Reconocido criminólogo Alemán

“El miedo al terrorismo llega a ser un instrumento del Estado”

Lunes 3 de octubre de 2011

Sebastián Scheerer es Doctor en Derecho y catedrático de criminología en la Universidad de Hamburgo. El criminólogo visitó la UNL para dictar el cuso “Criminologías Convencionales” en el marco de la Maestría en Criminología de la FCJS.

¿Qué reflexión puede hacer acerca de la “cultura del miedo” y su influencia en el sistema político?
Existe una esfera mediática relativamente autónoma, esto significa que no son siempre verdaderos los miedos de la población. Este discurso relativamente autónomo que se crea en sí mismo sin una relación directa y verdadera con los sentimientos de la población.
Hay un sistema de esfuerzos y confirmaciones mutuas. En este sentido cuando los políticos dicen algo sobre desarrollo de las drogas o acerca del peligro del terrorismo, los medios masivos de comunicación aceptan estas hipótesis como verdaderas y luego tratan este asunto hasta el punto de que una revista copia lo que hace un canal de televisión, creando ese universo simbólico relativamente autónomo.
La criminología está preocupada por esta situación que comprende este sistema casi autónomo que permite a los intereses bien organizados de la industria privada de seguridad y a los políticos influenciar en el dominio político. Después del 2001, el miedo al terrorismo llega a ser un instrumento del Estado para dominar la población.

¿Cómo aborda esta problemática en sus trabajos de investigación?
Acerca de la relación entre terrorismo y gobiernos, según mis investigaciones, hay cuatro formas de ejercer un dominio político a través del miedo o terror. Una primera forma sería el método de dominación directamente a través del terrorismo del Estado. Esto no funciona muy bien hoy, especialmente en los países desarrollados donde ya no se aceptan estados dictatoriales.
El segundo tipo es gobernar a través del miedo. El llamado miedo al terrorismo, que no existe de esta forma, que no es tan grande como dicen los gobernantes, que para los políticos es muy útil, es una forma indirecta de gobernar a través del terror. Por esta vía se consciente a medidas que realmente van contra la libertad de los propios ciudadanos.
El tercer modo de gobernar a través del miedo, es el “etiquetamiento” del enemigo para poder exterminarlo (entendiendo al enemigo como un país, movimiento social, una parte de la población). Es una forma de legitimación para acabar con quienes son etiquetados como “no ciudadanos”. El ponente es definido como terrorista, y se lo excluye. Es un método extremo para definir a alguien la perspectiva de su posible exterminación o eliminación.
El cuarto método es utilizar el etiquetamiento. En la lucha anti-terrorista hay una tendencia a utilizar métodos del derecho penal del enemigo, de la tortura. Las víctimas son juzgadas en sitios extrajudicial como Guantánamo o algo mucho peor como Backgrawn en Afganistan, un sitio con una prisión y centro de interrogación donde nadie sabe cuantas personas existen y donde hay menos derechos que en Guantánamo, no hay acceso para la Cruz Roja, ni para la ONU.
Finalmente, las medidas que están utilizando los estados para la lucha antiterrorista, se está asemejando al gobierno a través del terrorismo de estado. El Estado está imitando las tácticas del terrorismo. Cuanto más dura es la lucha antiterrorista tanto más el Estado se está aproximando a ser un estado terrorista. Por estos tiempos se está dando la situación del “Estado Doble”, (utilizando el concepto de un politólogo alemán Ernst Fraenkel). Por un lado un Estado de derecho y de las normas que se respetan pero, simultáneamente, hay un Estado de medidas que no obedecen a sus propias normas, que simplemente hacen lo que el Estado mayor o las Fuerzas Armadas o el servicio secreto estima útil. Es un Estado oportunista fuera de todas las reglas del derecho nacional e internacional.

¿Cómo ve a Latinoamérica en estos procesos globales? ¿Considera que lo que está ocurriendo en estos países se replica en esta parte del mundo?
Considero que estos procesos son globales. Por otro lado, ya no sirve esta frase  “lo que acontece en el centro va a suceder más tarde en los países periféricos”. Esto de centro y periferia ya no funciona muy bien. Los procesos de la coexistencia del desarrollo del “Estado Doble” en México ya funciona muy avanzadamente y muchas tendencias nacen realmente en la llamada periferia.
 

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