Mañana viernes

Jaime Torres y su charango en el Paraninfo

Lunes 21 de abril de 2008

Junto a Minino Garay en percusiones y Magic Malik en flauta, el tucumano presentará su disco “Altiplano” en el Paraninfo. Las entradas anticipadas se venden en el Foro Cultural Universitario.

El trío formado por los músicos Jaime Torres, Magic Malik y Minino Garay se presentará el viernes 25 de abril a las 21, en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en Bv. Pellegrini 2750. El recital es organizado por la Secretaría de Cultura de la UNL, y se realiza en el marco de una gira por la Argentina para presentar en exclusiva su álbum “Altiplano”.
En esta oportunidad, la actuación cuenta con músicos invitados: Sara Murcia (Francia), en contrabajo; Axel Krygier, en teclados; y Richard Nant, en trompeta y percusión.
El proyecto de este álbum surgió de la inspiración del encuentro del charanguista argentino, el flautista francés de origen marfileño y el percusionista argentino radicado en Francia. Juntos en el escenario estos tres músicos de exitosas carreras individuales crean un universo sonoro que parte del paisaje andino para pasear por el mundo. Los músicos se reunieron por primera vez en 2006 en el marco de una residencia artística organizada por la Alianza Francesa. Fue tal la química lograda por el trío que decidieron encarar la realización de una obra ambiciosa de encuentro cultural, que hoy se traduce en el álbum y la gira de “Altiplano”. 
Para asistir al recital, el costo de las entradas será de $15 generales y $10 estudiantes, jubilados, socios de Cooperadoras UNL, Docentes y No Docentes de UNL.  Anticipadas en venta desde el 21 de abril en el Foro Cultural (9 de julio 2150). 

Los músicos
En Jaime Torres, nacido en San Miguel de Tucumán se resumen las cualidades de un artista que, fiel a las raíces y valores culturales de su pueblo, realizó un camino creativo que le permite seguir trascendiendo más allá del ámbito de su país de origen abarcando horizontes inexplorados.
El talento interpretativo de Jaime Torres ha demostrado que el charango (especie de pequeña guitarra, de cinco cuerdas dobles) es algo más que un instrumento acompañante, en sus manos cobra primera voz, con él se ha permitido realizar la búsqueda de otros sonidos, de otras formas, apartadas de la tradicionales, sin perder la manera originaria de ejecutar éste instrumento tan acotado.
Hace veinte años, en París, en un trabajo en conjunto con Tata Cedrón, Jaime conoce a Minino, quien terminó siendo la columna vertebral del proyecto Altiplano, y por intermedio de él, se encuentra con Malik, a quien Jaime define como “un personaje universal cuya flauta hace al hombre feliz”. De esos encuentros, afines solamente a los hombres poseedores de una sensibilidad en común, surge espontánea y libremente la creación. Creación que está en los instrumentos de  cada uno de ellos y en la forma de interpretarlos.
Minino Garay, es argentino, de Córdoba,  pero desde hace diez años es uno de los pilares del paisaje musical parisino. Después de todos estos años junto a otros músicos, Minino Garay lanzó finalmente sus álbumes con nombre propio, con sus “Tambores del Sur”.
  El “beat” de Minino declina otras pulsaciones que las de sus vecinos brasileños o las de sus primos cubanos, una África mezclada con  ingredientes indígenas, y cruzada con una cultura jazz urbana eminentemente parisina.
Sus percusiones, el bombo y el cajón -esa caja peruana luego adoptada por el flamenco- harán maravillas, primeramente entre sus compatriotas establecidos en París, Mosalini, Beytelmann, Tata Cedrón, Raúl Barbosa. Luego, con hombres del jazz parisino. Fue el principio de algunas aventuras durables que lo condujeron al lado de Julien Lourau y su Groove Gang, Laurent de Wilde, Magic Malik, Louis Winsberg, Richard Bona, Dee Dee Bridgewater, Booster.
A su vez como jefe de su proyecto solista, Minino Garay explora territorios sin cultivar con un gran soplo de energía, lo que no se contradice con un sentido plural y singular de la melodía. Moderno y ancestral, urbano y andino, indio y negro, salvaje y groovy, chacarera y jazz, Minino Garay hace de Córdoba un suburbio de París, o al revés, cuestión de hemisferio.
Minino recuerda un asado como el momento mágico que unió a este trío, el instante que descubrió la química que se venía gestando en cada uno a través de los tiempos, y que fue un preludio para lo que después sucedió en la escena y en el estudio de grabación de Altiplano.
Magic Malik, originario de Costa de Marfil, estudió música clásica en el Conservatorio de Marsella. Es un virtuoso de la flauta y un innovador que explora caminos que le permiten asociar el jazz con la música electrónica, aportando señas diversas, lo clásico, la música norteafricana y caribeña, siempre utilizando un lenguaje libre de ataduras.
Sus grabaciones 69-96, 00-237, 13 XP Song's Book y XP 2 son claros ejemplos de esta nueva tendencia, surgida en los clubes franceses y que se trasladó a las discos para llegar hasta el público más joven.
Ya sea en el Boulevard St. Germain -poblado de pulsaciones house y sonidos urbanos-, en el jazz apátrida de Groove Gang de Julien Lourau o en versión “Jamaïque-sur-Seine” con Human Spirit, Malik siempre supo dar un sentido a los encuentros y tocar su instrumento con simpatía y elegancia.
El viaje que derivó en Altiplano fue iniciado por su encuentro con Minino Garay, esa otra ave migratoria, y completó el sentido en el homenaje a Jaime Torres, que lleva a todo el pueblo andino en su charango.   

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