En Santa Fe

Se conoció la segunda encuesta sobre delito y sensación de inseguridad

Jueves 25 de abril de 2013 / Actualizado el jueves 25 de abril de 2013

En Santa Fe, de cada 10 delitos se denuncian 3 ante la policía. Así lo revela la segunda encuesta sobre delito y sensación de inseguridad en la ciudad, que presentó ayer en la UNL el programa Delito y Sociedad.

El primer informe de la “Segunda Encuesta sobre Delito, Sensación de Inseguridad y Sistema Penal en la Ciudad de Santa Fe”, se presentó el miércoles 24 de abril en el Aula Moreno de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (FCJS), en el marco de la Jornada “Delito común y sensación de inseguridad”. Previamente, se expuso ante el Consejo de Seguridad de la Municipalidad, y contó con la presencia del intendente José Corral, y el rector de la Universidad Nacional del Litoral, Albor Cantard.
En el inicio de la jornada, estuvieron junto al director del Programa Delito y Sociedad, Máximo Sozzo; y al profesor Augusto Montero; la secretaria de Gobierno del Municipio, Adriana Molina; y el decano de la FCJS, José Manuel Benvenutti.
“Para tomar las mejores decisiones de políticas públicas es importante contar con buenos datos, sea que lo hagamos desde el Municipio dentro de sus competencias, o fundamentalmente coordinados con el Ministerio de Seguridad de la Provincia”, afirmó la secretaria de Gobierno del Municipio. Y destacó que “Santa Fe es una de las pocas ciudades del país que en coordinación con la Universidad pública, hace este tipo de estudios”.
Como pudo observarse en el informe presentado, la exploración de los niveles y características de los hechos de victimización constituyen una dimensión del estudio, pero no es la única. La encuesta implementada por primera vez en la ciudad en el año 2008, contempla otros aspectos complejos desde el punto de vista de la producción del conocimiento. En ese sentido, la investigación aborda la sensación de inseguridad, y los comportamientos de autoprotección y evitamiento que desarrollan los ciudadanos a partir de su preocupación por no ser víctima de delito.
Por otro lado, y como parte del segundo informe que será presentado próximamente, se analizaron las valoraciones que hacen los ciudadanos de sus contactos con la institución policial; y la visualización que tienen de la Justicia Penal, su administración, el mundo de las prisiones, y las políticas públicas de seguridad que apoyan o no.   
La encuesta se realizó durante el año 2012 en los ocho Distritos en que se encuentra descentralizado el Municipio, logrando una muestra de 2.756 ciudadanos santafesinos.

