Ciencia y Técnica

El medio ambiente, una nueva disciplina de estudio

Martes 2 de marzo de 2004

Nuevos profesionales capacitados en la UNL para la gestión ambiental.

Medio ambiente, polución, contaminación, ecología, son palabras nuevas en el vocabulario corriente, casi exigidas por la realidad de un planeta que no soporta más malos tratos y comienza a evidenciar signos de agotamiento. Pero también representan una novedosa disciplina de estudio, que conjuga conocimientos de áreas tan diferentes como la sociología, el derecho, la arquitectura, la agronomía, la economía y la ingeniería.

En ese campo se encuentran los especialistas en gestión ambiental, profesionales capaces de resolver problemáticas que involucren al ambiente y a las que pueden ofrecerse soluciones adecuadas o replantear los objetivos. Allí se enmarcan los estudios de impacto ambientales, útiles para identificar y valorar posibles efectos de cualquier obra, desde la traza de una ruta hasta la instalación de una central nuclear.

Justamente el estudio del impacto ambiental de las obras de refulado y alteo para la construcción del Polideportivo de la Ciudad Universitaria fue uno de los trabajos presentados por dos profesionales que accedieron al título de Especialistas en Gestión Ambiental, que otorga la Universidad Nacional del Litoral (UNL) a través de la Maestría en Gestión Ambiental, organizada por la Secretaría de Ciencia y Técnica y por las unidades académicas de la institución.

Impactos ambientales

El Polideportivo de Ciudad Universitaria (proyecto promovido por la UNL y la Asociación de Trabajadores del Estado) se construirá sobre una superficie de 7 hectáreas, lindantes con la Costanera Este, justo en el predio que linda con el Instituto de Tecnología del Alimento (ITA-UNL) y con la Reserva Ecológica. Según las proyecciones, el lugar contará con canchas para diferentes deportes, gimnasio, y sobre todo una amplia infraestructura para la recreación.

"La intervención implicaba una serie de impactos ambientales de corta duración, que se limitaban al período de concreción de las actividades de extracción de arena desde la laguna Setúbal, su traslado y su disposición en el recinto del Polideportivo", indicaron los ingenieros Alberto López Calderón y Rubén Formichelli, autores del trabajo. Tales impactos incidían directamente en las actividades que se desarrollan en la zona, de importante uso recreativo para los santafesinos: la playa, el paso de los peatones y automóviles, y los centros gastronómicos ubicados en el lugar.

"No por ser de corta duración, los potenciales impactos eran menores", indicaron los expertos. Y agregaron: "Dado el alto grado de intervención humana que ya presenta el territorio que abarca la Ciudad Universitaria y el área de la Costanera Este, los impactos ambientales no iban a ser tan importantes en los componentes naturales (suelo, agua, flora y fauna) como en el medio socio-económico y cultural".

En otras palabras: la mayor molestia correría para el peatón, o para quienes circularan en vehículo por el lugar. Por eso se recomendó que el traslado de la arena desde la laguna hasta el predio sea efectuado mediante caños debidamente ocultos con una estructura de hierro, algo así como un "lomo de burro" bajo el cual se transportaría el material. La arena trasladada -cuya extracción está debidamente autorizada- debe completar un total de 3 metros, lo necesario para llegar a los niveles de la Costanera Este.

Pero no son las únicas incidencias en el medio. También se evaluaron los perjuicios que la obra ocasionaría sobre la flora del lugar, ya que deben derribarse algunos árboles para proceder al refulado y alteo. Para minimizar estos impactos, se convino -en conjunto con la Facultad de Ciencias Agrarias y con la Fundación Hábitat, que administra la Reserva Ecológica- un plan de reforestación con las mismas especies que serán afectadas, de manera de conservar el paisaje propio del lugar.

El trabajo se realizó en el marco de la normativa de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Provincia de Santa Fe. Asimismo, otros estudios completaron las exigencias dadas por organismos municipales en cuanto a las incidencias de la obra sobre el medio ambiente.

Medir la contaminación del aire

El tercer título de Especialista en Gestión Ambiental fue para el ingeniero químico Gabriel Racca, que se encargó de estudiar la "Modelación de las emisiones gaseosas de Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) en una fuente fija de una planta industrial".

El objetivo del trabajo fue "estimar las concentraciones de contaminantes en el aire exterior a la planta industrial", para lo cual se utilizaron "modelos" capaces de estimar la concentración de gases contaminantes a unos dos metros del suelo, donde permanecen habitualmente las personas. Se midieron los COVs acetato de etilo, n-butanol, etilenglicon, hexano y alcohol isopropílico, concentraciones que fueron comparadas con las que admite la legislación vigente.

Además, se realizó un relevamiento de datos como ubicación geográfica de la planta, características topográficas del lugar donde está instalada la industria, datos meteorológicos de la zona y caracterización de las emisiones gaseosas.

Maestría

La Maestría en Gestión Ambiental se dicta en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL. En marzo comenzará el seminario "Cultura, Sociedad y Ecopolítica". Se planifican para el resto del año: "Derecho ambiental", "Metodología de la Investigación", "Evaluación de impacto ambiental" y "Desarrollo territorial", todos a cargo de especialistas de primer nivel procedentes de todo el país.

Los docentes de la UNL pueden acceder a becas parciales. Informes: lenardon@ceride.gov.ar o a mga@fich.unl.edu.ar.

Agenda