Políticas educativas

Repercusiones por la distribución de netbooks entre alumnos del país

Miércoles 7 de abril de 2010

Claudio Lizárraga, decano de la FHUC, analizó las medidas emprendidas por el gobierno nacional en los últimos días. Desde su visión, “hay una permanente implementación de políticas erráticas y espasmódicas en materia de educación”.

Ante las acciones emprendidas por el gobierno nacional en los últimos días, encuadradas en el Programa Conectar Igualdad.com.ar, y que tuvieron como manifestación más visible la entrega de tres millones de netbooks para alumnos de todo el país, las repercusiones no tardaron en surgir.
Claudio Lizárraga, decano de la FHUC, reflexionó –en declaraciones a LT10- sobre el plan anunciado por la presidenta Fernández de Kirchner. “Desde hace muchos años, hay una permanente implementación de políticas erráticas y espasmódicas en materia de educación. En un primer momento, uno piensa que una inversión en educación de cuatro mil millones de pesos no deja de ser una buena noticia para el país. Pero hay que analizar el contexto en el que se da esta noticia. No quiero ser pesimista, pero sí alertar sobre algunos reparos que hay que tener. Habría que preguntarse en el marco de qué política educativa global se enmarca esta inversión”.

Estratégico
Además, Lizárraga señaló que “la comparación simple sobre este tema es el plan Ceibal de Uruguay. Recordemos que Uruguay tiene mucho menos población, otra idiosincrasia y comienza por el nivel primario. Cuando nosotros pensamos en la educación secundaria hablamos de la mitad de los alumnos de la escuela primaria. Y el 40% de los alumnos del secundario están en la provincia de Buenos Aires. Me parece importante pensar las políticas educativas para el interior del país”.
Consultado sobre si se está realizando una inversión sin un plan estratégico de educación, el decano de la FHUC sostuvo que “esto no significa que la presidenta no tenga un plan. Argentina, en los últimos años, ha carecido de un plan estratégico. Hay una permanente implementación de políticas erráticas y espasmódicas”. Y añadió: “El problema es que la sociedad tiene la percepción de que la educación no constituye una herramienta para poder progresar socialmente y para que el país pueda crecer”.

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