Cátedra electiva

La UNL continúa formando emprendedores

Martes 25 de marzo de 2008

La cátedra Formación de Emprendedores de la UNL apunta a desarrollar en los estudiantes una ac-titud emprendedora y a brindar elementos básicos para reconocer ideas viables y transformarlas en proyectos productivos. Ya comenzó una nueva edición de la cátedra e

La cátedra Formación de Emprendedores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) tiene como finalidad incentivar el potencial emprendedor en los estudiantes de todas las carreras de la casa de estudios con el objetivo de despertar o ampliar las habilidades y actitudes emprendedoras y empresariales para enfrentar el reto de iniciar su propia empresa.
Además de los contenidos conceptuales, los estudiantes deben realizar un trabajo práctico intensivo que consiste en tomar una idea y convertirla en un proyecto, teniendo en cuenta los aspectos económicos, financieros, jurídicos y técnicos.
El objetivo de este curso es identificar las cualidades emprendedoras en la práctica para iniciar la definición del perfil emprendedor, así como también fortalecer el trabajo sobre el plan de negocios para mejorar la capacidad de gestión introduciéndolos en las estrategias de negocios. En tanto, a través de esta instancia se pretende brindar conceptos básicos en temáticas relativas al marketing y su aplicabilidad en la actividad emprendedora. La interdisciplinaridad en los contenidos se debe al complejo proceso que requiere llevar adelante un plan de negocios factible de ser implementado y tener éxito en la comercialización.

De la cátedra al mercado
En el trayecto final del cursado de la cátedra electiva, los alumnos deben elaborar un plan de negocios susceptible de ser aplicado no ya de forma hipotética, sino en el mercado real. Entre los proyectos presentados en la tercera edición, en el 2006, se encuentra APIDER, emprendimiento que produce derivados apícolas.
“Estaba terminando el cursado de Ciencias Agrarias y me enteré de esta materia electiva. Traté de informarme de los contenidos que se iban a desarrollar y me interesó. El proyecto de plan de negocios que desarrollé estaba centrado en APIDER. Dado que ya me encontraba en la actividad apícola, me surgió la idea de agregarle valor”, indicó Gabriel Cardozo responsable del emprendi-miento.  “Lo que me interesó es tratar de adaptar acá en la zona todo lo que había visto en las col-menas de Córdoba y darle valor agregado. En 2005 comencé, por un lado, por una cuestión de so-brevivencia y, por otro lado, por la ganas de querer desarrollarme dentro de la actividad. En este año empecé a comercializar básicamente miel y en 2006 le sumé otros productos como ser caramelos, licor de miel, e incursioné haciendo crema de propóleos”, continuó.
En relación a la planificación para este año, Cardozo manifestó que este invierno tiene pensado elaborar otros productos como bombones de miel. “Dentro de todo, APIDER, trata de ser un proyecto innovador, porque empezar desde una escala tan pequeña con algo que ya está en el mer-cado es difícil lograr algo sustentable o crecer rápidamente”.
En cuanto a los objetivos del curso, el emprendedor añadió: “En definitiva, de lo que se trata de hacer en la Cátedra es un acercamiento mucho más certero de la situación de los emprendimientos. El proyecto que hice para la Cátedra después lo modifiqué y lo presente en la convocatoria que hizo Emprendedor XXI en el 2007, en la cual fuimos uno de los proyectos desta-cados. A través de esta convocatoria se abrió la posibilidad de poder solicitar financiamiento, por el hecho de que nuestro proyecto pasó la primera instancia, quedó como finalista y, por último, como destacado. Actualmente, accediendo a créditos pudimos reformar la sala de elaboración y ponerla acorde a los requerimientos de Bromatología”.                                    
El mayor obstáculo al que se enfrentan los emprendedores no es la falta de ideas sino, por el contrario, la falta de herramientas para diagramar un proyecto y su respectivo financiamiento. Al respecto el productor apícola explicó: “La Cátedra me sirvió para organizar las ideas y poder sacar adelante el proyecto con una mirada un poco más empresarial, es decir, me facilitó herramientas importantes que yo no tenía en cuenta. Por otro lado, la Jornada de Jóvenes Emprendedores de 2006 nos mostró como poder pasar de una idea  a un proyecto y demás herramientas en relación a los emprendimientos. Se trata de información útil ya que si uno inicia un emprendimiento solo, sin cierto tipo de conocimientos sobre el tema, a veces, no puede lograr nada.  Rescato de la Cátedra la posibilidad que brinda para sacarse el miedo a la posición del emprendimiento. Uno de los conteni-dos que se dictaron fueron los distintos tipos de financiamiento que, a mi criterio, es uno de los obs-táculos más difíciles cuando recién se empieza”.

 

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