Jorge Lapeña

“El país se encamina hacia la pérdida de abastecimiento”

Jueves 13 de agosto de 2009

Así lo expresó el ex secretario de Energía de la Nación, en su conferencia referida a la problemática vigente en el sector energético. También apuntó sobre las escasas reservas de gas disponibles en nuestro país.

Bajo la consigna “Reflexiones para un modelo de desarrollo en el sector energético”, durante la tarde del último miércoles se realizó una conferencia a cargo del ex secretario de Energía de la Nación, Jorge Lapeña. Tuvo lugar en la sala del Consejo Superior de la UNL, donde previamente el vicerrector de la casa de estudios, Miguel Irigoyen, explicó que el ciclo de debates marco denominado Hacia un Desarrollo Sustentable, “tiene como fin ser un espacio de reflexión, de crítica y debate sobre el desarrollo de la región”. El ciclo se inició en 2006 y es éste el 11º encuentro.
Además de Irigoyen, estuvieron presentes el decano de la FICH, Mario Schreider; el secretario de Vinculación Tecnológica y Desarrollo Productivo de la UNL, Eduardo Matozo y autoridades gubernamentales.
Lapeña, que es Ingeniero Industrial egresado de la UBA y actualmente preside el Instituto Argentino de Energía General Mosconi, es también consultor especializado en temas energéticos, ex secretario de Energía de la Nación, presidente del directorio de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), subsecretario de Planificación Energética, presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Cabe recordar que se desempeñó como profesor de la FICH.

Caída productiva
En su exposición, Lapeña presentó un documento titulado “Propuesta de una política de Estado para el sector energético argentino” y que fue elaborado en febrero y firmado el pasado 11 de marzo por ocho ex secretarios de Energía de la Nación que ejercieron funciones entre 1983 y 2003: el mismo Lapeña, que ejerció su cargo entre 1986 y 1988; Roberto Echarte (1998 a 1989); Raúl Olocco (1989); Julio César Aráoz (1989-1990); Daniel Montamat (1989-2000); Emilo Apud (2001); Alieto Guadagni (2002); y Enrique Devoto (2002-2003). Según Lapeña, el escrito “es un breviario que refleja posiciones no personales, sino una apreciación de conjunto.
Está hecho fuera de un contexto político específico y cuya versión original fue enviada a la Presidente de la Nación para su consideración con un pedido de audiencia que nunca fue respondido. A partir de ese momento el documento comenzó a circular por diferentes ámbitos para la consideración de especialistas y público en general”, explicó.
El documento da cuenta de la grave situación que atraviesa el sector energético argentino: “Los hidrocarburos, que constituyen casi el 90 por ciento de la energía primaria de la Argentina, presenta una situación altamente comprometida. La producción de crudo disminuye desde 1998 y la caída productiva con respecto a ese año supera el 25 por ciento. Situación que no se ha revertido y nos encaminamos a una segura importación. Estamos produciendo menos”, sintetizó Lapeña.

Futuro adverso
Con respecto al gas comentó que la situación es grave debido a que actualmente existen reservas sólo para cinco años más. “Es un número muy exiguo para que la Argentina pueda pensar en sostener un consumo. Simplemente no tenemos gas para sacar”, lamentó.
Según el especialista, la solución se debería haber detectado anticipadamente, pero la Argentina “alegremente” asumía compromisos de exportación con Chile por el 25 por ciento de su consumo interno total “sin darse cuenta que el fenómeno de achicamiento de la producción era inexorable. No hubo reacción anticipada y el país se encamina hacia la pérdida de abastecimiento”.
La solución de los ex funcionarios pasa por refundar una verdadera Secretaría de Energía; normalizar los entes reguladores; diseñar una política de precios previsible y estable; normalizar los servicios públicos de gas y electricidad; diversificar la matriz energética; actualizar el inventario de proyectos hidráulicos prioritarios; implementar una nueva política petrolera y una nueva Ley de Hidrocarburos; crear una Agencia Nacional de Hidrocarburos; realizar una reingeniería total de Enarsa; y promover a través de la Secretaría de Energía el diseño de un sector energético.

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