Premios

Premios InnovaT 25 años

Lunes 5 de agosto de 2019 / Actualizado el miércoles 7 de agosto de 2019

Se distinguieron proyectos tecnológicos innovadores orientados al medio ambiente. Integrantes del INTEC recibieron una mención por crear y validar un dispositivo innovador.

Se realizó la entrega de Premios al Desarrollo Tecnológico InnovaT – 25 años, en el Centro Cultural de la Ciencia -C3-. El evento contó con la presencia de autoridades del CONICET, de la Fundación y referentes de Pymes desarrolladoras de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).

La Fundación -creada en 1993-, desde hace más de dos décadas viene fortaleciendo lazos de vinculación y transferencia tecnológica entre el sector público y privado. Este espíritu y con el compromiso de contribuir con el desarrollo de nuevas tecnologías para el medio socio productivo, es lo que la motivó a impulsar este Concurso, que buscó distinguir los aportes más originales e innovadores en materia de Tecnología para el Medio Ambiente.

En ese contexto, el proyecto “Dispositivos para el diagnóstico y monitoreo de ensayos biológicos combinados con teléfonos celulares”, a cargo de la Lic. Joana Macagno, Lic. en Biotecnología – Becaria Doctoral (CONICET), que elabora su tesis sobre el desarrollo de un sensor microfluídico para la detección de residuos de pesticidas; la Dra. Maia R. Lescano, Investigadora Asistente – Profesora Adjunta (UNL), bajo la especialidad de Procesos fisicoquímicos y de biorremediación. Descontaminación de agua y suelo. Técnicas Analíticas; y el Dr. Claudio Berli, Investigador Principal – Profesor Titular (UNL), en la especialidad Microfluídica: fundamentos y aplicaciones de la manipulación de fluidos en microdispositivos; quienes se desempeñan en el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC-CONICET-UNL) recibió una mención por el jurado de los Premios al Desarrollo Tecnológico InnovaT por la calidad técnica y su potencial innovador.

“Para nosotros es muy importante el premio recibido porque nos da el empuje necesario para seguir hacia adelante con la realización de nuevos diseños y alternativas para resolver problemas concretos tanto del sector público como privado”, reflexionó Lescano.

Antecedentes

“Actualmente, son muy importantes los bioensayos, en donde la semilla actúa de sensor del microambiente donde la exponemos. El bioensayo refiere, además, a un parámetro global de contaminación o toxicidad, que permite independizarnos del análisis de cada uno de los contaminantes presentes en la muestra”, sostuvo Lescano.

“Los ensayos de fitotoxicidad en plantas se realizan desde la década del 80 y su utilización está en constante crecimiento debido a que han demostrado ser valiosos indicadores toxicológicos. Los protocolos para evaluar toxicidad de contaminantes en semillas, proponen diferentes organismos vegetales siendo Lactuca sativa y Eruca sativa especies ampliamente difundidas para su aplicación en este tipo de ensayos, por la sensibilidad a diferentes tipos de compuestos”, explicó Macagno.

“Los bioensayos de toxicidad de semillas de L. sativa tienen una duración de 120horas, dentro de las cuáles se produce la germinación y la elongación radicular ante la exposición a sustancias tóxicas, que pueden ser sustancias puras o mezcla de compuestos, o a diferentes muestras líquidas que requieren de un control de toxicidad. Estos ensayos, en la actualidad, se llevan a cabo en placas de Petri, donde se colocan 20 semillas sobre un papel de germinación embebido con la sustancia en estudio. Las raíces crecen mezcladas, enredadas y entrelazadas entre sí, lo que hace necesario que se agreguen al proceso los pasos de extracción cuidadosa, ordenamiento y alineamiento necesarios para poder proceder con las mediciones necesarias conllevando riesgos de rotura de las raíces perdiendo número de réplicas. Estos pasos consumen tiempo, son altamente demandantes para el operador y están en contra de la reproducibilidad”, prosiguió Macagno.

“Lo que nosotros hicimos fue diseñar y fabricar un dispositivo, luego realizamos ensayos para validarlo. Finalmente, lo acoplamos a un teléfono celular para realizar la toma de imágenes . Queda conformada una plataforma que facilita mucho la toma y procesamiento de datos, que denominamos “Plant Chip” y consideramos que es superador de, por ejemplo, los bioensayos con las tradicionales placas de Petri”, enfatizó Lescano. Ver Imagen Aquí

Lo innovador del dispositivo

“El jurado consideró a esta plataforma Plant Chip como innovadora porque estamos reemplazando las placas de Petri, por un dispositivo que es muy versátil dado que es capaz de crear el microambiente que el ensayo requiere, acoplarse a un teléfono celular, lo cual implica que tenemos precisión de tiempo y espacio”, indicó Macagno.

“Las dos ventajas más importantes que presenta este dispositivo frente al tradicional (placas de Petri) son: en primer lugar, la precisión de los resultados y, en segundo término, el tiempo del operador que es mucho menor, porque al germinar las semillas en canales individuales, las raíces crecen alineadas, el operador, las puede medir directamente, no requiere una operación previa”, expresó Lescano.

“La creación del nuevo dispositivo requirió de un trabajo multidisciplinario, se llevaron a cabo tareas muy diversas como modelado, diseño y fabricación de los dispositivos, pruebas de validación, ensayos de control de toxicidad y la gran variedad de ensayos que se mencionaron. La colaboración resultó en un crecimiento profesional para nosotros dada la complementariedad de las capacidades para abordar el desarrollo de los dispositivos de microfluídica y de las técnicas de diagnóstico y monitoreo ambiental”, concluyó Macagno.


 


 


 


 


 


 


 

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