En el norte

Fomentan la producción caprina santafesina

Viernes 19 de junio de 2015 / Actualizado el viernes 19 de junio de 2015

Veterinarios de la UNL apuntalan un sector que crece lentamente a pesar de los problemas sanitarios y de infraestructura. La idea es que las familias continúen en la actividad y que se desarrollen.

De a poco el norte santafesino asoma como productor de carne caprina. Sin embargo, la mayoría de los animales pertenecen a pequeños productores que deben afrontar desde problemas sanitarios hasta inconvenientes de infraestructura. Es por eso que un grupo de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) aporta asesoramiento técnico y promueve así el crecimiento y la permanencia de las familias rurales en la actividad.

Se trata de un proyecto que se lleva adelante entre varias asignaturas que componen la carrera de Medicina Veterinaria de la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV) de la UNL y que trabaja con ruralistas de los departamentos de General Obligado, Vera y 9 de Julio. El trabajo se encuentra hoy en una etapa de capacitación a los pequeños productores y, en una segunda etapa, trabajarán en las denominadas Escuelas Familiares Agrícolas (EFA), donde los alumnos alternan la educación entre los establecimientos y sus hogares. También organizan una capacitación en la prevención de zoonosis.

Según indicó Viviana Orcellet, una de las veterinarias que encabeza el trabajo, la producción de carne caprina en el norte en este momento no es muy elevada. Esto se debe a que, entre otros problemas, hasta el momento existen solo dos las salas de faena, una en Villa Minetti y otra en Fortín Olmos. Sin embargo, una de las soluciones que se analiza es la gestión de frigoríficos móviles por medio de la comuna de Villa Guillermina. Mientras tanto, el objetivo del grupo de FCV es que haya una producción de calidad en cuanto al estado sanitario de los animales, con una adecuada nutrición y una oferta constante de la producción para insertar en el mercado y cubrir la demanda.

Sanidad animal

Orcellet comentó que el grupo apunta al trabajo de diagnóstico de situación en cuanto a parásitos intestinales y de brucelosis, una enfermedad que puede producir abortos, y en capacitar a los productores sobre el tema. “El gran problema es la resistencia a los antiparasitarios, por eso estamos trabajando para que el manejo sanitario sea eficiente. En cuanto a brucelosis, hasta el momento hemos hecho unas mil muestras que resultaron negativas”, sostuvo.

Según contó, en bovinos la erradicación de enfermedades como la brucelosis es una ambición que aún no se ha podido concretar, mientras que en caprinos aún queda todo por hacer para prevenirla, ya que aún no se ha detectado. “Tratamos de que Senasa se incorpore a esta temática en caprinos, ya que Santa Fe tiene más producción que en ovinos. Es un número superior al declarado”, manifestó.

Carne

Orcellet también destacó el importante rol que juega la asociación de los productores. Por parte del Gobierno se está fomentando la producción entregando reproductores. “Son razas de producción de carne. Si ese trabajo se combina con la sanidad, entonces se pueden lograr buenos resultados y sin enfermedades”, consideró.

En Villa Minetti, por ejemplo, existe un frigorífico del que ya salen los cortes para el consumo, lo que le da al negocio un valor agregado mayor con respecto a la comercialización del animal entero. Se trata de una carne que se destina casi toda al consumo en la ciudad de Rosario. En cuanto a la posibilidad de producción láctea, destacó que aún no están dadas las condiciones. Sí hay algunas experiencias en la zona de Esperanza, pero no en el norte de la provincia.

“El trabajo se realiza en su mayoría con pequeños productores que poseen entre 20 y 100 animales, con el objetivo de asociarlos para que sean producciones que permitan a los asociados quedarse en sus lugares, estimulándolos y ayudándolos a que su ganado tenga valor agregado. Sobre todo, apuntamos a que los jóvenes se queden en el área rural”, abundó.

Necesidades

Otro de los problemas que debe afrontar el sector es el grave déficit de agua. Las comunas deben llevarla hasta los parajes más alejados, porque los pozos muchas veces contienen elevados porcentajes de arsénico que la vuelve insalubre. A ello se suma la deficiencia de los caminos: “Deben recorrer muchísima distancia por caminos de tierra. Además, cuando llueve, pasan mucho tiempo sin ir a los centros urbanos para satisfacer cualquier necesidad que tengan. El norte está un poco olvidado. Si uno lo recorre, se da cuenta de que hay necesidades básicas insatisfechas”, lamentó.

La idea es que todo el trabajo de la FCV sea un insumo para que se puedan desarrollar políticas públicas, hacer proyectos a futuro para estimular la producción, no sólo de los rodeos de cría, sino también para que quienes tengan menos hectáreas puedan producir y vivir de ello. “Apuntamos al arraigo rural de los productores y que no pasen a formar conglomerados en los centros urbanos, que generalmente terminan en la periferia”, afirmó.

Si bien participan varias asignaturas en el proyecto, también colaboran estudiantes que pertenecen al Grupo de Estudios Dirigidos Caprino, que hace varios años trabajan en pequeños sistemas modelo en la misma Facultad de Ciencias Veterinarias. “Todas esas experiencias se van volcando a los pequeños productores caprinos”, finalizó Orcellet.

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