Educación a distancia en la UNL

La democratización del saber

Miércoles 26 de septiembre de 2001

A sólo dos años de su implementación, el Programa de Educación a Distancia que ofrece la UNL es el más importante de su tipo en el país. Funcionan 84 aulas satelitales en las provincias de Córdoba, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe. La oferta educativa es dive

En marzo de 1999, la Universidad Nacional del Litoral puso en marcha el Programa de Educación a Distancia a través de una red de aulas satelitales. Actualmente, y luego de dos años de trabajo conjunto entre diversos actores de la propia Universidad, el sistema ha logrado afianzarse y consolidarse como el principal y más importante de sus características en el país. Ochenta y cuatro aulas satelitales instaladas en cuatro provincias argentinas, más de 6.000 personas realizando cursos, ciclos de licenciaturas y carreras de grado, y una cobertura que alcanza toda la región Litoral y el Centro del país, son algunos de los datos estadísticos que arroja el análisis de este innovador y original proyecto.
La administración, monitoreo y dirección del sistema que tiene la UNL es realizada por el Centro Multimedial de Educación a Distancia (CEMED), dependiente de las secretarías Académica y de Bienestar Universitario. En él trabajan pedagogos, educadores, docentes de las facultades de la Universidad, y programadores, quienes, a través de una labor interdisciplinario, permiten a la UNL ofrecer una gran cantidad y diversidad de propuestas educativas (Ver "La oferta del CEMED").

Doble impacto: académico y regional


Antes de que se implementara el Programa de Educación a Distancia, existían en la UNL interesantes experiencias vinculadas con la temática que habían sido implementadas por algunas facultades. Pero fue a partir del trabajo conjunto y transversal llevado a cabo por las propias unidades académicas, por los docentes y por el CEMED que se comenzó con una tarea de construcción a partir de la cual se logró la familiarización de todos los actores involucrados con el nuevo soporte tecnológico como medio para enseñar. Asimismo, fue esa labor articulada la que permitió introducir nuevas líneas y métodos académicos de trabajo, alcanzando la legitimación necesaria que requiere una propuesta educativa como ésta en el ámbito de la universidad pública argentina.
Pero además, la propuesta a distancia que ofrece la UNL tuvo un fuerte impacto en el seno de la sociedad a partir del gran efecto democratizador que implica la educación a distancia, ya que se trata de una oferta variada y flexible que posibilita el acceso a la educación superior a una sociedad muy diversificada. "Precisamente, la democratización del saber está en la posibilidad de llegar con propuestas muy heterogéneas y de elevado nivel académico a personas que viven en lugares de la región alejados de los centros urbanos o que trabajan y no tienen tiempo disponible para cursar de la manera tradicional", afirmaron las profesoras Florencia Balestrino y Roxana Ingaramo, responsables del Área Académica del CEMED.

Trabajo interdisciplinario y transversal


Cuando comenzaron, tanto el grupo de trabajo del CEMED, como los propios docentes que participan en el preparado de los materiales educativos y en el dictado de las clases a distancia, se encontraron ante experiencias totalmente novedosas. Pero a pesar de las dificultades propias que presentaba una nueva corriente de trabajo académica, los resultados obtenidos fueron sumamente interesantes y alentadores. "Los docentes que tuvimos la posibilidad de diagramar, planificar y dictar clases a distancia, cuando volvimos a nuestras clases presenciales, lo hicimos totalmente cambiados, tanto en lo pedagógico como en lo didáctico", comentó uno de los docentes consultados.
Luego de una primera etapa de intervención netamente pedagógica, desde el CEMED se comenzó a trabajar también en el desempeño de los docentes ante las cámaras, en el armado y diseño del material que se entrega a los alumnos y en el propio dictado de las clases. De todos modos, el objetivo central siempre es el mismo: el cuidado de los contenidos de los materiales educativos, lo cual garantiza la excelencia y el nivel académico de las propuestas.
En virtud de esta permanente búsqueda de la excelencia académica de las propuestas educativas que ofrece la UNL, antes de lanzar oficialmente nuevas ofertas, existe un largo proceso de preparación y evaluación previa que implica un trabajo interdisciplinario, transversal y coordinado entre los docentes de las facultades de la Universidad y el personal del CEMED, labor que enriquece considerablemente el servicio educativo que se ofrece. En tal sentido, y a partir de la producción académica que se genera, cada alumno del Programa de Educación a Distancia de la UNL recibe materiales de enseñanza impresos, diseñados y producidos especialmente por los docentes responsables de las distintas asignaturas o módulos. Los cuadernillos se complementan con textos y bibliografía vinculados con las fuentes de información de los saberes, y constituyen el soporte y la guía del aprendizaje a distancia.

