Darío Maiorana

“Hay caminos para generar un sistema universitario más abierto”

Viernes 3 de abril de 2009

Lo aseguró el flamante titular del Consejo Interuniversitario Nacional y rector de la UNR. Visitó la UNL para participar del acto de inicio del año académico 2009.

Con motivo de participar del acto de comienzo del año académico, el recientemente electo presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Darío Maiorana, visitó la Universidad Nacional del Litoral. El rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se refirió al carácter caótico de la oferta universitaria, a la necesidad de una mayor integración del sistema universitario argentino y a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.

-¿Cuáles son los principales desafíos que debe asumir frente al CIN?
-Hay cuestiones que tienen que ver con el sistema y otras que pueden impactar en el sistema. Respecto de las primeras, tenemos que consolidar un sistema para que las universidades no sean islas que gestionan y funcionan como pueden, sino que tenemos que apuntar a una integración. Esto tiene que ver con la oferta universitaria en el país y la territorialización del sistema, que hasta ahora son bastantes caóticas.
-¿Por qué?
Los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior (CEPRES) no han funcionado como deberían haberlo hecho. Hay ofertas que se superponen entre universidades. Esto requiere de una planificación del sistema para dar una respuesta institucional y fundada a todos los proyectos de creación de nuevas universidades. En este momento hay 12 leyes para crear universidades nacionales esperando en el Congreso, y no todas tendrían la justificación o serían de provecho. A 25 años de democracia, hemos llegado a una madurez que nos permite asociarnos para dar cuenta de las áreas de vacancia o demandas puntuales que existen en ciertas zonas y que tienen que ser cubiertas por las universidades públicas o el Estado.
-¿Cómo cuáles?
-La necesidad de más enfermeros, de efectores médicos, de investigación básica o extensión. Tenemos que discutir la relación con el medio porque, cada vez más, avanzamos hacia el concepto de rendición de cuentas social y las universidades públicas estamos sostenidas por el Estado y la población. En muchos sitios las universidades prestan un servicio fundamental, como bibliotecas o salud pública.
-¿Y cuáles serían los factores externos?
-Estamos en un año complejo en lo económico. El Congreso de la Nación ha hecho un esfuerzo muy importante por el presupuesto universitario; pero todavía falta mayor inversión en infraestructura y el equipamiento. Si no tenemos universidades públicas de punta, que no sólo reproduzcan el conocimiento críticamente sino que lo generen, estamos afectando el desarrollo del país. Esto es importante no sólo por una mera cuestión productiva, sino porque las universidades tenemos mucho que hacer en temas de inclusión social y ejercicio de los derechos ciudadanos. Otro de los desafíos es el camino que ha emprendido el CIN con las acreditaciones de profesorados universitarios. Si empezamos a plantear estándares de calidad en los profesorados, vamos a encontrar un progreso en todo el sistema de educación superior.
-Cuando hablaba de la caótica oferta en el país, pensaba, en contraposición, en el modelo europeo, en el que uno puede ir rotando entre universidades. Argentina está lejos de eso, pero ¿cuáles serían los primeros pasos para poder lograrlo?
-Tuvimos algunas experiencias, como la Universidad Nacional del Sur, el Ciclo Básico Común (CBC) en la UBA y en la región de Cuyo, que apuntan a la movilidad regional e institucional. Es decir, no podemos crear un doctorado en didáctica matemática en todas las universidades, pero podemos, cooperativamente, crear uno o dos en el país y capacitar a una cohorte de 20 ó 40 doctores, que quizás sean lo que necesita el país.
-¿Habría algún aspecto negativo?
-Siempre que se hace una homogeneización se corre el peligro de escolarizar la cuestión. Es decir, para que todos tengamos un mismo piso, creamos manuales y definimos los contenidos básicos. Sin caer en la escolarización, hay que avanzar en propuestas cooperativas, con titulaciones conjuntas o con reconocimiento de créditos y currículas abiertas. Sobre todo en universidades tan cercanas como la UNL, la UNR y la UNER. Es más fácil en el posgrado, pero creo que también tenemos que potenciar los recursos humanos en el grado. Otra cuestión fundamental es la inclusión de las nuevas tecnologías: casi todas las universidades tienen sus plataformas virtuales, con lo cual se puede, sobre la currícula de una universidad de base, generar créditos con otras universidades a través de las plataformas virtuales. Cada vez se abren más caminos para tener un sistema más abierto, como en Europa o Brasil.

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