por ejemplo la garrapata Amblyomma triste, vector de Rickettsia parkeri, uno de los agentes causales del grupo de las Fiebres Manchadas, enfermedad que afecta al hombre.

El estudio fue encarado por Valeria Carolina Colombo, estudiante de doctorado del Laboratorio de Ecología de Enfermedades del Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral (ICiVet Litoral), dirigida por Pablo Beldomenico, quien explicó que a pesar de la importancia de los parásitos para la salud animal, se conoce muy poco sobre su ecología: “El estudio de las dinámicas de parasitismo en especies silvestres puede arrojar luz sobre la ecología de las ectoparasitosis, debido a que en estas especies de hospedadores el fenómeno se da naturalmente y no existe intervención directa del humano”, contó.

Sin embargo, expresó que sí son conocidas las afecciones que los ectoparásitos (parásitos que viven sobre sus hospedadores) producen a la salud de los animales, tanto por su efecto directo como en su papel de vectores de agentes patógenos. “Como mecanismo de defensa contra la infestación por parásitos, los hospedadores sufren cambios de comportamiento, fisiológicos e inmunológicos. Estos mecanismos consumen energía y nutrientes que podrían ser utilizados en otras funciones del organismo, lo que puede resultar en la pérdida del estado corporal, disminución del crecimiento, de la reproducción, alteraciones en la termorregulación y sistema inmune, volviéndolos más susceptibles a contraer otras enfermedades, lo cual toma especial importancia cuando estos organismos nocivos afectan al hombre”, destacó.

Agregó también que las rickettsiosis incluyen enfermedades que afectan al ser humano y se transmiten por la picadura de algunas garrapatas, son producidas por algunas especies de Rickettsias. En particular, Rickettsia parkeri se transmite al hombre por la picadura de los estadios adultos de la garrapata Amblyomma triste. “En la Argentina se detectó el primer caso en el año 2005 en el Delta de Paraná, continuando con casos en Buenos Aires, Chaco y Entre Ríos. Los estadios inmaduros de A. triste parasitan a los roedores silvestres estudiados en el trabajo. Conocer cuales son las especies de roedores preferenciales para esta garrapata nos ayuda a entender parte de la ecología de esta enfermedad”, apuntó.

Hocicudos rojizos, los más afectados

Colombo indicó que para el estudio, realizado en la Estación Experimental Delta del Paraná del INTA Delta, en el partido de Campana, provincia de Buenos Aires, observaron los llamados “Valores de Abundancia Media” de los distintos ectoparásitos. Así determinaron que había diferencias entre las distintas especies de roedores. Por ejemplo, entre los hocicudos rojizos (Oxymycterus rufus) encontraron los valores más elevados de abundancia media para cada grupo de ectoparásitos, y particularmente de la garrapata Amblyomma triste. Por otro lado, se detectó por primera vez a esta garrapata en la Rata nutria (Holochilus brasiliensis), sumándolo como nuevo hospedador.

Al mismo tiempo, acotó que se estudió al ratón del pastizal pampeano (Akodon azarae), seguido por el hocicudo rojizo (Oxymycterus rufus), colilargo chico (Oligoryzomys flavescens), colilargo grande (Oligoryzomys nigripes), rata acuática (Scapteromys aquaticus) y rata nutria (Holochilus brasiliensis). Todos los procedimientos cuentan con la aprobación de la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia de Buenos Aires y el Comité de Ética y Bioseguridad de la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV) de la UNL.

“Colectamos 585 pulgas de las familias Stephanocircidae y Ropalophsyllidae, 2404 garrapatas de la familia Ixodidae, 2603 ácaros del orden Mesostigmata y 3745 piojos de la familia Hoplopleuridae. Estudios más profundos que permitan comprender los motivos de los fenómenos  observados permitirán comprender con mejor precisión las dinámicas de los ectoparásitos y enfermedades estudiadas”, finalizó Colombo.

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