Reconocimiento

La FICH homenajeó a su primer decano electo

Martes 20 de diciembre de 2016 / Actualizado el martes 20 de diciembre de 2016

El Ing. Eduardo Barbagelata asumió como decano de la Facultad en febrero de 1986. Durante su gestión, la FICH tuvo un rol decisivo en la definición de nuevas políticas de investigación y transferencia que se implementaron en la UNL.

A 33 años de la restauración democrática, la FICH rindió un homenaje a su primer decano electo, el Ing. Eduardo Barbagelata, quien este año se acogió al beneficio de la jubilación tras desempeñarse como docente de la Facultad durante más de 40 años. El acto se llevó a cabo el 15 de diciembre en el Aula Magna de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), encabezado por su decano Raúl Pedraza, con el acompañamiento del ex decano normalizador de la FICH, ex rector de la UNL y actual diputado nacional Mario Barletta.

“La gestión de Eduardo Barbagelata, junto con la de su antecesor Mario Barletta, conformaron la etapa fundacional y de consolidación democrática de la FICH, en la cual se establecieron las bases de una institución que con los años se convirtió en referente a nivel nacional, con excelencia académica y comprometida con el desarrollo socioproductivo del país y especialmente de la región Litoral. Asimismo, durante esta etapa, la FICH tuvo un papel muy importante en la definición de las nuevas políticas de investigación y transferencia que se implementaron en la UNL”, remarcó Pedraza.

Barbagelata asumió como decano en febrero de 1986, siendo vicedecano el Lic. Eduardo Ceirano. Durante su gestión, que se extendió hasta 1989, se fortaleció la planta docente; se incorporó el concepto de «programas de investigación»; se adquirió el primer vehículo de la Facultad; se mejoró el equipamiento y la infraestructura del Laboratorio de Hidráulica; se firmó el primer convenio internacional con el Instituto de Pesquisas Hidráulicas de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul, y se generó el primer programa de apoyo a la formación de docentes a nivel de posgrado y el primero de cursos para graduados. “Cabe destacar que en aquel tiempo no existían carreras de posgrado en recursos hídricos a nivel nacional, por lo que la política de promover la formación de posgrado de docentes en el exterior, principalmente en Brasil, fue innovadora para la época”, señaló Pedraza y añadió: “también se puso énfasis en el desarrollo de actividades de transferencia al medio, a través de servicios de asistencia técnica. Este fue uno de los aspectos sobresalientes de la gestión de Barbagelata, al punto de que la FICH se convirtió en una de las facultades pioneras en la prestación de Servicios a Terceros en nuestra Universidad”.

Por su parte, tras recordar algunas anécdotas que vivió durante el proceso de normalización universitario, Barletta expresó: “Eduardo constituye un eslabón importante en la construcción de esta querida Facultad. La historia nos tiene que reconfortar porque siendo una institución que no era totalmente aceptada desde su lógica disciplinar dentro de la propia UNL, finalmente fuimos capaces de conformar una facultad en un tiempo breve. Además, con Eduardo hemos labrado una amistad que también celebro. Estoy persuadido de que, más allá de su jubilación, continuará siendo un invitado de honor y seguirá formando parte de la FICH”. 

Primer decano electo
En octubre de 1984, el Consejo Superior Provisorio de la UNL aprobó la Resolución Nº 186, que solicitaba al Ministerio de Educación y Justicia de la Nación la creación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas sobre la base del Departamento de Hidrología General y Aplicada. En enero de 1985, el ministerio creó la FICH y Barletta fue designado delegado normalizador con funciones de decano en la nueva facultad. A partir de allí se conformaron los claustros y se realizaron las elecciones de consejeros, decano y vicedecano.

En febrero de 1986, Barbagelata asumió como primer decano electo de la FICH. Se desempeñó como docente de la Facultad desde septiembre de 1973, cuando ingresó con 26 años como Jefe de Trabajos Prácticos, hasta octubre de este año, en el que se acogió al beneficio de la jubilación. Desde hace décadas es un consultor de ingeniería referente a nivel nacional.

“Quien tuvo la pelea principal por la democratización de la Facultad fue Mario Barletta. Por eso le corresponde el 75% de este homenaje”, aseveró Barbagelata. “No fue fácil nuestro decanato. Recibimos una facultad normalizada, pero cerrada en sí misma. En ese contexto, vislumbramos que los servicios a terceros eran un modo de acercarnos a la sociedad, ya que permitían un contacto directo con las problemáticas hídricas que nos rodeaban y a la vez podían aportar para mejorar los planes de estudio, que comenzaron a diseñarse en función de lo que el medio demandaba”.  

Luego de señalar algunos logros en infraestructura, investigación y formación de recursos humanos, afirmó: “Más allá de los homenajes personales, en este día también es necesario reconocer la importancia de la democracia argentina. Entiendo que mantenerla es vital para el desarrollo humano y económico de nuestro país, y para formar ciudadanos responsables. No hay manera de consolidar las instituciones si éstas no son representativas del quehacer de la gente. En este sentido, en nuestro país y en nuestra universidad hay un largo camino por delante que debemos seguir construyendo entre todos”.

Al final del acto, Pedraza le obsequió al homenajeado el libro El reformismo entre dos siglos. Historias de la Universidad Nacional del Litoral, de Susana Piazzesi y Natacha Bacolla –docentes de la UNL–, al cual los presentes incorporaron sus dedicatorias. 

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