Por cuarto año consecutivo

El Global Game Jam se vivió en la UNL

Lunes 28 de enero de 2013 / Actualizado el miércoles 6 de febrero de 2013

Fueron cinco los videojuegos desarrollados este fin de semana en la FICH. Según los organizadores locales, la calidad y complejidad de las propuestas crece año a año. Al igual que en las otras 300 sedes que tiene el desafío en todo el mundo, en esta ocasión la


Un desafío, 48 horas, 26 participantes y cinco videojuegos es una forma de sintetizar lo que se vivió en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) el pasado viernes 25 de enero al ser sede de la quinta edición del Global Game Jam. La Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) fue una de las más de 300 sedes distribuidas en todo el mundo que entre el viernes 25 y el domingo 28 de enero reunieron a programadores, diseñadores, artistas y aficionados para dar vida a ideas innovadores en la industria de los videojuegos.
Con una participación sostenida en los años, 26 participantes asumieron el desafío en la FICH, mientras que un número similar se congregó en la otra sede simultánea en la ciudad de Santa Fe, localizada en la Estación Belgrano.
“Vemos que los chicos cada año están encontrando mejores estrategias, usando mucho mejor las herramientas y, en algunos casos, poniendo en práctica tecnologías avanzadas que ven en la Tecnicatura en Videojuegos y la Ingeniería en Informática para este desafío que requiere habilidades porque se tiene un límite de tiempo”, señaló Gastón Martín, uno de los organizadores de la sede FICH del Global Game Jam.
El encuentro fue organizado por la Facultad con la colaboración de Precission Games, el auspicio del Ministerio de la Producción de la provincia de Santa Fe y el patrocinio de Musimundo, Elite, BlackBerry-RIM y Proxy Soluciones Informáticas.

El desafío
Las actividades comenzaron en la tarde del viernes cuando los participantes llegaron a la Ciudad Universitaria de la UNL para participar de charlas informativas sobre la modalidad del Jam y tips sobre herramientas y estrategias de programación y diseño.
Luego, los organizadores presentaron la consigna global del encuentro, es decir, el tema al que todos los videojuegos debían estar relacionados de alguna manera. En esta edición se trataba de un sonido: el latido de un corazón. Inmediatamente, se conformaron grupos y comenzaron las primeras ideas. Después de unas horas, se compartieron las ideas preliminares, se reformularon y adecuaron los grupos que trabajaron en el desarrollo final de cinco videojuegos.
“No es una competencia por lo que el objetivo no es subir el mejor videojuego sino la experiencia: el conocimiento, el intercambio y la exploración”, destacó Martín.
Si bien la actividad formal de la Jam culmina al cargar los videojuegos terminados en el sitio oficial, la propuesta de la FICH incluye una instancia de exposición y debate final en el que todos los participantes pueden conocer las experiencias de sus compañeros.
“Las ideas se ponen en común porque la idea global del evento no es la competencia sino inyectar ideas. Cuanto más se pueda producir, mejor”, señaló Pablo Abratte, docente de la FICH.

La experiencia
“Lo que intentamos con estas jornadas año tras año es, por un lado, apuntalar la experiencia educativa con prácticas en las que se plasman las enseñanzas que transmitimos en las carreras. Por otra parte, queremos hacer actividades con el entorno que favorezcan la empresarialidad, el desarrollo de la industria y, en ese sentido, vemos que los chicos tienen una conciencia cada vez más grande”, destacó Martín.
Santiago, Iván y Nicolás son estudiantes del segundo año de Ingeniería en Informática de la FICH y conformaron uno de los grupos. “Que la consigna sea tan amplia es una ventaja porque podés pensar juegos de mil formas distintas. Por eso el problema no son las ideas sino poder plasmarlas; tener una buena idea y que la podamos hacer”, contó Santiago.
Al dar cuenta de sus motivaciones, los tres estudiantes coincidieron en su interés profesional por la industria de los videojuegos, eso sumado a una pasión personal. “Meterme en esta industria es algo que me gustaría, pero no va a ser fácil”, reflexionó Nicolás.

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