Á‚¿ Cómo funciona el sistema?


Siguiendo los lineamientos planteados por el Plan de Desarrollo Institucional de la Universidad del Litoral, en uno de cuyos ejes se propone edificar "una Universidad que protagonice la construcción de una región socialmente inclusiva, y en la que el conocimiento y los demás bienes culturales se distribuyan democráticamente", el CEMED se puso en funcionamiento en abril de 1999 a partir de un convenio firmado entre la casa de altos estudios y Telepuerto, empresa privada encargada de proveer la señal satelital en virtud de la cual las 84 aulas receptoras reciben la señal desde un aula central ubicada en nuestra ciudad.
Atendiendo a la definición que sostiene que estudiar a distancia significa abordar la tarea de aprender de manera autónoma e independiente contando con la asistencia de docentes tutores y con el apoyo de diferentes recursos y medios, el programa que ofrece la UNL a través de aulas satelitales tiene dos ventajas fundamentales: por un lado, permite a todos los alumnos ver al profesor dictando la clase en vivo y en directo; y por otro lado, se trata de un espacio que fomenta la interactividad y la construcción de una relación de ida y vuelta entre el docente y el alumno, ya que todas las aulas permiten consultar al docente a través del teléfono. “Se trata de un sistema mucho más democrático que el que usa como soporte a la Internet – afirmó Ingaramo -, ya que en nuestro país, la suposición de que todo el mundo tiene acceso a Internet es una falacia”. Asimismo, la lógica de funcionamiento propia del sistema, por su carácter pluralista y transversal, produjo la aparición de nuevos actores que comenzaron a estar en permanente relación con la Universidad. Municipios, ONG, institutos terciarios, cooperadoras y clubes son los encargados de poner en funcionamiento las aulas en las distintas localidades, al tiempo que designan una persona – llamada monitor – que realiza las tareas administrativas y de mantenimiento de las aulas. Así, la UNL entabla una relación de ida y vuelta permanente con actores que tienen distintos códigos y lenguajes, se rigen por lógicas de funcionamiento muy heterogéneas, esperan propuestas educativas de las más diversas, y demandan a la Universidad el cumplimiento de un nuevo rol en la sociedad.
Los interesados en obtener más información deben dirigirse a la oficina del CEMED en el Rectorado de la UNL (Bv. Pellegrini 2750). Teléfono: (0342) – 457 – 1110, int. 160. E – mail: cemed@unl.edu.ar

La oferta del CEMED


Las propuestas educativas a distancia que ofrece actualmente la UNL son heterogéneas y numerosas. En total, se dictan 6 Ciclos de Licenciaturas (destinadas a graduados del nivel terciario), 6 Tecnicaturas, 5 cursos de Formación Laboral y Profesional y más de 30 cursos de Extensión, la diplomatura en Humanidades y la carrera de pregrado de Analista en Informática Aplicada. Asimismo, a partir del año 2002, se podrá cursar el Bachillerato en Ciencias Económicas y en Ciencias Jurídicas. El Bachillerato Universitario tiene dos años de duración, es una certificación que se otorga al finalizar el ciclo inicial de las carreras de grado y surge a partir de las demandas educativas planteadas a la UNL por los habitantes de toda la región.
“El reclamo por las carreras tradicionales es sumamente entendible, ya que con el sistema de educación a distancia que ofrece la UNL, el costo de mantenimiento (comer, vivir, alquilar un departamento, etc.) y el de oportunidad (dejar de trabajar o trabajar menos para estudiar y/o cursar) se ahorran, porque los interesados pueden cursar en su localidad sin trasladarse a las grandes ciudades, al tiempo que pueden seguir trabajando”, explicó Ingaramo.
Además del dictado de carreras tradicionales a distancia, la otra gran demanda planteada constantemente gira en torno a la apertura de nuevos y más cursos de capacitación laboral, es decir, propuestas que permitan capacitación directa para el trabajo.

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