Recursos hídricos y cambio climático

Proponen usar el agua con más eficiencia para afrontar su escasez

Lunes 29 de octubre de 2012

Según Luis Garrote de Marcos, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid, la disponibilidad de agua a fin de siglo en el sur de Europa se reduciría un 30 %. Mejorar la eficiencia en su uso, incluso en escenarios de abundancia, es una medida clave pa


El cambio climático está alterando el comportamiento de los sistemas naturales. En los recursos hídricos, su impacto puede disminuir la disponibilidad de agua en el futuro, modificar la frecuencia e intensidad de inundaciones, entre otros efectos.
“La medida clave para mitigarlos consiste en mejorar la eficiencia en el uso de los recursos hídricos, incluso en situaciones de abundancia de agua, y cuantificar con precisión la disponibilidad del recurso en relación con la demanda. Es muy importante que la sociedad en su conjunto comprenda que los recursos hídricos constituyen un patrimonio natural que debe ser protegido y no utilizado indiscriminadamente”, afirmó Luis Garrote de Marcos, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid quien visitó recientemente la Faculta de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL para desarrollar actividades en el marco del proyecto Vulnerabilidad, Impactos y Adaptación al Cambio Climático sobre los Recursos Hídricos en Iberoamérica (VIAGUA) del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, CYTED Investigación.
Según el especialista, la disponibilidad de agua en el sur de Europa para fines de siglo se reduciría un 30%. Es una estimación que obtuvo a través de análisis predictivos a largo plazo, para el período 2070-2100, realizados en cuencas de ese continente. No obstante, “la metodología y las herramientas de análisis utilizadas son aplicables en cualquier parte del mundo con escasez de agua”, aclaró Garrote de Marcos tras comentar que algunas regiones de Iberoamérica, como la Patagonia argentina, comparten este problema que padece el mediterráneo europeo.

Cambio de paradigma
Mejorar la eficiencia en el uso del agua supone, para su materialización en políticas públicas, un cambio de paradigma en la gestión de los recursos hídricos. “En muchos países del mundo es posible observar este cambio, ya que no se trata de potenciar la utilización del recurso, sino de regular la demanda para garantizar su disponibilidad en el futuro. Se ha pasado de una visión centrada en los usos del agua a un enfoque basado en la protección y conservación del recurso”, remarcó el especialista.
Según Garrote de Marcos esto exige establecer un orden de prioridades de los diferentes usos del recurso, de acuerdo a la realidad de cada región donde se aplique. “Es decir, discriminar entre los usos en áreas urbanas y rurales, así como entre el consumo humano para satisfacer necesidades básicas o para realizar actividades económicas o recreativas”, explicó.
Además de este cambio de paradigma, el investigador destacó la importancia cada vez más creciente de la participación ciudadana en la definición de políticas públicas. “En la década de los 70 y 80, las políticas vinculadas a la gestión de los recursos hídricos eran normalmente tomadas en ámbitos gubernamentales y por personal técnico especializado. En los últimos años, en numerosas partes del mundo se ha incrementado la participación de distintos actores sociales, como asociaciones de consumidores y organizaciones no gubernamentales, en los procesos de toma de decisiones”, concluyó.

Sinergia
VIAGUA, coordinado por Garrote de Marcos, tiene como objetivo promover el intercambio de conocimientos y experiencias entre grupos y proyectos de investigación, basados en análisis de vulnerabilidad, evaluación de impactos e identificación de políticas de adaptación al cambio climático sobre los recursos hídricos. En Argentina, la UNL a través de la FICH es la única institución universitaria que participa con sus investigadores Marta Marizza (coordinadora del grupo), Gustavo Ferreira, Leticia Rodríguez y Andrea Gómez. El taller realizado en Santa Fe tuvo como objetivo cuantificar el impacto del cambio climático en cuencas de llanura mediante métodos de evaluación confiables.

 

 

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