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Este proyecto “busca difundir el conocimiento en los niños de la primera infancia de lo que es la actividad apícola, las abejas, su vida en comunidad. Y, precisamente, a través de este conocimiento se promueve el consumo de miel en los niños, inculcando desde edades tempranas, la importancia del consumo de miel. Además, se pretende valorizar la actividad de las abejas como indicadores ambientales, polinizadores y la importancia de todos los subproductos que se pueden obtener de la apicultura”, detalló la Dra. Cecilia Curis, docente investigadora de la FCA.

En este sentido, la profesora sostuvo que “la apicultura es una buena manera de enseñar a los niños acerca de cómo se hace la comida. Demuestra cómo las abejas llevan el polen y lo convierten en una fuente de alimento para su propia supervivencia. La apicultura también enseña a los niños acerca de la comunidad y cómo las abejas trabajan en conjunto con el fin de realizar una tarea determinada. Cada abeja en la colmena trabaja en conjunto para lograr un objetivo. Todo es cuestión de trabajo en equipo. Este proyecto utiliza recursos didácticos, artísticos, manuales, literarios para acercar a los niños al mundo de las abejas y a la producción de miel. Se utilizan disfraces, títeres, libros de cuentos, rompecabezas, distintos alimentos y productos generados a partir de la miel y de la actividad de las abejas en la colmena. También, mediante recursos audiovisuales y vivenciales, se muestra la importancia de las abejas para el medio ambiente” pormenorizó.

Resta indicar que en esta primera etapa “trabajamos con la nutricionista Valentina Falco, quien explicó a los chicos los beneficios de consumir miel y las formas en que la pueden comer”, contó Curis. 

La charla finalizó con una degustación de miel y distintos alimentos realizados con miel.