Industria y alimento

“Tenemos que re-humanizar el consumo”

Jueves 19 de junio de 2014 / Actualizado el lunes 23 de junio de 2014

Así lo afirmó la periodista y escritora Soledad Barruti que expuso sobre “Comida: ¿salud o negocio?”, a partir de la investigación realizada en su libro Malcomidos.

La periodista y escritora Soledad Barruti brindó una conferencia el pasado miércoles 18 de junio en el Auditorio de ATE a partir de la investigación realizada en el libro Malcomidos. La actividad fue organizada por la secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Centro de Protección a la Naturaleza (CEPRONAT).

En general lo que Barruti analiza es en un todo lo que se presenta como coyuntura o separado, en este caso con el tema de la comida en Argentina. Y se cuestiona que aparece la comida como un tema desconectado “de lo que somos”. “Hay poca crítica al sistema de producción industrial de alimentos. También hay que preguntarse si este sistema de comida que nos da de comer es ético”, sostiene Barruti. Teniendo en cuenta, además, de que aparecen distintas modas o boom de comidas o dietas donde detrás hay un gran negocio.

Uno de los puntos principales de la conferencia fue el tema del sistema de producción instalado con la introducción de la soja en Argentina y sus consecuencias para la tierra, los trabajadores y nuevos roles, las familias y poblaciones lindantes así como efectos causados por los transgénicos. “Cuando se habla de que éste es el sistema, y que no hay otro para dar de comer en el mundo, hay que recordar que este sistema no le está dando de comer a las personas, se están produciendo alimentos de una manera que se descarta un tercio de lo que produce”, plantea la periodista.

“Es un sistema que trabaja a expensa de los suelos, a expensa de pensar que la única forma de vida posible es la urbanización, entonces es un sistema que mientras crea más capitalismo salvaje arroja cada vez más personas a la pobreza, indigencia y marginalidad”, afirma Barruti.

Con el caso de otros alimentos como frutas o verduras, que también pasan por procesos de producción tecnificada, Barruti sostiene que comemos comida ‘cada vez más muerta’, ya no son productos frescos. “Perdemos el sabor, perdemos el gusto, no tenemos una identidad gastronómica en Argentina, esto puede pensarse como algo snob o pensarse como revolucionario, por ejemplo el caso de Perú con un cocinero llamado Gastón Acurio, hubo una gran revolución, con un campesinado mucho más fuerte de lo que se permitió desarrollar en nuestro país, se prohibió el ingreso de los transgénicos, otro ejemplo en Bolivia en defensa de su cultura gastronómica, se fue Mc Donalds, esto tiene que ver que el contacto con una identidad gastronómica se pueden hacer grandes logros”, explica Barruti.

“Hay que tomar conciencia del país que somos, tenemos que re-humanizar el consumo, los que podemos, antes que consumidores somos ciudadanos y personas, y tenemos que re-humanizar eso que hacemos todos los días y no nos damos cuenta”.

Pero también hay muchas personas pobres y que sufren hambre que dependen del Estado, más allá de partidos políticos, cada vez el Estado da de comer peor y esto afecta más a estas personas que no tienen acceso al consumo de ciertos productores, porque hoy hay productos que se han convertido en lujo como ciertas carnes y frutas y verduras”.

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