A 40 años del Golpe

Huellas de la militancia estudiantil en la EIS

Miércoles 23 de marzo de 2016 / Actualizado el miércoles 23 de marzo de 2016

Una estudiante encontró, oculto en la parte inferior de su banco, un esténcil de la agrupación Montoneros. La joven pudo identificar el ícono a partir de los contenidos que trabajaron con la profesora Virginia Pisarello, durante la clase de Historia.

“Estábamos en el recreo y justo cuando toca la campana para retomar la clase se me cae un útil. Cuando me agacho, veo una inscripción debajo del banco que decía Montoneros”, recuerda Julieta Ferreira, en una charla que transcurre a pocas horas de que se cumplan 40 años del último Golpe Militar, en el Museo pedagógico “Prof. Enrique Muzzio” de la Escuela Industrial Superior (EIS) de la UNL. “Después del recreo, en la clase de Historia, la profesora nos habló de las agrupaciones que existieron en los 70’, que era un tema que veníamos tratando; y escribe en el pizarrón FAP, FAR, Montoneros, para empezar a explicarnos qué eran. Con mis compañeros, le contamos lo que habíamos encontrado y al dar vuelta el banco quedó a la vista el esténcil”.  
La profesora María Virginia Pisarello tenía a su cargo el curso el día en que ocurrió el hallazgo: “hace mucho que doy clases, pero ese día lo recuerdo de manera muy especial. Habíamos visto un video sobre el centro de detenciones que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada y me emocioné mucho, que no es algo que me pase seguido en clase. Después  de eso empezamos a anotar los nombres de las agrupaciones donde militaban los estudiantes que venían a esta escuela, y los chicos me contaron lo que habían encontrado”.
En relación al ícono que vieron al dar vuelta el banco, Pisarello indicó que “probablemente la inscripción sea previa al golpe de Estado porque habla del momento en que se fusionaron las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), para dar lugar a Montoneros”. 
“Quedé conmocionada porque lo que me movilizaba al iniciar la clase era la necesidad dar lugar a las historias de los estudiantes desaparecidos, y justamente son esas historias las que trajeron a cuenta los chicos cuando vimos lo que había en el banco”. 
“Para esto estudié historia”, sostuvo la docente: “no me formé para dar una historia aburrida, que los chicos no sientan como propia. La Historia sirve de alguna manera para rendirle justicia a la memoria. Cuando pasan estas cosas, que no ocurren muy seguido, eso se activa y me amigo muchísimo con mi profesión”. 

Memoria colectiva
En relación a este hallazgo y el proceso de aprendizaje que pudo realizar con el curso, la profesora señaló que “fue posible porque el grupo estaba particularmente interesado en política y venían tratando el tema con otras compañeras docentes. Cuando empecé a trabajar con ellos, en la segunda mitad del año, estaban muy sensibilizados con lo que había significado el Golpe de Estado; entonces se dio esa situación, pero contando con una sensibilidad previa muy profunda, que fue determinante para que pudieran resignificar lo que ocurrió”.
Otro hecho que remarca Pisarello fue el interés de los alumnos por conservar el banco en el Museo, que conserva mobiliarios y objetos significativos de la historia centenaria de la EIS, reflejando en ellos la diversidad de talleres y laboratorios de la institución; y con este objeto en particular, la vida social y política del movimiento estudiantil, que aún dictadura, pugnaba por expresarse y dejar su huella.
A metros del Museo, en el hall de la Escuela, una placa rinde homenaje a los directivos, docentes, no docentes y alumnos detenidos – desaparecidos de la EIS: “lo que encontramos en el banco se puede significar hoy porque se dieron una serie de procesos en la memoria colectiva que habilitan preguntas, interrogantes, cuestionamientos pero también la posibilidad de reactivar profundamente estos actores sociales que tenían la misma edad de mis alumnos”, concluyó Pisarello.

 

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