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El Instituto de Matemática Aplicada del Litoral (IMAL), una unidad ejecutora de doble dependencia UNL-CONICET, cuenta con nuevo director. Se trata del Dr. Hugo Aimar, investigador y docente de larga trayectoria, quien fue elegido para ocupar el cargo mediante concurso público.

Con esta designación, el IMAL avanza en su proceso de regularización institucional, una situación que fue destacada por el rector de la UNL, Albor Cantard durante sus palabras en el acto de asunción. “Aunque los concursos de directores de institutos de doble dependencia entre la UNL y el CONICET ya se han vuelto una costumbre, no por ello han disminuido en importancia y valor. Por el contrario, cada nuevo instituto recientemente creado inicia su vida institucional con el concurso de la dirección, y todas las unidades ejecutoras de doble dependencia UNL-CONICET ya han pasado por esta instancia. Solo queda el  recientemente creado sinc(i), que lo hará el año próximo”, dijo.

Tanto Cantard como la Directora del Centro Científico Tecnológico CONICET Santa Fe, Dra. Raquel Chan, elogiaron al flamante director, quien es también un destacado docente universitario. “El Dr. Aimar ha recibido importantes distinciones que lo reconocen en su labor. Los discípulos que forman parte de la vida de este instituto testimonian sobre sus condiciones de profesor y mentor. Esta nueva etapa trae sin duda nuevos desafíos, que toda comunidad consolidada debe afrontar. Allí se encuentran las oportunidades de innovación y muchos caminos todavía sin recorrer. Sin duda estos recorridos serán muy fructíferos con la dirección del Dr. Aimar y el compromiso de todos los investigadores e investigadores del IMAL”, destacó Cantard.

El camino institucional del IMAL

Con una metáfora sobre la vida de una planta, el flamante director describió el camino que recorrió institucionalmente el grupo hasta llegar al momento en el que se encuentran hoy con un instituto propio en el Predio Conicet Santa Fe y un director elegido por concurso. “El IMAL, y el resto de las instituciones, son como plantas: al principio es mejor que estén en un invernadero en tierras suaves, muy cuidadas, regulando el agua. Pero cuando crecen, en algún momento, hay que decidir si la planta tiene que ser ornamental, si tiene que dar frutos, si tiene que dar hojas, o si se la va a usar para comer las raíces como la zanahoria. Es importante saber hacia donde van a ir y decidir qué hacer cuando sale del invernadero”.

Aimar dijo que el IMAL está ahora decidiendo para dónde poner sus velas y orientar su trabajo. Dada la cantidad de áreas de trabajo en matemáticas, 50.000 aproximadamente, el nuevo director dijo que en esta etapa es importante pensar en que lugar se deben invertir los esfuerzos.

“Me parece que nos conviene invertir en profundizar las áreas que tenemos, con algún agregado, antes que diversificarnos. Eso quiere decir que vamos a atraer campos aledaños, afines, pero no pretender universalidad porque muchas veces esas pretensiones hacen que lo que se esta haciendo bien y a conciencia pierda profundidad”, concluyó.