Experiencias de victimización
La primera dimensión del estudio científico echó luz sobre la denominada “cifra negra” que constituyen aquellos delitos comunes que no llegan a conocimiento de la institución policial, y por tanto, no integran las estadísticas oficiales de criminalidad. Al respecto, Máximo Sozzo precisó que el estudio aborda ciertas formas de la criminalidad real como los robos con violencia contra las personas, robo en viviendas, automotores, bicicletas, motos, o actos de vandalismo sobre automotores y viviendas.
En ese sentido, la encuesta arrojó un índice de victimización del 28,2%; es decir que casi 3 de cada diez ciudadanos fueron víctimas durante el año 2012 de alguna forma de delito común. Al respecto, el director del Programa de Delito y Sociedad consideró que “el nivel de victimización muestra una variación de dos puntos por debajo de la medición de 2008, pero no puede afirmarse rápidamente que hubo un descenso porque está dentro del margen de error de la encuesta”. Además, consideró que la ciudad de Santa Fe está dentro de los niveles de victimización que revelan los pocos estudios existentes en el país, como la encuesta realizada por la Universidad de San Andrés para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que en 2006 refería un nivel de 24%.
El análisis de la victimización por Distrito Municipal revela altos niveles en los Distritos Norte, Noreoeste y Noreste de la ciudad. “El Distrito Centro presenta una trayectoria diferente, donde el nivel está más contenido que el general de la ciudad y presenta un descenso significativo; o en el Distrito La Costa, que se mantiene con el menor nivel de victimización, y también presenta un declive entre 2008 y 2012”, comentó Máximo Sozzo.
En las formas delictivas en general, y a semejanza de lo relevado en 2008, no hubo diferencias significativas en los niveles que presentan hombres y mujeres. En cuanto a los grupos de edad, los niveles de victimización caen a medida que aumenta la edad de las personas. Entre los 15 y los 29 años se encuentran los mayores niveles, y en los mayores de 60 años, índices menores.
Otro dato destacado por el investigador fueron los niveles de robo con violencia, que aumentaron del 5% en 2008 al 7,5% en la medición de 2012, con un gran impacto en la experiencia de las víctimas, y ratificando la concentración espacial en los distritos del norte la ciudad.
Por otra parte, solo 3,6 de cada 10 experiencias de victimización que se produjeron en 2011 fueron denunciadas a un organismo estatal competente, por lo que más de 6 de cada 10 experiencias no son conocidas por el Estado. Los robos de vehículos, de motos y viviendas –que suelen ser objetos asegurados- son los hechos más denunciados, respondiendo a una tendencia  observada no solo en Santa Fe, sino en todo el mundo.
En relación con la “no denuncia”, la mayoría de respuestas por parte de los encuestados (46%) refirieron que “la policía no hubiera hecho nada”. Pero el estudio mostró que una parte importante de ese ítem está vinculada a razones pragmáticas como disponibilidad de tiempo para hacer la denuncia, o que el delito era de poca importancia para el ciudadano; “por lo que no toda esa porción de no denuncia debe ser interpretada como indicador de desconfianza policial”, reflexionó Máximo Sozzo.

Sensación de inseguridad
La faceta subjetiva de la inseguridad se analizó a partir de una distinción: la sensación en abstracto, que alude a la percepción del delito como una preocupación social sin conexión inmediata con la experiencia vital del encuestado; y en concreto, como experiencia más próxima al ciudadano, con referencias a su propio hogar y barrio, y en los componentes cognitivos y afectivos de esa sensación.
Dentro de las cuestiones públicas más preocupantes para los ciudadanos, la encuesta reveló que en primer lugar se encuentra el consumo de drogas ilegales; en segundo la desocupación; y en tercer lugar, el delito callejero o común, seleccionado por más de 3 de cada 10 encuestados.
Considerando el género de los encuestados, las mujeres presentan niveles más significativos de sensación de inseguridad; a pesar de que los niveles de experiencia de victimización son similares a los de los varones. En cuanto a la edad, entre los 45 y los 59 años de edad, las personas consultadas manifestaron una mayor preocupación por la inseguridad.
En los aspectos afectivos relevados, se incrementó levemente la sensación de seguridad en el propio hogar; y aumentó la sensación de inseguridad en el espacio público en horas del día.
En cuanto a las acciones de autoprotección y evitamiento, los investigadores aclararon que “no son un efecto de los niveles de sensación de inseguridad, que está detrás de esas medidas pero no explica ese tipo de comportamiento por sí solo”. En relación con ese aspecto, Augusto Montero refirió que “con relación al año 2008 encontramos un avance de las acciones de autoprotección y evitamiento; excepto en tres indicadores, como la decisión de cambiar de domicilio (que de 15% bajó al 11% en 2012); la decisión de adquirir un arma de fuego para autodefenderse (que era del 6,6% en 2008, y bajó al 4,8%); y finalmente son menos los vecinos que dejan prendidas las luces de su hogar cuando se ausentan de noche”.
En todas las medidas de protección, con excepción de la adquisición de armas de fuego para autoprotegerse, las mujeres en general desarrollaron mayores comportamientos que los hombres, en los que los investigadores señalaron la influencia de aspectos culturales complejos como la percepción de las relaciones sociales y la vulnerabilidad social.


 

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