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Primer acto: “El barbero sin utopías”

Gran motor de fantasías, el cine ha dado tela para cortar a diferentes disciplinas artísticas que han puesto su atención sobre las técnicas y recursos que lo estructuran. En este sentido, la primera propuesta del grupo de teatro independiente conformado por Luna Méndez, Ignacio Bellini, Julián Caronni y Oriana Ferrero,  podría ser inscrita  como una obra de película, como una producción que con guiños y pistas propias del cine mudo conforma un homenaje explícito al trabajo de Chaplin y Buster Keaton, pero también a “El gabinete del Dr. Caligari”, película que para muchos marcó el inicio del expresionismo alemán.

En este sentido, Ferrero confiesa que “hasta el estreno teníamos estas imágenes del cine mudo en la cabeza que, quizás, desconocíamos en profundidad. Por ejemplo, yo trabajaba desde el expresionismo, Ignacio desde Keaton y la música, en su mayoría, la retomamos de Chaplin. Después del estreno y de ver cómo funcionaba la obra con el público y hablar con amigos, empezamos a ver cierto parecido entre nuestro trabajo y la propuesta de esos autores y nos dimos cuenta que sin querer había aparecido todo esto. Así que seguimos trabajando por ese camino. No sé si hay una disposición artística hacía ese estilo por parte del grupo, pero si es un camino que se nos abrió”.

“El barbero sin utopías” aborda desde el humor, el teatro y, también, desde el clown la historia de un barbero y su cliente -dominado y dominador- en clave  cíclica y absurda, lúdica y conflictiva. Según su directora, “esta es una obra que podría catalogarse dentro del género comedia y absurdo. Más allá de las imágenes y la estética utilizada, trata sobre dos payasos que trabajan en oposición con infinitas torpezas que dan lugar a lo que sucede”.

La obra podrá verse el sábado 3 y el jueves 8 de septiembre a partir de las 20 en la Sala Maggi del Foro Cultural UNL, 9 de julio 2154.   

Segundo acto: “Ludosófica”

Dramaturgia y filosofía se entreveran en la segunda pieza teatral de la compañía. El conocimiento, uno de los conflictos nodales que aborda la disciplina del pensamiento, es puesto en el centro de la representación escénica, sitio donde “René”, personaje principal de la obra,  genera una alianza entre el pensamiento y el teatro.

“Ludosófica nos propone un panorama de las distintas concepciones del conocimiento y de sus consecuencias –cuenta la directora del proyecto- Muestra que el conocimiento siempre es construido y la verdad un juego que sucede queramos o no participar en él”.

“Proyecto Lodosófica” es la matriz de todo esto, esta obra se registra allí para ir detrás de las inquietudes e intereses de los adolescentes sobre la filosofía. “El proyecto fusiona varios lenguajes (teatro-filosofía y plástica) para generar un espacio de juego y descubrimientos”, cuenta la directora, y agrega: “luego de la presentación de la obra, hacemos un debate y una intervención desde la plástica en los objetos y escenografía de la obra. Principalmente se retoman  las dudas e interrogantes que haya despertado la obra en el público. El trabajo está pensado para escuelas secundarias y diferentes espacios que nucleen jóvenes”, afirma.

En el caso de esta comedia, se sumaron al trabajo de la compañía dos estudiantes de filosofía, Santiago Santillán y  Gonzalo Roces;  Mauro Gallina, técnico superior en artes visuales; y  Fernando “trompa” González, docente y director de teatro. Por su parte, la puesta en escena y también sus recursos, son atravesados por las pinturas de Miró y las películas del cineasta Tim Burton.

“Ludosófica” podrá verse el lunes 5 y el jueves 8 en el Foro Cultural UNL, 9 de julio 2154, en la Sala Maggi.