En Esperanza

La Escuela Granja de la UNL celebró 47 años

Martes 30 de abril de 2013

Lo hizo con la reinauguración de las remodelaciones del comedor y la cocina. Festejo de la comunidad educativa junto a autoridades de la UNL.

La Escuela de Agricultura, Ganadería y Granja perteneciente a la Universidad Nacional del Litoral (UNL) festejó sus 47 años de vida, con un acto que se realizó el viernes en la sede del establecimiento y que también fue la inauguración del comedor y la cocina del establecimiento radicado en la localidad de Esperanza.
El acto fue presidido por el rector de la UNL, Albor Cantard, y la directora de la escuela, Mercedes Romenos de Ranallo. Estuvieron también el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, Luis Rista; el secretario General de la UNL, Pedro Sánchez Izquierdo, y el director de Obras y Servicios Centralizados, Marcelo Saba.
"Son muchos e importantes los logros académicos alcanzados en este largo derrotero educativo que lleva ya casi 50 años, no exento de vicisitudes y obstáculos de toda índole que se van superando con capacidad y talento colectivo", aseguró Cantard durante la ceremonia.
Tras finalizar el acto protocolar, en recordación a compañeros de trabajo -Silvia Otte de Acosta y Ernesto Sterzer-, se plantaron dos lapachos en el predio de la escuela.

Centro de estudios
El rector Cantard señaló que "la necesidad de desarrollar un centro de estudios de agricultura y ganadería en la medida y nivel que la zona lo requería, y la voluntad de la Universidad de realizar experiencia en el terreno de la enseñanza agrícola con una escuela de ciclo básico, hoy denominada media o secundaria técnica, se encontraron en los fundamentos de la creación de esta escuela".
Según Cantard, "las secciones didácticas productivas de avicultura, silvicultura, apicultura, tambo ovino, ganadería, huerta, monte frutal, parques y jardines y taller agrícola donde los estudiantes aprenden y entran en contacto con situaciones reales de trabajo, hoy consideradas como experiencia de vanguardia en el sistema educativo".
También "podemos mencionar la moderna planta industrial que desde octubre del 2008 se dispone para el tratamiento y procesamiento de la leche ovina, gestada por un grupo de investigadores, docentes y alumnos de la Universidad" sostuvo.
En referencia a obras y remodelaciones, el rector destacó las concretadas en las residencias estudiantiles para alojar a los alumnos durante la semana así como el salón de usos múltiples. "Hoy se reinauguran las renovadas instalaciones de la cocina y el comedor que optimizarán el servicio y las condiciones de habitabilidad de toda la comunidad educativa de esta institución". Al respecto, Cantard valoró que "son muchos los frutos de esta institución que crece sin cesar con el destacable compromiso de toda su comunidad docente, no docente, alumnos, graduados y la Asociación Cooperadora”.

Un lugar en el mundo
Para Mercedes Romenos de Ranallo "quienes conocemos lo que significa la educación sabemos que quizás para la historia de las instituciones educativas no es mucho el tiempo transcurrido desde el punto de vista cuantitativo, pero sí somos conscientes que estos jóvenes 47 años de la escuela Granja han tenido la importancia trascendental para los habitantes de esta zona de la cuenca lechera santafesina".
La escuela Granja "surgió para satisfacer una necesidad de Esperanza y una gran región, en el sentido de formar técnicos agropecuarios capaces de volver a su medio rural y transformarlo. Hoy, a esa necesidad originaria, se le agregaron otros desafíos tendientes a afianzar la formación humana y profesional del futuro técnico agropecuario".
Para ello "contamos con docentes con verdadera vocación de servicio. Este es un trabajo con los otros y para los otros. Por lo tanto, refiere a algo más que el dominio disciplinar y el uso de conocimientos técnicos especializados. Quien enseña tiene que comprometer en su trabajo su propia persona, sus valores, sus emociones, sus sentimientos, sus ideas con todo lo que esto tiene de estimulante y desafiante a la vez" expresó la directora.
Al respecto, valoró "el importantísimo aporte humano y laboral de los compañeros no docentes, cuyo trabajo resulta imprescindible para el funcionamiento de esta institución, y, en particular, para que podamos llevar a cabo la noble tarea de educar". Para concretar esta tarea diaria "también el aporte de las familias de todos y de cada uno de nuestros alumnos es fundamental".
También "es importante resaltar la tarea silenciosa pero valiosísima de los integrantes de la Asociación Cooperadora de nuestra Escuela, quienes hoy trabajan codo a codo con toda la comunidad educativa de la Granja, en servicio del bienestar del alumnado" mencionó la profesora.
La gratitud se extiende "a la Universidad Nacional del Litoral y a las Facultades de Ciencias Agrarias y de Ciencias Veterinarias que nunca nos soltaron la mano y nos acompañan a diario" indicó la directora.
Con palabras emotivas, Susana Huber se refirió a la Escuela Granja como el lugar donde "siempre queremos llegar". Más allá de valorar la confraternidad, los mates y amigos, pincelados por sonrisas y cariños, señaló como importante "haberla visto crecer en obras, ganando espacios, multiplicando sectores, aulas, laboratorios y Sala de industria, mejorando maquinarias y también las instalaciones".
Para Huber, "vivir la Granja es sentir la seguridad de que educamos en libertad, pero con límites claros. Que nos sugieren, nos hacen críticas constructivas para seguir creciendo, pero que nos cuidan y protegen contra viento y marea cuando el entorno se vuelve discrepante, porque saben quiénes somos, cómo trabajamos y cómo nos formamos permanentemente y nos acomodamos a los cambios que llegan a bordo de este mundo globalizado que no se detiene".
"Vivir la escuela Granja es definitivamente sentir el abrazo de una Universidad que jamás nos soltó la mano. Como a un uno de sus hijos predilectos, siempre nos ha felicitado, acompañado y promocionado nuestros logros. Es la mano firme que nos sigue dando ganas de crecer aún más, de sumar proyectos, de apostar a la excelencia. Y esto no hay fuerza ni destino que pueda evitarlo" señaló emocionada la docente.



 

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