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Un recorrido por la actual producción poética santafesina, al hilo de la tarea desarrollada por Ediciones UNL, fue la propuesta de “Un encuentro con la poesía”. La actividad, que tuvo lugar en la sala Saer del Foro Cultural Universitario el pasado 18 de agosto, se encuadró en la agenda conmemorativa por los 90 años que el próximo 17 de octubre cumplirá la Universidad Nacional del Litoral, y contó con la disertación de la Dra. Analía Gerbaudo. La docente e investigadora analizó las últimas obras publicadas por la editorial universitaria, dentro de su Colección Itinerarios, en consonancia con su presentación pública. Se trata de “La sonámbula”, de Carlos Bernatek; “Mador”, de René Lenarduzzi, y “Máscaras sueltas. A capella”, de Estela Figueroa.
Durante el acto, el rector de la casa de altos estudios, Albor Cantard, destacó que la “permanente vinculación con la sociedad” ha sido una de las bases constitutivas del Centro de Publicaciones de la Secretaría de Extensión, creado en 1994.
“No es casual ni extraño que la Editorial de nuestra Universidad se encuentre integrada a las políticas de extensión, en las que se conjuga la democratización del conocimiento y la apropiación social del mismo con los saberes, demandas e inquietudes planteadas por los diversos sectores sociales con quienes la universidad se relaciona e interactúa”, expresó en la ocasión el rector y agregó que “la decisión de publicar libros de poesía es una decisión editorial que pone en valor a la palabras y su posibilidad de convocar otros registros de la subjetividad”.
Frente a un nutrido auditorio, los poetas presentes compartieron parte de sus obras al tiempo que Gerbaudo sostuvo que en el país, “el Centro de Publicaciones de la UNL y un grupo de jóvenes estudiantes y graduados bajo mi dirección y de compañeros de otras universidades públicas, trabajamos en pos de la construcción de una ‘nueva política del archivo’ que, para el caso de la editorial, supone la puesta en circulación de nuevas voces así como la publicación de nuevos textos de quienes ya son una firma dentro de la literatura argentina. Y, para nosotros, la exhumación de viejos escritos y la inscripción de lecturas o relecturas”.

Palabras
Al momento de reflexionar sobre las flamantes ediciones, la investigadora (UNL-Conicet) apuntó que “de Estela (Figueroa) recalco su intervención sobre el archivo. Su constante interpelación a leer nombres olvidados o nuevas voces”. Sobre la autora de “Máscaras sueltas. A capella”, Gerbaudo resaltó que “su escritura compone una de las enunciaciones más nítidas y potentes de la poesía argentina actual” y que “fija desde ‘Máscaras sueltas’ los ejes de su poesía y define su poética con una nitidez tal que los textos posteriores no harán más que confirmarla sin establecer mayores variaciones: la casa, la ciudad, los descuidos, la muerte y la poesía se dicen desde una voz que no escatima el humor ni el sarcasmo y que hace de la conclusión y el despojo, sus marcas”.
En relación con “Mador”, Gerbaudo consideró que su Lenarduzzi logra realizar una “interesante operación”. “Preocupado por las lenguas, por las operaciones de pasaje entre una y otra y por el modo en que la inteligibilidad de la gramática permite explotarlas, busca ahora marcar la propia, la materna, desde la poesía”.
Sobre “La sonámbula”, la docente indicó que “a Carlos Bernatek lo conocíamos como narrador y como ensayista y ahora agregamos a estos oficios el de poeta”. Tras lo cual, manifestó que “el epígrafe con que abre su primer poemario lleva a ‘El hombre sin atributos’ de Musil, y a su interpretación de su texto como una respuesta al sentido de la escritura en épocas de crisis. Pesadills, mitos ancestrales, sueños y un rastreo de las huellas que permiten asir la memoria son algunas de las constantes que estos poemas dejan entrever desde una composición en la que prima la ironía junto a las cuidadas metáforas. El dolor que atraviesa diferentes experiencias de la pérdida se inscribe en una poesía consciente de su inscripción desde una voz que sabe lo que hace cuando dice”, definió.