Superresolución

Nobel de Química: ¿qué es la nanoscopía?

Martes 14 de octubre de 2014 / Actualizado el martes 14 de octubre de 2014

El máximo galardón en esa rama de la ciencia fue para dos norteamericanos y un alemán, cuyos desarrollos permitieron la observación a niveles impensados hace una década.

El miércoles 8 de octubre, la Real Academia de Ciencias Sueca anunció que el premio Nobel de Química sería para los norteamericanos Eric Betzig y William Moerner y el alemán Stefan Hell, por el desarrollo de la nanoscopía. “Su trabajo ha llevado la microscopía óptica a la nanodimensión”, destacó el jurado.

“Se basa en la microscopía fluorescente, que hace mucho que se usa, sobre todo en muestras biológicas. Cuando queremos ver una parte de una bacteria le ponemos una molécula fluorescente, que es una especie de lamparita que podemos prender cuando iluminamos a la bacteria con determinada luz. Esa molécula está especialmente diseñada para pegarse a los lugares que nos interesan observar: por ejemplo, para ver la membrana de la bacteria, pero no el resto de ella”, explicó Ana Genaro, del Departamento de Física de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la UNL e investigadora del Instituto de Física del Litoral (IFIS Litoral).

Mundo nanométrico

Sin embargo, acotó, en la microscopía óptica existe un límite de resolución, ya que no es posible hacer observaciones por debajo de los 0,2 µm (micrómetros): “Un µm es la milésima parte de un milímetro. Por ejemplo, nuestros glóbulos rojos tienen dimensiones del orden de los 7 µm; la Escherichia coli mide un µm de diámetro; los virus, 0,1 µm, las proteínas, una centésima de µm, mientras que cualquier molécula más pequeña está en el orden de la milésima de µm. Con el microscopio óptico es imposible verlos”, detalló.

“A la vez, una milésima de µm equivale a un nm (nanómetro) o una millonésima de milímetro. El mundo nanométrico está totalmente alejado de la posibilidad de ser visto por las técnicas usuales de microscopia óptica. Es un límite que se puede superar con un microscopio electrónico, pero no sirve para las muestras biológicas, porque requiere trabajar en vacío y no se puede poner la muestra en soluciones líquidas, por ejemplo”, afirmó.

 En este sentido, Genaro contó que Betzig, Moerner y Hell trabajaron durante años en cómo romper los límites de la microscopía óptica: “Lo interesante es que nunca trabajaron juntos, sino que lo hicieron por separado con mucha tenacidad y trabajo, probando con muchas técnicas, ingenio y trabajo, con técnicas de mucha complejidad”, acotó.

Superresolución

Según Genaro, los investigadores consiguieron llegar a una “superresolución”, es decir, obtener imágenes de sistemas biológicos con resoluciones impensadas hasta hace unos diez años. “De este modo, han podido ver procesos en células vivientes. Por ejemplo, Hell ha trabajado en la observación de células nerviosas para tratar de entender cómo es el proceso de la sinapsis, que es importante en toda nuestra actividad cerebral. Por su parte, Moerner ha estudiado proteínas que tienen que ver con la enfermedad de Huntington, que es una afección degenerativa. Por último, Betzig ha estado obteniendo imágenes de la división celular dentro de los embriones”, apuntó.

“Es un poco difícil pensar por qué les otorgaron el premio Nobel de Química, pero su desarrollo nos permite observar los procesos a niveles moleculares, a la vez que nos permiten ver reacciones químicas se pueden seguir las moléculas individualmente y obtener información muy interesante al respecto”, finalizó Genaro en declaraciones al programa Radio Portable (LT10).

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