Bienal Audiovisuales

Un universo de imágenes proyectadas

Jueves 8 de septiembre de 2016 / Actualizado el jueves 8 de septiembre de 2016

Bajo el nombre “Inside a Wolf” se constituyó esta propuesta en la Sala Maggi del Foro Cultural que consistió en proyecciones sobre la máscara gigante de un lobo. La autoras de esta instalación fueron tres estudiantes de la FADU UNL.

Una cabeza de lobo gigante y geométrica. Una minuciosa obra de arte realizada en cartón que se trasformó en una pantalla que proyectó un universo de imágenes, tramas y texturas. De eso se trató “Inside a Wolf”, una instalación realizada por tres jóvenes estudiantes del cuarto año de la Licenciatura en Diseño de la Comunicación Visual de la FADU UNL. Un proyecto que no dispuso de la sala Maggi del Foro Cultural UNL como un escenario más sino que la convirtió en el espacio para uno de los proyectos más innovadores de esta nueva edición de la Bienal.

María Belén Pérez Campos, María Soledad Pergolesi y Ana Torti fueron las autoras de esta creación que las designó en las tareas de animación y motion,  maquetación, y producción de visuales respectivamente. La instalación consistió en la repetición de proyecciones de video mapping sobre una estructura de cartón con la forma de la cabeza de un lobo.

 

Salir de la clásica pantalla

“Creamos este proyecto con la inquietud de presentar al público una experiencia nueva que reúna recursos de la maquetación, de lo visual, el volumen, el espacio y el sonido.”, explican sus autoras. La propuesta se orientó a aprovechar la Bienal para abrir un nuevo espacio artístico, y para ello se apostó a salir del clásico de la pantalla y orientar el proyecto a “proyecciones volumétricas”.

“Partimos de la geometrización de la cara de una animal: una técnica que se utiliza mucho en maquetación y escultura, y de ahí pensamos en implementar estéticas de vanguardia como el video mapping. Aprovechamos que contábamos con alguien que sabía cómo desarrollarlo y bueno, nos animamos”, afirman las autoras de la instalación. A su vez, destacaron las grandes posibilidades que brinda esta técnica en relación con las capacidades creativas de cada uno y cómo se convierte en un punto de conexión entre el mundo físico y digital.

 

Travesía entre cartones

El proceso comenzó con la realización de la maqueta de la máscara de un lobo en escala 1:1 que sirvió para probar los grados de dificultad de los materiales. El desafío llegó cuando las tres estudiantes debieron llevar el proyecto a gran escala: dos intensos días de cortes y pliegues de cartón que precedieron al diseño digital que concluyó en proyecciones de 58 capas de pura ilustración y animación.

Fueron complejos procedimientos manuales y digitales  los que llevaron a estas jóvenes a repartirse entre la vorágine de la Bienal y sus propios tiempos académicos. “De repente nos vimos envueltas de cartón y metidas dentro de una cabeza, y eso fue nuestro disparador para bautizar el proyecto. Con las proyecciones se van develando capas que hay en el interior de este lobo y cosas que van pasando desde lo más figurativo a lo más abstracto”, comentan.

Es la primera participación de estas estudiantes en una Bienal y, como resultado, se llevan una experiencia sumamente  enriquecedora que implicó concretar un gran proyecto. “Descubrimos que podemos trabajar en equipo con trabajos sectorizados y complementarios. Logramos proponer una hibridación más que importante”, concluyen.

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