Las tareas de preservación del histórico edificio comenzaron con la instalación de un obrador en el interior de la UNL y se planificó con precisión cada una de las acciones para restaurar 4.958 m2 de historia.

Los trabajos, que se abordan de manera multidisciplinar para lograr atender a la complejidad de la edificación, comenzaron por la reparación y limpieza de 2.572 m2 de tejas de cubierta y 2.386 m2 de revoques símil piedra, para continuar por las galerías laterales.

Para realizar estas tareas, se requirió la construcción de 2.405 m2 de andamios y 380 días de obras, durante los cuales se mantuvo la actividad administrativa y directiva de toda la Universidad.