Escuela Industrial Superior

Cómo hacer de la tecnología una espacio de creatividad

Lunes 15 de abril de 2002

Chicos de 15 y 16 años de la Escuela Industrial se transformaron en incipientes empresarios a partir de un trabajo interdisciplinario propuesto por los docentes: diseñar regalos empresariales. Este año, la experiencia se quiere extender a la fábrica de juguete

Con gran entusiasmo y hasta realizando tareas en horario extraescolar, alumnos del primer año del Ciclo Técnico de la Escuela Industrial Superior (EIS) llevaron a la práctica una interesante propuesta que les realizaron profesores de distintas asignaturas del establecimiento educativo dependiente de la Universidad Nacional del Litoral.
La experiencia se puso en práctica el año pasado, como una manera de demostrar que la tecnología también puede aprovecharse en la elaboración de una nueva currícula que ponga en juego distintas áreas del aprendizaje y resulte una experiencia novedosa y atractiva para los alumnos. Tanto, que los jóvenes participaron en la creación de una empresa encargada del diseño de regalos empresariales, a la que tuvieron que darle un nombre comercial con su respectivo logotipo y seguir paso a paso las etapas de trabajo de cualquier firma comercial.
“Siempre pensamos a la tecnología como una materia interdisciplinaria de la que participaran distintas asignaturas del primer año del ciclo técnico: dibujo técnico y morfológico, los talleres e informática”, comenzó a explicar la arquitecta Josefa Núñez, jefa del Departamento de Dibujo y a cargo de Tecnología en la EIS.
Como si se tratara de un incipiente ingreso al mercado laboral, el trabajo se planteó como si fuera un encargo a una empresa de diseño que debía realizar regalos empresariales para clientes. Así lo describió Núñez: “Se estudiaron las condiciones de trabajo, las exigencias y los mismos chicos se pusieron en contacto con tres empresas” de nuestro medio: una relacionada con venta de caños de PVC, otra con la decoración y la tercera de venta de artículos eléctricos. “Con esas cosas, los chicos tenían que diseñar qué se quería regalar, cómo hacer los planos, verificar los detalles y ver qué material había en plaza para trabajar. Ahí nos llevamos la sorpresa”, manifestó la profesional, orgullosa de los resultados de esta primera experiencia.
Y la sorpresa fueron diseños tan innovadores y prácticos como una reposera para playa realizada con caños de PVC y arpillera, una moderna silla, una lámpara de pie y otra para escritorio, un perchero o un flotador. “La idea surgió como un proyecto acorde a los tiempos de crisis económica que atraviesa el país, pero también como una alternativa pedagógica que enganchara a los chicos”, explicó Núñez y agregó: “Los cambios metodológicos a los que debieron adaptarse muchas cátedras se reflejaron en una maximización en el uso del tiempo disponible, para lo cual los docentes estudiamos muy detenidamente la selección y secuenciación de los contenidos y el papel que debíamos desempeñar”.

Innovar en el aula

Conscientes de la necesidad de flexibilizar las situaciones didácticas cotidianas, los profesores de la EIS propusieron trabajos y proyectos innovadores, convencidos de que llegarían a producir mejoras reales y efectivas en los alumnos. “Se trata de una excelente idea que logra un importante nivel de transversalidad de los contenidos que se dictan en materias tan distintas como Computación, Dibujo Técnico y Morfológico y Taller”, afirmó la profesora Laura Cherep, coordinadora de Escuelas Medias de la UNL.
Para la creación de la empresa, y como si se tratara de cualquier ámbito laboral, se conformaron grupos de 3 o 4 integrantes que trabajaron incluso fuera del horario de clases para alcanzar los objetivos previstos. “Cada asignatura dictó sus contenidos específicos durante la primera etapa del año, y para lo último se dejó la experiencia práctica, para que vuelquen todo lo aprendido en un trabajo” que se proyecta pueda ser expuesto en algún momento a toda la comunidad educativa, según comentó Núñez.
A la hora de los balances, las respuestas son más que positivas: “A los chicos les encantó, estaban muy entusiasmados y trabajaron muchas horas para terminar el proyecto”, comentó la arquitecta. Y esa buena repercusión también llegó a las empresas, que también fueron parte de esta experiencia: “Hubo comercios muy interesados, que hasta fueron sponsors de los chicos”, comentó.

Una experiencia que continúa

Los logros obtenidos inspiraron a los docentes a seguir incentivando la producción colectiva y la tarea interdisciplinaria, que involucre la práctica con la teoría en un recorrido atractivo para los alumnos. En este sentido, ya se está proyectando repetir la experiencia en los primeros años del Polimodal, aunque con algunas innovaciones: ”La temática va a ser similar, pero vamos a tratar de cambiar las empresas e incorporar aquéllas que trabajan con chapas, para que se incorporen nuevas asignaturas al armado del diseño. Además, queríamos acortar el trabajo aún más: determinar medidas máximas de los trabajos terminados, por ejemplo”, explicó Núñez, buscando una manera de acercarse a las condiciones con las que seguramente los estudiantes deberán enfrentarse en su vida cotidiana. Además, se proyecta que los alumnos del octavo año de la EGB 3 diseñen juguetes en movimiento, como una manera de volcar conocimientos adquiridos en el taller de Carpintería y experimentar en la práctica los tipos de energía que se pueden utilizar. Todo esto con un agregado: como los contenidos transversales de este año apuntan a la educación para la paz, la intención es llevar los trabajos a la campaña del juguete que encare alguna institución a fines de este año.
En cuanto al segundo año del Polimodal, se está elaborando una propuesta que apunte a crear un sistema de señalización para la escuela. De esa manera, los alumnos podrán poner en práctica los contenidos de tecnología e información, específicos de esta etapa, utilizando carteles, flechas, colores y materiales como plásticos y acrílicos. “Después se verá si hay recursos para poner en práctica el más logrado, o el mejor diseño de todos, de manera de aportar algo a la institución”, agregó Núñez.
Con la seguridad de que “todo se puede hacer”, el equipo de docentes intentará seguir trabajando este año en “darle un poco de coherencia a la experiencia. La escuela nos da muchas posibilidades por los talleres; los chicos tienen a quién consultar, conocimientos y materiales para trabajar. Las limitaciones presupuestarias son parte de lo que te encontrás en la vida cotidiana”, finalizó Núñez.

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