Epidemiología

Entre agosto y octubre ocurren más casos de triquinelosis

Martes 1 de octubre de 2013

En una década hubo 27 brotes de la enfermedad, fueron más frecuentes en los departamentos del centro y sur de la provincia. Investigadores de la UNL caracterizan el peligro para poder gestionar el riesgo.

Asociada con el consumo de carne de cerdo cruda o mal cocida y de origen desconocido, la triquinelosis es una enfermedad endémica en Santa Fe. Para avanzar en la gestión de su riesgo, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) se dedicó a analizar una década de casos en la provincia. Tomaron en consideración tanto información epidemiológica como presentaciones clínicas y resultados de laboratorio de los 1.519 casos registrados entre 1998 y 2009 en territorio santafesino.
“Lo que se busca es modelizar una situación sanitaria real y ver qué impacto tiene en la posibilidad o no de aparición de personas enfermas con esta parasitosis”, detalló Gabriel Sequeira, de la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV) de la UNL.
Identificar patrones espaciales y temporales de la aparición de brotes permite diseñar acciones específicas de prevención y control de la enfermedad en los departamentos más afectados.

En números
En total hubo 27 brotes y se concentraron en los departamentos del centro y sur de la provincia, que corresponden con las zonas más densamente pobladas y con mayor actividad de producción porcina.
Los especialistas también analizaron la distribución de los casos en la década y observaron una mayor frecuencia entre agosto y octubre.
“Hay más incidencia en personas que viven en áreas rurales y los brotes están relacionados con el consumo de embutidos”, destacó Sequeira.
La triquinelosis es una enfermedad que se da por consumo de carne de cerdo no suficientemente cocida o productos elaborados a partir de carne cruda, que es el caso de los embutidos. “En la provincia de Santa Fe, la triquinelosis se presenta periódicamente y está mayormente asociada a productos elaborados a partir de carne que tiene origen desconocido”, subrayó.
Mientras que la faena oficial cuenta con controles sanitarios garantizados, no ocurre lo mismo con las prácticas que se realizan por fuera de ese esquema de control. “La faena casera es la que realiza el propietario del animal en su campo para consumo propio y la faena clandestina es lo que tiene fin comercial, sin control sanitario”, definió Sequeira.
De acuerdo al estudio realizado, las personas que consumieron carne de cerdo o sus derivados tuvieron 2,06 veces más riesgo de enfermar que las que no la consumieron.

Conocer el riesgo
El objetivo del trabajo es modelizar la presentación de los casos de acuerdo a un sistema de análisis de riesgo. “Para llegar a eso, el primer paso es la identificación del peligro, el parásito Trichinella spiralis”, afirmó.
El diagnóstico clínico de la enfermedad se logra a partir de la sintomatología clásica: aparición repentina de molestias y dolores musculares, edema de párpados y fiebre son signos tempranos característicos y comunes.
A partir de estos síntomas, se busca una asociación epidemiológica y se confirma por laboratorio. “No es fácil obtener la confirmación porque el paciente debe hacerse un análisis y repetirlo a los 15 días y lograr que la persona vuelva no es fácil para los servicios de salud. Por eso hay muchos casos probables sin confirmación”, contó.

Para prevenir
Las medidas que puede tomar el consumidor para evitar la enfermedad son consumir alimentos elaborados por establecimientos autorizados y cocinar suficientemente las carnes, hasta eliminar el tono rosado de la carne.

 

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